Ese alfa huele bien y es lindo también, ¡él nos cuidaría muy bien!. YeonJun bufó y luchó por ignorar a su lobo en lo que pasaron los minutos.

Quitó su traje y se quedó en ropa interior, a los segundos la bocina del auto de TaeHyun se escuchó.

El omega bajó las escaleras y abrió la puerta, quedándose resguardado tras la madera, el alfa pelinegro pasó adelante sosteniendo una bolsa de plástico.

—Buenos días, hyung —saludó apenas el omega cerró la puerta a sus espaldas, sin inmutarse por tenerlonh solo en ropa interior extendió la bolsa y se dio la vuelta para entrar con total confianza a la cocina.

—Me salvas la vida, mocoso —dijo a modo de agradecimiento empezando a rociarse por todos lados el neutralizador en spray, TaeHyun se apoyó en la encimera masticando una pera, lo miró con una ceja arqueada.

—Más que la vida, merezco un premio incluso —le dijo mirando como el omega esparcía también neutralizador por sus piernas y parte de su espalda, no lo veía con segundas intenciones, él nunca podría ver a YeonJun con otros ojos o como un omega, lo veía con algo de dolor en su mirada.

Esconder quien eres en realidad debe ser muy doloroso. Pensó mirando como el peligris abría un armario ahí mismo y sacaba un traje negro.

—¿Cuándo lo hará? —preguntó.

YeonJun rió terminando de abrochar su camisa negra.

—He estado estudiando el terreno y solo tengo una empresa que me podría respaldar, es muy riesgoso hacerlo, lamentablemente. Estoy algo indeciso —contestó tomando su billetera, su teléfono y las llaves, TaeHyun también lo siguió al terminar con su fruta.

A lo que se referían era a la confesión de YeonJun. El omega había estado queriendo hacerlo desde que cumplió el año con su teatro, había empezado a estudiar el terreno, a estudiar a los líderes de las empresas para saber si tendría algún tipo de apoyo económico en cuanto soltase la bomba.

Solo Zi&Ko, la pequeña empresa, estaría de su lado.

Y considerando lo pequeña que era y los pocos recursos que tenía anualmente, no era conveniente hacerlo.

Así que YeonJun se resignaría por otro año más.

O eso era lo que tenía planeado.

O eso era lo que tenía planeado

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—Buenos días, lamento la... ¿Qué hace aquí? —dijo apenas entró a la oficina y encontró la figura de Choi EunHae viendo por su ventana. Se supone que a esa hora vería a Ahn HyeJin, una inversionista.

—¿Así recibes a tus invitados? Que horror —negó el hombre mientras chasqueaba su lengua un par de veces.

—En ningún momento recuerdo haberlo invitado, señor Choi —caminó hasta tomar asiento en su silla y empezar a mover los papeles del día anterior preparándose para recibir a la inversionista y anunciar el aumento de sueldo a todos los pisos del edificio.

Sweet Trap || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora