013. Un encuentro inesperado

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Ernie, revolvió sus bolsillos y miro el suelo de una forma nerviosa, para después subir la mirada y observar a Alis, sin detener el paso.

— Ha estado todo muy tenso, sabes —. Ernie solto una mueca, recordando algunas de sus peleas del día que eran referente a muchos temas sin especificar—. Realmente no creo que duremos mucho.

—Es una lástima  —dijo Alis acercándose más a su amigo, tratando de subirle el ánimo.  — se ven muy bien juntos, pero supongo que esto es así.

—Gracias.... creo  —el rubio sonrió confundido y siguió caminando—¿Qué vas a hacer en Navidad? 

—Estaré con Holly, y probablemente con Si... digo con el señor Miau.

Ernie, fruncio el ceño y desvío la mirada.

—No piensas regresar ¿Verdad?  —preguntó decepcionado el rubio.

—No pronto a decir verdad  —Alis, sonrió un poco triste, para después abrir las puertas del gran comedor.

—¡TÚ!  —exclamó molesta Emma Beaufort, tan pronto como entró en el Gran Comedor.

Alis, soltó una gran carcajada al ver el cabello verde de la chica y la cara llena de granos rojos y grandes.

—Me había olvidado de ello  —Alison soltó una gran carcajada sonora.

—Señorita River  —  exclamaron al unísono Severus Snape, McGonagall y Sprout, a las espaldas de la chica

—Mande —dijo Alis cordial, tratando de no reír nuevamente mientras daba media vuelta.

—Me informa la señorita Emma, que usted es la responsable de esto  —dijo Sprout—¿Es cierto?

—¡Lo es! ¡Yo lo sé! —chilló Emma—¡Me odia!

—Claro que yo lo hize, quien más lo haría —Alis sonrió un poco.

—¡Qué barbaridad!  —  exclamó McGonagall.

—Sería justo que la señorita River sea castigada y además que se le descuenten.... puntos —dijo Snape.

—¡Claro que habrá un sanción Snape! —respondió McGonagall indignada. — Sprout.

La profesora Sprout, clavó sus ojos en Alis, para después hablar.

—Serán descontados treinta puntos a Hufflepuff y a demás estarás castigada este sábado.

—Entendido —dijo Alis firme y con una pequeña sonrisa  —. Si me disculpan, tengo que ir a cenar.

A lo lejos se escuchó como Emma soltaba un chillido estruendoso de enojo.

—Ha valido la pena cada segundo  —dijo Alis riendo.

Ernie, negó con la cabeza divertido.

—Yo le he advertido que no se metiera conmigo

Ernie, solto otra carcajada y acompañó a su amiga a tomar la cena.















²SECRETS RIVER, cedric diggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora