—¿Te has planteado ser auror alguna vez?—comenta—Porque, vaya. Tienes fuerza en los brazos.
Le saco la lengua, y ella se ríe.
La verdad, odiaría ser auror. Ahora estamos en guerra, pero cuando todo acabe y los mortífagos sean capturados, no quedará nada que hacer. Además, siempre me he decantado por oficios más... pacíficos.
No me gusta la violencia.
Salvo cuando me interrumpen mientras leo, claro, pero esa es otra historia (que nadie puede probar).
Marlene se gira y nos ve, y me saluda con entusiasmo. Yo le sonrío y le devuelvo el saludo, bajando los últimos escalones para situarme a su mismo nivel.
—Vaya, Meadowes—saluda, con una media sonrisa—Estás preciosa.
—Tu también, McKinnon. Bonito traje—replico, muy satisfecha por no haber tartamudeado ni una vez.
—¿Ya os habéis saludado?—interrumpe Hestia. Luego, antes de que ninguna pueda contestar dice:—Bien. Si haces daño a mi amiga, acabaré contigo, rubita.
—Lógico y respetable—replica Marlene, asintiendo—Pero no te preocupes, no te daré motivos para mancharte la ropa de sangre. Sé lo molesto que puede ser eso.
Hestia la mira de arriba a abajo, como si le estuviera haciendo una evaluación completa, y yo suspiro.
Normalmente, la tarea de avergonzarme delante de mi cita sería de mis padres, pero considerando que estamos en un internado mágico en las montañas de Escocia, a miles de kilómetros de casa, Hestia ha decidido que es cosa suya.
Por suerte para mi, Marlene McKinnon no se asusta facilmente. Por algo está en Gryffindor, supongo.
—Me cae bien. Ahora, si me disculpáis, tengo que darle esta misma charla a Lovegood—dice, señalando con la cabeza a Pandora.
Ella sonríe y niega con la cabeza.
—No creo que sea necesario. Xenophilius nunca haría nada que me pudiera hacer daño—afirma con convicción.
Espero que tenga razón. No soportaría ver a mi positiva amiga con el corazón roto.
Si eso sucediera, Hestia no sería la única de la que Lovegood tendría que preocuparse.
—Lo que tu digas. En fin, nos vamos a buscar a ese Xene... Xenoph...—Hestia inspira hondo—Pandora, por favor, la próxima vez búscate a una cita con un nombre que se parezca menos a un trabalenguas—se queja, ya alejándose de nosotras.
—No seas mala—la regaña Pandora, siguiéndola. Se da la vuelta hacia nosotras y exclama:—¡Ah, y tened cuidado con los nargles! Debe de haber un montón por aquí hoy.
Asiento y me despido de ellas con un gesto. Marlene se las queda mirando con el ceño fruncido.
—¿Nar qué?—pregunta, un poco confundida.
—Criaturas que infestan los muérdagos y roban cosa—informo—Probablemente no sean reales.
—Los Ravenclaw no podríais ser más raros—murmura, más para ella misma que para mi. Luego sacude la cabeza y se gira a mirarme con una sonrisa—Bueno, querida cita—dice, ofeciéndome la mano—He oído que se celebra un baile por aquí cerca. ¿Te interesaría asistir?
Sonrío y le doy la mano.
—Sería un placer.
Ella se ríe y nos dirigimos al Gran Comedor, siguiendo el constante flujo de gente que recorre los pasillos.
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OPERACIÓN JILY
FanfictionÚltimo año en Hogwarts para los merodeadores. James está decidido a conquistar a Lily Lily está decidida a conocer a fondo a los merodeadores. Sirius está harto de las lamentaciones de James. Remus está harto de hacer de niñera. Marlene está lista...
Mi cita me cuenta historias raras de su vida
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