➳ D I E C I N U E V E

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—Sí, má. Fuerte y claro. —Suspiró, apoyando su codo sobre la mesa y su barbilla sobre la mano de ese brazo, admirando a su madre

—De verdad que eres imposible. —Ahora fue ella quien soltó todo el aire de sus pulmones en un largo suspiro. — ¿Cuáles tu plan entonces?

— ¿Recuerdas la casa de papá, en la playa? 

La sonrisa de Yeonjun se ensanchó cuando Mina empezó a negar repetidas veces, con las manos y con la cabeza. Oh, claro que recordaba esa casa. Su padre, cuando estaba casado con su madre, era un hombre de mucho dinero, la verdad Yeonjun nunca se lo cuestionó antes, pero si lo pensaba, podía imaginar su papá en algo ilegal para tener la fortuna que tenía, como esa casa de playa era, que, por decirlo de una manera, el nidito de amor donde Yeonjun fue procreado.

Sirvió de lugar para la luna de miel de su matrimonio.Tarde Mina comprendió que tantas atenciones eran nada más y nada menos por la cantidad de cuernos que le metía su esposo con un sinfín de mujeres que conocía durante su trabajo. Su matrimonio no duró ni dos meses más de esa luna de miel, pero la casa de playa quedó totalmente abandonada, aún peor considerando que se encontraba en una zona algo excluida de la ciudad y de la parte turística de la playa en sí. 

Oh sí, una casa oculta en la genial Jeju sonaba como música para sus oídos, y el mejor lugar para iniciar su nidito de amor junto con su pequeño minino.

—Ni siquiera haz llamado a tu padre para preguntarle. —Se defendió la mayor

— ¿Para qué? Creo que está muerto ese viejo, el punto es que tú tienes las llaves, me lo dijiste una vez cuando te saqué a fuerza la historia con mi papá. 

— ¿Y qué te hace pensar que te la daré? Yeonjun, ese lugar está abandonado desde hace más de diez años. 

— ¡Yeonjun! 

—Lo sé, mamá pero escucha-

— ¡Yeonjun! —El segundo grito lo hizo reaccionar.

Ambos mayores voltearon para observar a la pequeña Chuu, mientras las otras tres niñas e incluso Soobin miraban en dirección a los mayores. Yeonjun le regaló una hermosa sonrisaa su pequeño, y Soobin supo que era para él, porque al instante mente meneó las orejas y mostró sus dientes en una inmensa sonrisa,dejando notar los hermosos hoyuelos en sus mejillas. 

— ¿Qué pasa, princesa? 

— ¿Soobin no sabe hablar? 

—No, solo unas cuantas palabras. 

Después de decir eso, Yeonjun continuó concentrado en hablar con su madre, de una u otra forma tenía que convencerla de darle las llaves de ese lugar, así lo podía arreglar un poco y luego listo, su vida estaría solucionada por mucho tiempo más.Observó a Mina y entrecerró los ojos, analizando cada una delas muecas que hacía su madre, al parecer ella estaba en una constante pelea interna por saber si hacer lo mejor para su hijo y decirle que no participaría en algo que podía meterlo en problemas o hacer lo que a su pequeño lo hiciera feliz.

— ¿Entonces? —Cuestionó ella. — Necesitas las llaves,de acuerdo, pero ¿Podrás volver a poner esa casa en buen estado?Te recuerdo que no ha sido habitada por muchos años. 

—Necesitaré unos cuantos días, quizás una o dos semanas porque tengo que hacer mucho y no sé si permitas que nos quedemos aquí, pero igual puedo hospedarme en un hotel o algo parecido por este tiempo, solo... Necesito esas llaves, mamá. 

La voz suplicante de su hijo causó que ella solo soltara un suspiro lleno de resignación. Yeonjun era increíble, era terco, testarudo y siempre pretendía tener la razón, bueno, al fin y al cabo era su hijo, y lo amaba, Mina quizás no había pasado la mejor infancia de su vida, ni adolescencia tampoco, cuando decidió casarse con el padre de Yeonjun, su familia le dio la espalda, y aún embarazada y sola, le continuaron dando la espalda; ella no cometería esos mismos errores

Neko Corporation ➸ YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora