ADORE YOU ➳ moody spurgeon ✓

04 | Bailando en la oscuridad.

—Moody lo prometiste —dijo Blair cuando lo descubrió.

—Solo me aseguraba que estuviera apetecible —se excusó dejando la cuchara de lado.

—Bien, ya no la hagas. Ten puedes comer el resto. —se lo pasó y el chico lo acepto gustoso.

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—Tu madre quería que lo usaras en una ocasión especial, creo que esta es una de ellas. —dijo el señor Lovett dándole el vestido blanco a su hija.

Si bien su relación padre e hija ya no era como antes, cada día avanzaban para los dos estar bien.

—Gracias padre. ¿Puedo hacerte una pregunta? —le dijo ella dejando el vestido sobre su cama.

—Adelante.

—¿Por que después de ella, ya no quieres nada? —preguntó y su padre se sentó en la cama de su hija. 

—No creo que vuelva a encontrar a alguien como ella, se acabó para mi.

—Lo siento. —se disculpó apenada.

—Padre, necesito gemelos —dijo Xander asomándose.

—No te preocupes. —se levantó —Te dejo para que te prepares. Ahora voy Xander. —él salió.

La señora Campbell entró en la habitación de Blair cerrando la puerta detrás suyo para ayudarla con su vestido y el sencillo peinado dejando una parte de su cabello suelto.

Minutos después toda la familia emprendió camino a la feria en el carruaje. Blair llevaba el pastel que había preparado con Moody entre sus manos cubierto con una tela delgada para evitar que algo cayera en el.

Fue un tanto largo el trayecto pero por fin habían llegado. Bajaron y Xander se despidió yéndose directo a buscar a Ruby. Mientras el señor Lovett y su hija se dirigían a la zona donde estaban los postres.

Llegó y se encontró con Anne también dejando un pastel sobre la mesa, Blair hizo lo mismo con el suyo quitándole la tela.

—Hola Anne, Marila —saludó Blair mientras arreglaba unos detalles al pastel.

—Buenas tardes, Blair —saludó Marila.

—Hola Blair, tu pastel se mira exquisitamente apetitoso con sólo verlo. Es muy placentero para mi vista. —habló ella colocando unas ramitas en su postre.

—Gracias, el tuyo se mira muy hermoso. Seguro sabrá muy bueno ya que hiciste la receta de Mary, —alagó ella —lo siento, no tengo muchas palabras rimbombantes que decir —las dos chicas rieron.

Terminaron con lo suyo y se despidieron para irse por otros caminos. Blair buscaba a quien es su acompañante, ya que habían acordado verse en la feria.

Todo era tan hermoso en aquella feria, los juegos, las decoraciones y el ambiente acompañado de música.

Blair se dirigió a un puesto donde había unos aros. Pagó y el encargado se los pasó para ella comenzar a jugar, debía meter los aros en las varas que estaban posicionadas en una base en forma de cruz.