—¿¡Qué?! -dijieron a el unísono Shirou y Michiru, totalmente en blanco.

—Tu padre quiere que vea que tan bien estas, y yo quiero saber si esta ciudad es apta para ti. Solo tres días -levanto tres dedos- esos tres días estaré aquí con ambos, solo para asegurarme que estarán bien.

—Entonces, ¿no te molesta que estemos juntos? ¿En serio?

—No la tientes...-susurro Shirou.

—Mientras seas...feliz supongo que estará bien -dijo la madre mientras Michiru sonreía de oreja a oreja y la abrazo- ¿esta bien que me quede?

—Claro mamá, Shirou y yo te recibiremos con gusto. Te mostraré una habitación, y te presentaré a la señora Melissa y Jam.

—Me encantara conocerlos, vamos, me encantara pasar el tiempo contigo.

Aunque se escucho amable, Shirou noto que fue mirado amenazante por la madre de Michiru a el salir de la habitación, ahora no le daba mucha confianza que ella estuviera de visita, incluso Nazuna estaba nerviosa después de que ella saliera.

—¿Qué pasa con sus caras? Parece que vieron un fantasma.

—Algo no esta bien -dijo Shirou para levantarse- su padre no aviso, ni siquiera ella.

—Dijo que venía a quedarse, ¿no? ¿Por qué hay maleta?

Ambos se alertaron, y se espantaron. Inmediatamente Nazuna llamo a el padre de Nazuna ya que en la cena intercambio números con sus padres y los de ella.

^¿Hola?^

—¿Señor Kagemori? -preguntó Nazuna.

^Oh Nazuna, ¿que pasa? ¿Es Michiru?^

—Es sobre la señora Kagemori, ¿sabe algo? -preguntó sin decir el porqué.

Shirou estaba escuchando la llamada, realmente no le tenía buena espina a la situación de ahora, cuando escucharon lo siguiente todos los presentes sintieron pesado su pecho.

^Mi esposa fue a visitar a su madre unos días, ¿La necesitas?^

—N-No, me tengo que ir adiós.

Colgó rápidamente y Shirou empezó a correr a la puerta con Nazuna.

—Sabía que había algo malo.

.
.
.

—Mmmm...

Michiru se agitó un poco, no sentía nada de su cuerpo, se sentía liviana. Abrió los ojos para verse recostada en lo que parecía una cama, pero la habitación era extraña al igual que el ambiente.

—Michiru.

—¿Mamá? ¿Qué paso? -trato de levantarse, pero no pudo- Pero que..

Michiru solo estaba cubierta con una sabana y su madre a su lado en una silla, leyendo uk libro tranquilamente.

—No te molestes, tu cuerpo esta adormecido -mencionó para pasar página- realmente tenía ganas de hablar.

T U  A R O M A   2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora