El comienzo de algo nuevo

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Si te falta vida yo te la daría
Si un día tú me faltas yo no sé que haría
Porque eres el principio y el final
Eres tú, solo tú

Que importa el mundo entero
Si lo único que quiero
Eres tú

Solo tú

Mi pelirroja se separó un poco de mí y unió levemente sus labios con los míos, había dejado de llorar y ahora me mostraba una de sus hermosas sonrisas.

Eres tú, solo tú
Lo que quiero eres solo tú
No me importa nada el mundo entero
Eres tú

Eres tú, solo tú

—Nunca dudes del enorme amor que te tengo, peli; antes estaría muerto a dejarte desprotegida—me sinceré.
—Lo sé corazón; lo que tenga que pasar, que pase contigo—me respondió.

Que importa el mundo entero
Si lo único que quiero
Eres tú
Eres tú
Eres tú

Para terminar la canción, le di un giro a Lily y su cabello flameó en ese instante.

—Gracias por toda esta sorpresa James, sigo sin tener las palabras suficientes para agradecerte por todo esto.
—Estoy complacido con que te haya gustado, ese es el mejor agradecimiento que me diste—le dije—te quiero Lils.
—Yo mucho más, pero tengo mucho sueño, cariño; ¿podemos ir a dormir?—murmuró mi novia mientras bostezaba cansada.
—Claro que sí—la obligué a que se subiera a mi espalda para llevarla hasta mi habitación que estaba en el tercer piso.
—Nunca me cansaré de ver tu casa, es enorme.
—Ya te acostumbrarás.

Una vez que llegamos, la deposité en el suelo y le abrí la puerta, para mi suerte, había limpiado mi habitación en lo que estaba solo. Lily curioseaba con todo lo que veía, en realidad, no había cosas muy raras, tenía pegados a las paredes a mis equipos de quidditch favoritos y en lo demás, mi cuarto era de color azul junto a todos los muebles que habían aquí dentro.

—Tú recámara es enorme amor, me gusta el color—dijo y se recostó encima de mi cama—¿qué es esto?—preguntó por una carta que había sobre la almohada.
—Cartas de Marcie, desde que salimos de vacaciones no deja de escribirme—le respondí ignorando la carta—vamos a dormir.

Lily asintió y tiró el papel hecho bola a la papelera, se metió al baño de mi habitación para vestirse con una camiseta de quidditch que le presté; en lo que ella se encerró, yo me puse mis pantalones de pijama y me quité la polera como era costumbre. Después de un rato, Lils salió y me percaté que se avergonzó un poco al verme.

¡Diablos! Me olvidé que no se acuerda que duermo sin playera...

Si quieres me pongo una playera encima, amor.
—No, no, descuida, no cambiaré tus costumbres; además, disfruto de la vista—dijo mientras se relamía los labios. Recién me percaté como es que le quedaba mi camiseta del equipo y no podía desviar la mirada.

Si alguien más la ve de esta manera, no saldrá vivo de esta...

Normalmente no era un chico celoso, porque igual nunca he tenido una novia oficial, pero con Lily salía mi lado posesivo y no podía evitarlo, aunque haré lo posible para calmar ese aspecto de mí. Me recosté en mi cama después de lavarme los dientes e invité a Lily a que se recostara a mi lado, la ventaja, es que tenía una cama grande y no estaríamos incómodos.

Bien que quieres tenerla lo más cerca posible...

Ella voluntariamente se pegó a mí y me abrazó mientras se acomodaba en mi pecho, yo le arreglé algunos mechones de su cabello rebelde para que no le estorbaran en la cara y besé su cabeza con ternura que me nacía desde lo más profundo de mi corazón.

¿Por qué Lily Evans?|Desde diferentes perspectivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora