Bills: No lo aran si sólo hago esto

Las constantes caricias de la deidad hacían que la joven perdiera la compostura, poco a poco su cuerpo se empezó a calentar y sus piernas ya no podían soportar su peso, la joven susurraba desesperadamente que Bills se detuviera pero la deidad hizo caso omiso e incluso esas caricias se volvieron mucho más atrevidas cada vez que la joven insistía en que parase - vamos....vamos a...a dentro - mencionó la joven intranquila, la deidad sonrió victorioso a decir verdad no sabía cómo siempre se sale con la suya, pues si realmente Lilith lo quisiera lo detendría sin problema; ambos entraron y se situaron en la sala, Bills ya no podía resistir más y empezó a besar desesperadamente a la joven logrando que ambos cayeran en el sofá, aquellos besos eran tan apasionados que sus cuerpos empezaron a calentarse y sus respiraciones se fueron descontrolando, como en anteriores ocasiones Bills empezó a acariciar cada parte de la jóven, desde sus brazos hasta llegar a sus caderas apegándose más a ella, entre esos movimientos la deidad no podía evitar que ambos cuerpos se rozaran entre sí - Bills...para....¡aah! - con el pequeño gemido de la jóven, la deidad se detuvo por un momento, observando con asombro aquel rostro enrojecido de Lilith, ese sonido encantador fue tan deleitable que necesitaba escuchar más de eso, la joven se moría de la vergüenza ese sonido involuntario fue realmente  penoso, quería levantarse y salir de ahí lo más rápido posible pero la deidad nuevamente empezó con las caricias

Bills: Hazlo de nuevo...quiero escucharte

Lilith estaba apenada por la reacción de la deidad, no quería volver a pronunciar ese sonido tan vulgar y vergonzoso - Pa..para- menciono nuevamente sintiendo como Bills recorría su cuerpo con besos y caricias, estaba a punto de perder la razón parte de ella quería parar pero la otra quería llegar hasta el final, antes que de la deidad siguiera con su jugueteo se escuchó el caminar del ángel y los Saiyajins que al perecer ya habían concluido su entrenamiento, al entrar a la sala observaron una escena totalmente "normal" Bills estaba en la ventana contemplando el paisaje y la joven estaba sentada tranquilamente en el sillón

- Veo que ya han terminado- mencionó la joven tratando de normalizar su reparación

- Si, la señora Bulma llamo y necesita la presencia de su esposo...- contesto Wiss al ver que ambos actuaban un poco extraño - Señor ...llevaré a Goku y Vegeta de vuelta a la tierra-

- Espera Wiss, te acompaño - dijo la joven, si se queda sola con la deidad puede que esté vuelva a intentar algo más y tal vez todo se salga de control nuevamente,es preferible mantener cierta distancia con él

Bills: ¿¡Que!? Pero...

Lilith: Será divertido conocer la tierra...además quiero probar los postres deliciosos que tanto presumes

Wiss: ¿Estás segura? No quiero que algo salga mal mientras estamos allá

Lilith: No te preocupes, a diferencia de Bills yo puedo mantener la compostura

Bills: Ja, lo dices como si fuera un berrinchudo

Wiss: Lo es

Bills: ¡¡Cállate!! no es verdad

Wiss: Jaja si lo es y yo soy testigo de ello

Bills: ¡¡No lo soy !! Y mejor hay que partir o no alcanzaremos a llegar para el almuerzo

Lilith: ¿También vas a ir?

- Claro, no me quiero quedar solo mientras ustedes van a comer... - Mencionó la deidad acercándose un poco a la joven - No te libraras de mi tan fácil - Susurro al oído de esta, lilith se sonrojo por ello, un mal presentimiento le recorrió la espalda, Bills no se rinde con facilidad y era obvio que intentaría algo, la joven tenía que ser inteligente para no caer en sus juegos. En toda la trayectoria hacia la tierra la deidad no comentaba nada, su silencio para muchos se interpreta como tranquilo sin embargo para Lilith aquel silencio significaba otra cosa, Wiss contemplaba inquieto de la actitud de ellos dos a pesar que intentaban esconderlo era obvio para había algo que cambiado en su relación, ahora eran mucho más apegados y de alguna manera eso levantaba sospechas. Al llegar a la tierra la joven quedó fascinada con el lugar era un paleta realmente hermoso y como si fuese una niña curiosa se aparto para observar la fabulosa vista de la gran ciudad; la corporación cápsula era un lugar fascinante para Lilith, tenía un gran balcón donde se podía contemplar los grandes jardines de esta y a lo lejos los grandes edificios de la gran urbe, la actitud adorable de la joven colocaba una sonrisa en la cara de la deidad, esa manera de ser hace que Bills se sienta más atraído por ella

Desde el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora