En un lugar en Manhattan
-¿Tú cierras?.-la música se detiene y mi cuerpo tiembla cuando toco el piso.-Controla tus brazos, si hubieras venido a entrenar temprano esto no hubiera pasado.-es la profesora Smith de ballet. Rechinos mis dientes tragando mi saliva sin aliento.
Asiento con la cabeza y ella pone la música desde el principio, quiere quedarse a enseñarme pero su orgullo es lo demasiado grande para no quedarse. Soy demi-soloist en la compañía y cómo una de las hadas de la Bella durmiente se lastimó la pierna ensayando para otros dos papeles me dieron el papel su hada de la alegría a pesar de no ser una soloist, el problema es que me enteré a las 6pm.
Me enfoco en la música no en las manecillas el reloj.
-Oh no sabía que..-McAllister la prima ballerina entra al salón con Carter.
-No, ya me iba.-me detengo y no tengo aire, intento mover mi cabello para verme lo más presentable para Carter quien es la Bestia.
-No te esfuerces mucho ¿okay?.-él pide y una sonrisa tonta se asoma en mis labios. Adam Carter, su nombre es el nombre de un príncipe, tiene unos ojos azules brillantes y un cabello en tono casi dorado, tiene una barbilla partida y una firme quijada. Su cuerpo es bronceado, tan perfecto cómo McAllister quien aparte de su bronceado tiene el perfecto cuerpo para ballet que todos en la compañía la aman. El cabello de McAllister es rubio y liso, no se descontrola cómo el mío y su figura es pequeña lo cuál encaja con cualquier bailarín.
Recojo mi celular y me acerco a Carter pero McAllister lo toma del brazo para empezar a discutir de unos temas. Me miro en el espejo y a comparación de ellos mi piel es pálida, soy alta, tengo unas horribles pecas en mi nariz y mi cabello es negro con rizos que se asoman en las puntas de este cabello con frizz, tengo un ojo más azul que el otro y manchas de color marrón.
-Hace mucho frío allá afuera..hmm Hunter.-habla McAllister y Carter le susurro mi nombre.-Ponte un suéter, no arruines esto.-sonríe hacia mí pero es forzada por Carter.
Ella desenrolla una chaqueta de su cintura y la pone sobre ella alardeándome que Carter le prestó su chaqueta. Miro hacia Carter pero su atención es robada por las caderas de McAllister, siento celos de eso. Me quito las zapatillas y lucen cómo una verdadera pareja aunque Carter es mi novio, solo está con ella porque al decir que están juntos reciben más papeles.
Es solo una actuación.
Los veo practicar y sus cuerpos encajan, parecen enamorados si todo esto no fuera una farsa.
-¿Ya te vas?.-Adam corre hacia mi cuando me pongo de pie y asiento con la cabeza. Mi corazón se acelera ante de su presencia.-Llega a casa a salvo.-se inclina a mí y paro mis labios, pero él se ríe y besa mi mejilla.
McAllister nos mira por el reflejo y al ver mis ojos mira hacia otro lado casi puedo asegurar que disfrutó esa evasiva.
-¿Me llamas?.
-Voy a estar tan cansado y después debo llevar a Karen a casa y..
-¿Karen?.-murmuro.
-Tú eres mi niña, no te pongas celosa, no de nuevo que necesito mi cabeza aquí.-besa de nuevo mi mejilla. ¿Su niña?, nunca me había llamado una niña.-Vete.
Asiento con la cabeza forzada a irme. Este verano hablamos más, la compañía estaba de gira y pasé a verlo en una de sus funciones, se quedó en Inglaterra porque es hermano del primo del esposo de mi hermana mayor Susan. Entrenamos juntos todo lo que quedó del verano en el rancho de mis abuelos y empezamos a besarnos, ahora..ahora apenas recibe mis llamadas.
Suelto un suspiro al salir y es muy frío y muy de noche, es la media noche con unos minutos. Tengo hambre, mucha hambre y pensar en Adam y Karen juntos revuelve mi estómago, sería mucho más sencillo que solo terminara conmigo.
Escondo mis penas en almendras cubiertas de caramelo. Intento caminar hacia la estación pero un grupo de vagabundos me ahuyentan, tal vez son indefensos pero mi abuela desde Inglaterra se encarga de enviarme todos los días noticias de secuestros, violaciones y robos en New York sin importarle que no ando por esa colonia. Quiere que regresé con ella y el abuelo a Inglaterra, pero no puedo regresar con mi hermana pensando que mi sueño de ser bailarina es una locura y criticando cada aspecto de mi vida. Ella ya se casó hace tres años y tiene un hijo de dos años, Jr.
Mi hermana Susan intentó ser bailarina pero no funcionó así que siguió en la universidad, sin embargo yo en lugar de ir a la universidad entre a la compañía de ballet Rizzu y me vine a vivir a New York.
ESTÁS LEYENDO
LA FALSA HUMANO
ParanormalEl hombre que amé me traicionó y mi vida empezó hasta que conocí en la noche a Finn con el brazo lastimado ... Rhode tiene 18 años, acaba de llegar a NYC por una compañía de ballet. Ella creía tener el novio de sus sueños hasta que se enteró que la...