Tal vez algún turista me habló de ello y mí mente lo proyectó como un recuerdo propio. Nuestras Ciudadelas Libres eran sitios turísticos muy concurridos, como un zoológico, aunque nunca he visto uno, pero en algunas películas se pueden apreciar con claridad.
Una vez Lía nos mostró una película pornográfica, en aquella película sometían a una mujer, la abofeteaban y violaban sin parar, Liana me dijo que una de sus compañeras le había comentado que en realidad todo era ficción, que no era una violación real, aún así fue sumamente realista para mí. Generalmente veíamos a Mujeres arrodilladas chupando la masculinidad o pistolas, mujeres atadas o encadenadas o con collares de perro en el cuello o cabeza abajo, desnudas, con las piernas abiertas, mujeres a las que violaban o golpeaban o mataban. Una vez tuvimos que ver cómo descuartizaban a una mujer, le cortaban los dedos y los pechos con tijeras de podar, le abrían el estómago y le arrancaban los intestinos.
Entonces la maestra de turno nos miraba y decía todas las cosas que les pasa a las mujeres en el exterior, ellas no tienen cuchillos con los cuales quitarse la vida y debían vivir con la consecuencia de su pureza arrebatada. Le temblaba la voz de indignación relatando los horrores del viejo mundo y del mundo exterior en general. Por eso era razonable que todas le temiéramos a la idea de salir de aquí, sentíamos que a penas pusiéramos un pie fuera de Villanelle hombres lujuriosos se abalanzarán sobre nosotras y nos matarán como aquellas mujeres de las películas. Más tarde, Liana dijo que no era real, que estaba filmado con modelos; pero era difícil saberlo.

También veíamos dichas películas para poder saber cómo satisfacer a nuestros maridos futuros, recuerdo que una vez vimos una película pornográfica más reciente, era sobre una pareja gay, se veían tan cómodos, el hombre mayor tocaba con tanta dulzura a el chico más joven, recuerdo que mientras lo veíamos Lía nos decía que ese era la forma de amor más puro, todo lo contrarío al de la mujer, al chico no lo golpearon, abofetearon o violaron, a él lo tocaban con amor y deseó, su rostro sonrojado, su respiración jadeante y su lengua detonando gemidos de placer era increíble, su rostro era éxtasis puro, recuerdo los cuchicheos de las chicas sobre ello, según sé a los Novios también les hacen ver dichas películas, para que así acepten su rol pasivo ante un Señorío o un Marido. Al salir al recreo todas coincidimos en que era mucho mejor ser hombre, la forma en que usualmente tocaban a esos hermosos muchachos, como los besaban, abrazaban y llenaban su cuerpo de placer era espeluznantemente bello, yo quería ser un chico así, ser amado, deseado y protegido.

La hora del recreo llegó y todas salimos en fila al jardín privado para poder obtener un poco de luz solar, también para comer unos cuantos deliciosos bocadillos y hablar entre nosotras, yo no era alguien de muchos amigos, era tímida y reservada, pasaba el mayor tiempo sumida en soledad, pero nadie parecía notarlo.

Liana todavía no había llegado, era la única con quien estaba, era mi hermana y por ende alguien de confianza, por ello estoy sola. Me siento apartada de las demás y me recuesto en el pasto, mirando directamente al cielo, ¿Cómo será ese chico nuevo? ¿Le habrá pasado alguna desgracia? Ojalá que mi teoría de los viajeros sea cierta.

— Tabitah — me levanto y veo a María, otra maestra —. Ven, tú madre ha venido a recogerla, apresúrese.

Asiento y me levanto para tomar mí velo e irme.

Asiento y me levanto para tomar mí velo e irme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Corre, Conejo, Corre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora