Después De La Guerra [Book #1] (Catradora)

La celebración por la victoria

[...]

Adora abrió sus ojos con pereza, sintiendo la tenue luz del día que solía filtrarse a su habitación en las mañanas, a lo que se removió haciendo una mueca, estaba algo molesta, el sueño reciente comenzaba a borrarse de su memoria, mirando solo una pantalla negra. La joven se sentó sobre el colchón, retirando las sábanas que la cubrían y escucho una larga exhalación a su lado por lo que giró su cabeza visualizando a Catra, quien seguía durmiendo, acostada boca abajo hundiendo su rostro en la almohada. Una sonrisa se dibujo en los labios de la rubia y con lentitud deslizó su mano hasta los cabellos de su pareja, brindándole una suave caricia.

—¿Despierta tan temprano? —le preguntó la castaña sorprendiendola, no esperaba que abriera los ojos tan pronto.

—Si, creo que muy en el fondo tengo la sensación de que Glimmer aparecerá y comenzará a hacer un escándalo —rió —, creo que preferí despertarme antes de eso —Adora alejó su mano de Catra, quien se levantó apoyando sus manos y rodillas en el colchón, estirándose un poco —. Haces lo mismo que Melog ahora que lo pienso —comentó Adora intentando contener una risa ya que sabía bien que la castaña se irritaría más de lo que lo haría en ese momento por lo que dijo.

—¿Qué me intentas decir, princesita? —le cuestionó la castaña alzandole una ceja.

—Que ambos son unos lindos gatitos —canturreó Adora provocando que su novia gruñera.

—Decidido, a la próxima Melog duerme conmigo y tu en el suelo —dijo Catra levantándose de un salto de la cama y dirigiendolas a su guardarropa, que habían instalado justo al lado del de la rubia.

—Oye, no puedes hacer eso —reclamó Adora levantándose por fin para seguir a Catra quien ya sacaba su ropa —. Es mi cama y mi cuarto —argumentó inflando sus mejillas, Catra le miró de reojo y sus labios formaron una pequeña sonrisa, aquel gesto de la chica siempre le parecía algo tierno.

—¿Y crees que eso me importa? —preguntó Catra con diversión acercando su rostro hasta el de su novia, casi rozando sus narices y mirándole con superioridad.

—Eres mala —murmuró Adora haciendo un puchero. Su mirada bajo hasta los labios de la castaña y volvió a sus ojos bicolor, sonriendole maliciosamente —. Bueno, entonces quédate sin tu novia e intercambiala con tu amigo alienígena, pero dudo que él quiera besarte y mimarte —la castaña alzó una ceja mientras la sonrisa no se borraba, ¿cómo la rubia podía ser tan atrevida para decir aquello?

—Vaya que eres idiota —le susurró para después cerrar el espacio entre ellas y besarla, sorprendiendo a la rubia con su movimiento —¿Quién dice que no te robaré los besos? —cuestionó con voz coqueta alejando sus labios solo unos cuantos centímetros de la boca de ella y mirándole a sus ojos —. Además, no pasará mucho tiempo antes de que tú quieras abrazarme, ¿me equivoco? —la castaña deslizó su dedo sobre la mejilla de la rubia quien de inmediato se puso colorada del rostro, provocando que la felina soltará una carcajada —. Confirmado, tu solo haces función de tu cabeza intermitentemente —dijo Catra con burla alejándose por fin de su novia y dirigiéndose a la parte posterior de la cama donde la cortina decorativa de esta le permitía tener privacidad para cambiarse.

—¡Catra! —exclamó Adora frustrada tapando su rostro con sus manos, intentando que el ardor se marchara de él.

—¡Tú empezaste! —refutó Catra desde el otro lado de la habitación, la rubia suspiró, recuperando pronto su tono claro de piel y dirigió su mirada al centro de la habitación, dónde Melog parecía seguir durmiendo pese a su escándalo.

—Te envidio —susurró Adora mirando al felino quien se veía plácidamente dormido.

—¿Qué dijiste? —le preguntó Catra volviendo con ella, la rubia se giró de inmediato a su guardarropa para sacar prendas de el.