—No, no te preocupes, solo quería asegurarme de que está bien —dijo él —, no lo vi cuando me desperté y me preocupé, pero si está contigo, no hay problema, disculpa las molestias.
—No hay problema, la verdad él quería volver a casa, pero estaba muy borracho y no quería abandonarlo, así que... —Lalisa calló.
—Gracias, disculpa por haberte despertado.
La llamada terminó y Jeon se fue a correr un poco. Unos minutos antes de las seis volvió a su departamento, tomó su baño rápido de costumbre y a las seis y veinte de la mañana dejó el apartamento. No había desayunado, lo haría en la prisión al llegar.
A las seis y cincuenta ya estaba cambiando su ropa y preparándose para entrar a los pabellones, cuando de pronto, recordó su regalo. Fue a su auto, tomó el regalo y volvió.
—Coronel —Jeon volteó a mirar, era Hwasa junto a dos soldados más. Sus expresiones eran preocupadas, apesadumbradas.
—¿Qué pasa? —preguntó Jeon.
—Tuvimos un incidente en la noche —dijo ella, mirando hacia cualquier lado menos al rostro de su amigo.
—¿Incidente? —preguntó.
—Después de que usted se fue, Min Yoongi fue a los baños y tuvo un altercado con uno de los nuevos reos...
Y como si supiera lo que venía después, dejó el regalo en una mesa del salón de descanso de los oficiales y salió directo hacia los pabellones.
—Tratamos de detenerlo, pero es más fuerte de lo que esperamos que sería, además, varios omegas se pusieron en nuestro camino, tuvimos que usar la fuerza, pero cuando llegamos a él...
Hwasa y Park, quienes eran los de la noche, seguían a Jeon de cerca. Mientras éste, cruzaba portón tras portón a zancadas. Entonces, cuando finalmente llegó a los pabellones, los omegas estaban pálidos como muertos y lo suficientemente asustados de Jeon, como para atravesarse en su camino. Demonios, olían el enojo en él.
Cruzó la mitad del pabellón como si fuera un demonio y subiendo las escaleras de dos en dos, llegó a la celda uno del segundo pabellón. Desde afuera se oían voces, más que todo de Taehyung y de Yoongi.
—¡Déjame matarlo! —oyó a Taehyung gritar.
—¡No! —respondió Yoongi —. Le prometí al Coronel que no haría nada a los nuevos.
—Chicos —les dijo Jennie.
Y entonces, en ese momento vieron a Jeon de pie frente a la puerta mirándolos. Sus ojos recorrieron los rostros de todos los omegas que estaban en la celda; eran al menos ocho. Después, finalmente se detuvo en la ceja rota de Yoongi.
Su olor amargo a enojo desapareció lentamente y ahora solo sentía tristeza por el rostro maltratado de Yoongi.
Todos los omegas de la celda, uno a uno fue saliendo del lugar sin decir nada y entonces, cuando Yoongi se quedó solo allí, dijo:
—Te juro que yo no empecé, el idiota de MJ me odia desde la secundaria y encontrarnos aquí... —Yoongi negó con su cabeza y adolorido tocó su ceja rota —, además, estaba intimidando a un chico nuevo, tenía que intervenir.
Jeon se acercó y sin decirle nada tomó el rostro de Yoongi con cuidado.
—¡Ay! —lloriqueó Yoongi.
—Calla —susurró Jeon, levantando el rostro de Yoongi para revisar la herida —, ¿ya la vio la doctora?
Yoongi negó con su cabeza.
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Prisión de Omegas (Kookgi) +18
FanfictionEl infierno para algunos, el paraíso para otros. La prisión de omegas era lo que podría denominarse el reino de Min Yoongi, un omega preso como todos los demás, pero al mismo tiempo, completamente diferente a ellos. Min poseía un gen dominante y po...
10. Lámpara de estrellas
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