—Emilio. Amo comer.— Ambos nos reímos.

—Ven tengo una idea.— me dijo después de ver su celular un rato. Asentí. Emilio pagó la cuenta y salimos del restaurante.

Caminamos por la plaza hasta llegar a un mini parque. Emilio agarró su teléfono y abrió una app, me mostró un video.

—Tienes que grabar un TikTok conmigo.

Abrí los ojos. Negué. Por lo poco que había visto TikTok hace un minuto son bailes raros y yo de bailar no se nada. Además, miles de personas los ven.

—Tengo pésima coordinación y mala memoria. Nunca me lo voy a aprender. Mejor grábalo tú y yo te veo, igual que hace rato. ¿Cuál es la diferencia ahora?

—La diferencia es que, saliste un segundo en mi tiktok anterior y las fans se están volviendo locas.— Cerré mis ojos con fuerza. En que me he metido.

—Anda, yo te enseño. Venga, no es tan difícil.

—No me vas a dejar en paz hasta que te diga que si ¿Cierto?

—Exactamente.— Suspire. —Ay dios bueno va.

Emilio sonrió triunfante. Puso la canción.
She said what you know about love.
No era tan largo, pero incluía una clase de slow-mo que nunca me iba a salir en mi vida.

—Emilio, ¡Nunca me va a salir en mi vida!

Emilio se reía de mi. —A ver mira es así...

Después de un rato viéndolo e intentándolo me lo aprendí.

—Bueno ya, creo que me lo sé.

—Vale pues a grabarlo.— Voltee a ver a la gente pasar por la plaza.

—Emilio ¿aquí? Que oso mejor en la casa.

—¿Oso? ¿Pero qué oso? ¿De qué hablas? ¿Dónde?

Me empecé a reír. —No hay ningún oso. O sea ningún animal.— La cara de Emilio se relajo.

—Ah bueno, ¿Entonces?— Me miraba confundido.

—Es una expresión. O sea que pena Emilio, no lo vamos a grabar aquí con todos viéndonos.

—¡Pero si medio mundo ya te vio practicar! Además de aquí a que lleguemos a la casa seguro que se te olvida.

Suspire. Tenía razón. —Bueno bien. Pero rápido.

Emilio puso la cámara y empezamos a grabar. Grabamos como 3 o 4. Porque o yo me equivocaba o me daba pena o me reía nerviosa.

Al final si quedo uno que de hecho se veía muy cool, no voy a mentir.

—¿No tienes TikTok? Para que te etiquete.

Hice una mueca. —No, no tengo.— Emilio me volteó a ver, alzando una ceja. —Y no tendré.

Emilio quito su sonrisa y rodó los ojos, riéndose. —Bueno va, ya está. Subido.

—¿Ya vamos a la casa?

—Anda vamos.

Llegamos a la casa y me tiré en el sofá, cansada.

Emilio se tumbó a lado mío. —Oye que le gustas a la gente eh.

Lo miré confundida. Me tendió su celular.

625.1K de likes
5000 comentarios

Voltee a ver a Emilio. —Toda ese gente...— Emilio asintió. —Sip.

—Wow. Qué onda. Es de locos eh.

—Ni que lo digas. A veces cansa mucho.

—Me imagino.— En eso el teléfono empezó a sonar. Una videollamada de Iván.

Contesté. —Emili-Enana! ¿Hola cómo están?

—Bien bien y ¿ustedes?— Vi como Boggi estaba en el fondo.

Todo bien, ya vimos que grabaste un TikTok.

Hize una mueca. —¿Ya lo vieron? El primero y el último que haré en mi vida.

Iván se empezó a reír. —¿Y Emilio donde esta?

Gire la cámara apuntando a Emilio.

—Hey hermano ¿Cuándo regresan?

Boggi se acercó a la cámara. —¿Ya tan rápido nos extrañan?

Iván se rio por el comentario. —En dos días aprox.— Emilio asintió.

Iván nos llaman. Tenemos que irnos. Adiós hermosa.— Sonreí antes de que Iván colgara.

Le devolví el teléfono a Emilio.

Dos días. Pronto estaríamos en México.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora