Capitulo 29: ¡Alguien que la pare!

Start from the beginning
                                    

- ¿Qué esperas mamá? – preguntó Madi ansiosa. El perro le ladró.

No podía echar a su hija de la sala ¿cierto? Fue hasta el paquete y abrió la tapa lentamente para poder mirar en su interior - ¿Otra caja? – se sorprendió al ver un regalo más chico adentro - ¿De que te ríes? – le pregunto a su pequeña imitación.

- Seguro es de esas sorpresas de las que sale una cajita cada vez más pequeña – lo había visto en la televisión obviamente.

¿Lexa no le iba a hacer eso cierto? Cansada de intriga Clarke rompió el paquete. – ¡Dios mío! – Clarke se había quedado sin palabras.

- ¿Mamá esa no es la cámara que tu querías? – Madi estaba en lo cierto, Clarke llevaba meses tratando de conseguir ese modelo.

- ¿Cómo… cómo lo supo? – la rubia no recordaba habérselo nombrado.

- Siempre es fácil cuando le prestas atención a tu novia – Lexa Woods en vivo y en directo Señoras y Señores.

- ¡MAMI! – se venía el salto del canguro con perro encima. Por suerte Lexa era bastante ágil, agarró a las dos criaturas fácilmente.

- Mírate cangurin, ahora tienes a un mini canguro a tu lado – le decía la morena tratando de abrazar a su hija - ¿Le pusiste nombre? – preguntó temerosa, ya se veía venir un número.

-Mmm – la niña miró durante unos segundos a su nuevo juguete - ¡Puppy! – anunció su decisión.

- ¿Cómo cachorro en ingles? – Lexa tenía que empezar a ejercitar la imaginación de su hija.

La niña asintió – Bueno entonces porque tu y Puppy no se van a lavar las manos mientras yo les preparó la leche con choco… - ni pudo terminar que la niña salió corriendo con su mascota persiguiéndola.

- Hola – saludo la morena a su novia que apoyada contra una de las paredes se había quedado con su cámara en mano mirando a su chica – No importa cuantas veces la viera. Siempre que podía mirar esos ojos, se ponía nerviosa - ¿Te gustó? – Clarke no contestaba - ¿Clarke? Háblame. Quiero escuchar esa voz – Lexa se acercaba de apoco.

- Tu ojo – fue lo único que dijo. No le gustaba para nada ver a su chica lastimada

- Lo se – la morena llegaba a centímetros de su chica – No me pude controlar. No tenía un buen día y esa tipa sabe donde pegarme – le contó sobre lo sucedido en el entretiempo del partido. Inmediatamente la artista se abrazó fuerte a su novia. – Ey – acarició el cabello de Clarke – Mírame… ¿Qué pasa? – Lexa presionaba, sabía que la rubia siempre intentaba cerrarse - ¿No te gustó el regalo? – preguntó nuevamente.

- Me encantó – dijo. Poco se le entendía porque tenía la cara metida en el cuello de la morena

- ¿Estás enojada por Puppy? Recuérdame que no dejemos que Madi elija el nombre de nuestros nietos, que los elija su esposo o esposa, que al paso que va, por esa niña van a rodar varias cabezas – Madi ya tenía su fama parece. Lexa sintió algo parecido a una risa y decidió seguir – ¿Disculpe señorita por casualidad ha visto a una mujer hermosa por aquí? – la morena bajó sus manos hasta las costillas de su chica y empezó a hacerle suaves cosquillas - ¿No? Bueno si la llega a ver le puede decir que su novia está desesperada por darle un beso enorme y que nunca pensó que iba a ser tan difícil estar lejos de ella y que aunque ama jugar al básquet, por primera vez en su vida pensó en dejar de hacerlo para poder estar al lado de ella – la deportista sentía pequeñas gotas en su cuello – Y si le queda tiempo dígale que la amo como ningún ser mortal es capaz de amar – apenas terminó agarró suavemente a su novia por los hombros - ¿Lo sabes no? ¿Sabes que te amo? – dijo mirando a la rubia que ahora formaba en su rostro el puchero más hermoso que Lexa podía imaginar – ¡Dios mío!… ¿Tu qué crees que me causas con esa cara? – Se inclinó y agarró con sus dientes el labio inferior que su novia se había encargado de sacar. Cuando estuvo segura de que su novia iba a profundizar el beso se separó – Nop. No más besos hasta que hables conmigo y créeme que estoy tratando con todas mis fuerzas de no hacerte el amor ahora mismo arriba de esta mesa – le explicó.

Cuando, donde y como el amor quiera Where stories live. Discover now