Act. 4: greed - the crows that chase the top -

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La orgullosa princesa Mizuki, comenzó a caminar alejandose del lugar, incluso después de tantos años Tōru Oikawa aún no le agradaba para nada, desde que se vieron en las eliminatorias de primavera en la secundaria. Amane iba contieniendo la risa debido a la situación que había ocurrido entre su capitana y el colocador del Seijoh, lo sabía perfectamente, cuando alguien no era del agrado de Mizuki se notaba de inmediato, solía ignorar a la persona o en cuestión era nada condescendiente con lo que le decía. Tenía una lengua muy afilada y no tibuteaba a la hora de usarla.

---- Mizuki-hime, ¿eres tú? ---- la peligris se volteó.

---- Deja de llamarme así Daichi, soy yo... ha pasado mucho tiempo ---- sonrió al pelinegro.

El capitán del Karasuno se acercó, había crecido mucho y notó que era más maduro, el tiempo siempre hacía de las suyas. Por otro lado Daichi notó un enorme cambio en Mizuki, su cuerpo se veía más atlético y emanaba cierta aura intensa aunque no dejaba de parecer una princesa. Desde que la conoció vio en ella un aire de nobleza como si fuera una princesa, por eso cuando vio una foto suya en una revista deportiva se sorprendió mucho ya que cuando estudiaban juntos no parecía interesada en el volleyball habría jurado que se haría bailarina pues cuando asistían a la primaria ella era parte del grupo de danza contemporánea.

---- Veo que estás en una preparatoria de súper élite, vi ambos torneos nacionales el año pasado. ¿Qué se siente ser subcampeona nacional? ---- preguntó a la chica.

Ella sonrió socarrona.

---- Bueno vienes siendo algo así como una super estrella, todos te conocen a donde quiera que vayas. Pero no te creas, este año vamos a ser campeonas ---- respondió y el pelinegro sintió como el bello de su nuca se erizaba.

Aquellas palabras no las decía por alardear, podía ver en sus ojos una determinación ardiente y feroz. Si aquella ambición se mantenía en ella lo más probable es que continuara jugando en un equipo profesional y aceptara el puesto dentro del equipo nacional, si Mizuki fuera chico y estuviera en un equipo rival sin duda sería un oponente formidable... bueno es una oponente formidable a los ojos de todos los equipos femeninos a nivel nacional. Mientras Mizuki hablaba con Daichi, Tanaka y Nishinoya trataban de ligar con Amane pero ella los ignoraba, Mizuki notó la situación y no pudo evitar reír.

---- Daichi-san, si tu equipo perdiera... ¿te gustaría venir a nuestra semana de entrenamiento previo a las eliminatorias en Shizuoka? Piénsalo, estarán jugando partidos de práctica contra nosotras... podría servirles si en algún momento se enfrentan contra el Shiratorizawa ---- sugirió la peligris.

---- ¿No crees en que llegaremos a las eliminatorias? ---- pregunta Daichi.

---- Bueno es una invitación, no es que no crea en ustedes pero si planean hacerlo deberían tomar en cuenta que habrá rivales muy fuertes a los que quizá no puedan vencer ---- los ojos de la peligris resplandecieron ligeramente ----. No hay presión, tu decides.

La chica sacó un papel del bolsillo de su chaqueta, tenía un número telefónico garabateado en tinta azul y se lo pasó al pelinegro. Se trataba de su número, la chica se volteó y sacudió su mano en el aire despidiéndose, aquella era una oferta más que magnífica pero por el momento tendría que pensarlo ya que aceptarla requería de conocer los resultados el desempeño del equipo durante las preliminatorias.

Ese día el resultado de ambos partidos fue la victoria y el plan de ir a las eliminatorias iba viento en popa, sin embargo su siguiente contrincante sería difícil de superar... jugarían contra el Aoba Johsai. Los cuervos perseguían la cima, ya habían superado una difícil muralla pero ahora debían enfrentarse a otra más sin embargo esta no sería tan fácil de superar, Oikawa no era un genio pero lamentablemente su astucia y la habilidad de su equipo eran un hueso duro de roer. El partido se extendió a un tercer set en el cual se llegó hasta los 30 puntos, sin embargo la determinación del Karasuno no había sido suficiente... el partido terminó 33 a 31 (2-0); la muralla fue difícil de escalar, un pequeño error los había llevado a resbalar y caer.

Mizuki había pensado en ir a levantarles el ánimo pero creyó que era mejor dejarlos solos, ahora debían curar las heridas causadas a su orgullo, lo último que necesitaban era un consuelo desinteresado. En la salida del gimnasio vio a Ushiwaka acompañado de Tendou y de Semi, la orgullosa princesa Tsukino los evitó y pasó por alto... no tenía ganas realmente de tener que escuchar sus preguntas de por qué se había ido sin despedirse en secundaria.

---- Vaya vaya, ¿estoy viendo bien?. Era Mizuki-san del Ōkamidani la que iba saliendo del gimnasio acompañada de otra chica? ¿Qué asunto la traería hasta Miyagi? ---- habló Tendou.

---- Sin duda era ella, fui compañero suyo en la secundaria. Quizá vino a ver a algún familiar o puede que incluso estuviera viendo jugar a su novio ---- dijo Semi.

Ushijima permanecía en silencio viendo como la silueta de la peligris se iba perdiendo en la distancia, no le gustó pensar en lo que Semi había dicho antes. "Aún parece una princesa hada, aunque hay ocasiones en las que es intimidante y parece más bien la alfa de una manada de lobos", pensó. Aún estaban presentes aquellas sensaciones, pulso cardíaco acelerado, mariposas en el estómago; todo era demasiado abrumador y podría decir que hasta complicado para él, el amor era algo totalmente desconocido para Wakatoshi. Sin embargo sabía que lo que sentía por Mizuki era real, quizá ella tuviese incluso más experiencia que él en asusntos que involucraban al amor y a los sentimientos.

À suivre

SHINE  | Ushijima Wakatoshi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora