— Buen día hyung, no pude saludarlo como debía, lo siento. —Saludó con una sonrisa de ojitos, sentándose frente al mayor para comenzar a limpiarle el rostro con timidez.

— ¿Acaso estás nervioso?. —Preguntó con los ojos cerrados, al sentir el pañuelo moverse de un lugar a otro con torpeza en la superficie de su cara.

— Hmmh, ¿cómo no estarlo?, ayer prácticamente me ilusionaste más y no sé que pasó. —Comentó nervioso, separando su manito del rostro del mayor cuando este abrió los ojos con lentitud.

— Mi madre siempre dice que cuando siento algo debo de hacer lo que mis impulsos me dicen. —Se encogió de hombros terminando de limpiar él mismo las puntas de sus ojos y el lagrimal.

— Sí, a mi también me lo decía. —Comentó con obviedad, Serim mirándolo sin gracia.

— ¿Y entonces...?. —Animó queriendo recibir una respuesta concreta.

— Como te dije ayer, tus labios siempre me parecían a unas masas de pastel demasiado suaves, como un bizcocho, y por eso tuve el impulso de probarlos y comprobar que estaba en lo cierto. —Allen apretó los labios volviéndolos una línea y Serim sonrió cohibido por el palpitar de su corazón.

— ¿Por qué ayer y no hace mucho?. —Preguntó con curiosidad, sentándose en posición de indio en la camilla.

— Porque había visto un avance de un capítulo de un drama donde Cha Eunwoo tomaba de las manos a un chico detrás de su ¿amiga?, no lo sé, pero si sé que me pregunté qué sentirías tú si yo lo hiciera pero sólo entre los dos. —Respondió simple, balanceando su pierna derecha al no saber qué hacer con exactitud.— Una cosa llevó a la otra y me pregunté que pasaría si te besaba. —Agregó ante la insatisfecha mirada de Allen, logrando que la desviara al momento de mencionar lo último.

— ¿Eunwoo actuó en una escena "gay"?. —Preguntó en cambio, haciendo comillas con los dedos al no asumir que era una escena de ese estilo o algo parecido.

— Algo así.

Su pequeño momento incómodo fue interrumpido por la misma chica del día ante pasado, que era más alta que Allen, trayéndoles en la bandeja café negro con tostadas y mermelada de fresa.

— Wonyoung-ah, ¿podrías traerme otra taza de café?, Allen se quedó a dormir conmigo y necesita desayunar. —La chica entrecerró los ojos ante el innecesario énfasis que Serim había hecho, asintiendo al ver la sonrisita avergonzada del mayor.

— No hace falta Wonyoung, puedo beber de la taza de Serim sin problema. —Allen comentó y miró sus adidas negras que seguían con los cordones sin atar, se agachó para atarlos mientras que por arriba de él Serim y Wonyoung llevaban a cabo una pelea seria de miradas echando fuego, hasta que Allen se levantó y se despidió de la chica, quien le respondió con una despedida entusiasmada, diciéndole que volvería.

Ya estando solos en la habitación Allen miró con los labios fruncidos a su ¿amigo?.

— ¿Qué?. —Alegó éste en defensa.

— No seas irrespetuoso con Wonyoung, ella te trae el desayuno.

— ¡Pero sé que tiene un crush en ti!. —Respondió rápido abultando su labio inferior mientras sus brazos automáticamente se cruzaban por encima de su pecho plano.

— Pero si me gustas tú, además soy gay, Serim. —Contestó elevando una ceja ante el bufido que el mencionado había soltado.

— Bueno, bueno, mejor ven aquí y desayuna conmigo antes de irte. —Palmeó la camilla a su lado y Allen se posicionó allí, dejando que ahora Serim lo alimentase a él antes de que se tuviera que ir para su casa debido a que su mamá lo iba a regañar por no haberle pedido permiso para quedarse en el hospital junto a Serim.

— ¿Cómo se supone que untaras la mermelada de fresa en la tostada si te lo pusieron a un lado?. —Preguntó Allen viendo la mancha redonda de la mermelada de fresa en el plato.

— Así. —El dedo índice de Serim se metió en el borde de la mermelada para no hacer un desastre y luego prosiguió a elevarlo a los labios gorditos de Allen, untando lo poco que tenía en el dedo sobre la superficie del labio inferior.

Allen se sonrojó en grande al saber lo que Serim iba a hacer luego y, al menos, esa vez pudo cerrar los ojos disfrutando no tener que mover para nada sus labios dejando que Serim eliminase todo rastro de mermelada se fresa por sí mismo.

Se sonrieron con timidez y Serim besó las mejillas rojitas de Allen antes de que este saliera de la habitación preparando sus palabras para convencer a su madre de que Serim lo había besado, teniendo muy en cuenta que ella no le iba a creer tan fácil, pero sus labios más abultados y rosas de lo normal eran prueba suficiente de aquello, por más vergonzoso que sea.

  一 Reposo.  一 «Sellen✓».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora