Por su parte el juez trataba de liberarse pero era imposible, se comprimian cada vez más, arrastrándolo hacia una sombra que estaba ahí, frunció el seño al ver como atacaban sin piedad a su amada pero al ver que estaba detrás de él empezó a batallar buscando escapar.

— vaya vaya vaya, ya tengo a mi presa, no traste de escapar, estas son cadenas de Hefesto.

Solo sus ojos eran visibles, una mirada fiera de un hermoso tono dorado, la maldad se le sentía, también su sed de sangre, Sakura ante esto se quedó en shock lo que aprovechó  Aspros para darle con la explosión de galaxias golpeándola contra la barrera, no le dieron tiempo de reaccionar cuando sintió las rosas piraña contra ella y a Saga caer a sus pies, había algo extraño en los ataques de sus contrincantes, no los afectaban pero si estaban muy interesados en mantenerlos lejos del juez, eso le dió muy mala espina a la pelirosa, era como si no fuera a verle jamás, sus miradas se conectaron, ¿Acaso esa era la finalidad del feroz ataque?.

Santuario

Athena se sentía confundida, nerviosa y con mucho temor, hacia unas horas había ido alguien inesperado a verla dejándola más confundida que nunca.

"Solo vine a darte esto, créeme que sabrás en qué momento abrirlo, no digas que yo lo traje"

En sus manos había un pergamino, uno muy especial, según aquella persona eso cambiaría el rumbo de las cosas pero debía esperar aquella señal para poder abrirlo y eso la tenía ansiosa, soltó un suspiro tratando de calmarse, justo Ene se momento un cosmos conocido apareció y no tardó en ir a su encuentro, como estaba en su estudio caminó apresurada a la sala de reuniones donde encontró a su patriarca recibiendo a la visita.

— Athena...

— Tío Hades...

Konoha

La barrera que habían puesto estaba empezando a agrietarse, por más que lo intentaban estaban atrapados en un bombardeo inscesante, aunque Saga podría neutralizar la explosión de galaxias había algo que lo impedía, estaban confundidos.

De repente los ataques frenaron, la nube de polvo les dejó ver una escena escalofriante,  una espada parecida a la de Hades venia en direccion a la pelirosa pero Minos logró moverse a tiempo para evitarlo ahora estaba en el suelo con la espada incrustada en su corazón, se desplomó dejando todo en un sepulcral silencio, la sombra que lo sostenía aún por las cadenas conectó su mirada con la de la chica mostrándose victoriosa al ver como el dolor y la desesperación se apoderaban de ella.

— amo verte así, llora, grita pero nunca serás feliz, de mi cuenta corre eso bastarda, prepárate porque esto es el inicio, este es el inicio de la guerra, que el Olimpo tiemble, me vengaré de todos— dijo está con voz distorsionada para que no pudieran identificarla.

Los enemigos desaparecieron dejando una imagen desoladora, Sakura avanzó lentamente hacia el cuerpo de su pareja, las lágrimas no le dejaban ver claramente, se sentía ahogada y pérdida, los oídos le zumbaban, de nuevo le habían arrebatado todo, de nuevo le arrancaban el corazón.

— Mi-Minos... No... Por favor... No — susurró la chica ahogada por el sentimiento, aquel nudo en su garganta dolía.

Se arrodilló a su lado, sus ojos vacíos sin aquel brillo, hilos de sangre saliendo por su boca entreabierta aún atado en aquellas cadenas infames, sacó aquella maldita espada y lo tomó en sus brazos, se sentía morir, su llanto empezó, de forma desgarradora mientras se aferraba a su cuerpo inerte.

— ¡MALDICIÓN! ¡QUE MAS QUIEREN DE MI! — gritó con todas sus fuerzas para después seguir llorando.

Los presentes estaban en shock, todo había pasado tan rápido que no podían creer que los escena ante sus ojos, Saga con una cara de tristeza e indignación se acercó para tratar de calmarla pero justo como había ocurrido en la muerte de Afrodita Sakura perdió el control, su cosmo se descontroló por lo que el santo fue expulsado con violencia contra la barrera que no resistió y se terminó rompiendo en mil pedazos, todos tuvieron que protegerse de las feroces corrientes de aire, incluso algunos fueron lanzados por los aires al no poder soportarlo, la chica fue rodeada por un vórtice de cosmo dorado y escarlata mientras su llanto cargado de dolor se escuchaba por todo el lugar, quería morir para no sentir aquello.

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora