La maldigo unas cuantas veces porque, al parecer, el conductor nos deja todavía bastante lejos del sitio donde se encuentra su noviete, y todo ese camino tenemos que hacerlo a patita. Para ella no será un inconveniente, pero para mí —que voy cargada con la mochila de la cámara alas espaldas— es uno muy gordo.

Como consecuencia, cuando llegamos al sitio en cuestión, yo tengo que pararme y apoyar mis manos en las rodillas para recuperar el aire. Mientras tanto, ella corre al encuentro del chaval al que tengo que sacar las fotos.

Ante mí tengo seis coches, cada uno de un color y una marca distintas. No me centro mucho en eso, porque veo un corro con lo que deben de ser los conductores de los vehículos y como Minnie va hacia el círculo y se engancha al cuello de uno que tiene el pelo verde menta. Mi amiga (que es tan alta como él con las deportivas de plataforma que lleva) le planta un beso en la mejilla y, según puedo apreciar desde mi distancia, el chico sonríe.

Me acerco más porque mi deber como amiga me dice que tengo que inspeccionar al chaval (aunque ayer le cotillease el Instagram, sus fotos son tan malas que no me puedo hacer una idea), pero también porque es el que me va a hacer un poco más rica, así que debería presentarme. Aunque cuando lo hago no sé si es buena idea, porque mi amiga (cómo no) le está comiendo la boca. El resto de sus amigos se ríen un poco cuando ven la escena, apartando un poco la mirada de la pareja, como si quisieran darles intimidad.

Por supuesto, eso no es algo que yo haría.

—¡Minnie! —le grito. Ni puto caso. Me arrepiento de no haberme traído unas zapatillas de cordones y haberme puesto unas botas que son tan complicadas de quitar de inmediato, porque me la quitaría y se la lanzaría. En su lugar me tengo que conformar con una piedra que encuentro en el suelo y le lanzo al brazo. Ahí se separa—. Si quieres enrollarte con él vete a un puto hotel, pero yo he venido a trabajar.

Los amigos del peliverde se ríen ante mi fantástica intervención, mientras los dos enamorados se separan con los labios hinchados por la sesión de morreo. Entonces me fijo en el chaval, que clava sus ojos gatunos en mí con expresión seria. Al menos más que la que le he visto cuando estaba con mi amiga.

—¿Tú eres la fotógrafa?

—No, si te parece llevo esta mochila en la espalda por gusto —espeto.

—Sí, es ella —responde mi amiga, exasperada. Luego se separa de él para adecentarse la camiseta, que se le había subido—. Lee Haerin. Trabaja en una agencia de fotografía y todo; seguro que te encantan sus fotos.

El peliverde, al fin lejos de mi amiga, se lleva las manos a sus vaqueros negros estrechos y apoya su culo en el morro del coche que tiene detrás. No veo la marca, pero es de un color gris precioso. No como el gris feo de mi coche...

«No te acuerdes de tu coche, sabes que eso te da escalofríos. Pronto estará recuperado».

—¿Te ha explicado Minnie qué tienes que hacer?

—Me dijo que lo hablase contigo y tú solo me citaste aquí. He traído todo el material por si acaso, pero estaría bien saberlo.

—Vale... ¿Conoces Outlawed?

—¿Outqué? —le pregunto.

Sé que existen competiciones de carreras regladas, pero ese nombre no me suena en absoluto.

—Tendré que explicártelo desde el principio entonces... —responde mirando al cielo, como si así pudiese encontrar las palabras, antes de fijarse en mí de nuevo. Veo de reojo que Minnie se acomoda a su lado en el capó del coche—. Outlawed es el nombre de una web en la que los usuarios que paguen una cuota mensual pueden ver carreras de coches en multipantalla. Esto quiere decir que nosotros, los pilotos, tenemos cada uno una cámara en nuestro coche y que el usuario puede acceder a cualquiera de ellas para ver cómo va la carrera. Dentro de la web se pueden hacer apuestas sobre tu conductor favorito y esas cosas. En fin, la parte de vídeo la tenemos más o menos cubierta —me explica—, pero las fotos las solía hacer Jungkook con su móvil y necesitamos algo más profesional. La web está alcanzando unas cifras bastante altas de abonados, así que en principio necesitaríamos las fotos, pero en función de tu disponibilidad y de lo preparada que estés, podrías también encargarte del tema de marketing y...

Outlawed - jjk, knjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora