-Ah, sí, claro. Y dejar que me veas el trasero.

-¿Aún crees que soy un pervertido? Por algo te dí mi chaqueta favorita... Olvídalo, yo iré primero- se adentró en el área de los toboganes, subiendo lentamente con las bandejas en la mano por los escalones de forma triangular de diferentes colores. Uno a la izquierda, uno a la derecha, era incómodo, debía agacharse demasiado porque su tamaño no era el correcto para subir por ahí, un moviendo en falso y su cabeza chocaría con el siguiente escalón.

Soorim seguía abajo, mirando a su cita subir delicadamente, mientras ella sólo pensaba. Había conocido a Seungyoun de la manera más extraña posible, el día que la había visto desnuda a través de la ventana. Aún cuando tenían una amiga en común, esa fue la manera en que el destino quiso que se conocieran. Desde ese día Seungyoun siguió haciéndole bromas y molestandola sólo por diversión. Siempre buscaba la manera de hacerla enojar o sentir incómoda, esa era su forma de ser. Pero podía sentir un ligero cambio en él. Esa noche era más serio, tenía mucho cuidado con lo que decía, incluso estaba siendo más considerado. Lo había notado desde el momento en que la invitó a salir, había sido distinto al día de la apuesta. Y la manera en que se había vuelto a presentar, como si quisiera comenzar de nuevo, mostrarle una nueva versión de él, mostrarle que quizás él sí estaba interesado en ella de verdad.

-¿No piensas subir?- preguntó desde arriba. Su estado de ánimo parecía haber cambiado nuevamente, su ceño estaba fruncido levemente, y su voz sonaba algo seca.

-Iré ahora.

-Bien, te espero aquí- Soorim subió con mucho cuidado al igual que Seungyoun lo había hecho. Cuando llegó a donde estaba Seungyoun, este estaba simplemente sentado con sus pies cruzados y las bandejas en mano, su expresión era algo seria, parecía distraído. -¿Te sucede algo?

-¿Por qué aceptaste tener una cita conmigo?- preguntó sin mirarla.

-¿Por qué me preguntas eso?

-Claramente no estás disfrutando esto... Comienzo a arrepentirme de haberte invitado a salir- dejó las bandejas a un lado. - Lo siento, creo que me apresuré en pedirte una cita, y ni siquiera te pregunté qué querías hacer. Hice todo por mi cuenta pensando que esto te gustaría. Sólo quería comenzar de nuevo, mostrarte un lado de mí que no conoces. Pensé que sería divertido venir aquí, pero desde que llegamos me mostraste que estaba equivocado. Ni siquiera estás interesada en mí, ¿cómo es que aceptaste venir conmigo?

- No lo sé- contestó siendo sincera. Al principio pensó que había aceptado sólo por quitárselo de encima, pero la manera en que se estaba comportando le había causado mucha curiosidad, quería ver más de este nuevo Seungyoun.

-Debería llevarte a casa- Seungyoun soltó un suspiro.

-No- lo detuvo. -Dijiste que no sabías si te gustaba o no. Hasta que no tengas una respuesta, no me lleves a casa. Además, dijiste que harías que me divirtiera y que me mostrarías una parte de ti que no conozco. Quiero ver qué tanto puedes mostrarme de tí.

-No quiero que te sientas obligada a quedarte- negó. -Ya te he presionado bastante, incluso siento que te presioné cuando llegamos a este lugar- dijo recordando cómo había querido comenzar de nuevo con Soorim para tener una oportunidad.

-Solo un poco- admitió. -Pero esta vez me quedaré porque quiero- tomó una de las bandejas y se dirigió al tobogán más cercano. -¿No piensas venir?- lo imitó al ver que se había quedado en el mismo lugar. Seungyoun sonrió y tomó su bandeja para seguirla.

-Las damas primero- señaló el interior del tobogán.

-Que caballeroso- comentó sonriendo.

-Te seguiré de cerca- prometió cuando Soorim se sentó en su bandeja, lista para deslizarse. Seungyoun le dio un leve empujón, haciendo que Soorim comenzara a bajar a toda velocidad, soltando un pequeño grito por la emoción. Y como había prometido, Seungyoun se preparó para seguirla, soltando también un grito de entusiasmo en cuanto su bandeja comenzó a moverse a toda velocidad.

¿Cómo Ser Un Padre Otra Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora