—La bici es mucho más divertida.

—Y peligrosa. — señala.

—Por favor abuela, llevo años haciéndolo. ¿Qué podría pasar?

                               (...)

Me cambio de ropa poniéndome unos pantalones vaqueros de talle alto estilo vintage holgados con un cintutón negro. Encima me pongo un crop top rojo de tirantes un poco ajustado, decido no ponerme sostén, la tela no es tan delgada como para que se noten mucho los pezones, además no me importa, me encantan mis tetas y no tengo ningún complejo con ninguna parte de mi cuerpo.

Para los pies decido usar mis confiables Vans rojos. Me pongo un poco de crema hidratante y protector solar en las mejillas. Soy bastante paliducha, no me viene mal el sol, pero tampoco debo pasarme. Me delinio el ojo al estilo de Ariana Grande, me paso las manos por el pelo alborotándolo y me aplico un poco de brillo labial, de esos que son transparentes pero que tiene un muy sutil tono rojo. Lista, incluso para verse despreocupada y desarreglada hay que arreglarse.

Me subo a la bici y comienzo a pedalear rumbo a la ciudad. Serán más o menos 45 minutos así que me distraigo mientras veo el paisaje y escucho en mis audífonos la canción "I like me better" de Lauv & mi favorito Troye Sivan.

Damn, I like me better when I'm with you.
I like me better when I'm with you.
I knew from the first time... I'd stay for a long time 'cause
I like me better when,
I like me better when I'm with you... 《


Me paseo por el centro y rememoro viejos recuerdos. Me hace mucha ilusión entrar a lo que describiría como uno de mis lugares favoritos aquí, una vieja tienda vintage, donde puedes encontrar cualquier tipo de antigüedad.

Luego de dar un recorrido a pie, para familiarizarme con los nuevos establecimientos, entro en una tienda de comestibles. Empiezo a cargar la cesta con dulces, chocolates y por supuesto, no olvido las fresas.

¡De pronto, lo escucho!

El sonido de la campanilla de la tienda indicándome la entrada de alguien, pero lo que captan mis oídos a continuación es lo que me deja helada.

Unas risillas de chicas y...

—Tienes que conocerlo estoy segura que va a quedar loco contigo. — dice una.

—¿En verdad está tan bueno como dicen? —esa voz, dios, yo conozco esa voz.

Mientras mis oídos recopilan información, mis pies ya se están moviendo, por voluntad propia, lejos de las voces y mi cerebro trabaja a toda marcha para evitar cruzarme con ellas.

—¡Te lo juro! Shayla y yo lo vimos el otro día mientras dábamos un paseo por el lago, estuvo nadando, y luego cuando salió del agua... — suspira como si le faltara el aire —. Es igual a un dios griego.

No tengo idea sobre quién hablan pero por sus descripciones y la manera en la que suspiran, suena como un modelo de Calvin Klein, al que al parecer, ellas ya le han encontrado su Victoria's Secret.

Debo salir de aquí, pero para eso tengo que pasar por la caja registradora, y a juzgar el contenido de mi cesta, no será algo rápido. Por una fracción de segundo vuelvo a ser la niña flacucha e insegura que huía de las demás chicas para evitar que se burlaran de ella.

Pienso seriamente en devolver todo al estante y marcharme, pero recuerdo que yo ya no soy esa niña, y si en aquellos días solía quedarme callada, ahora no piensi hacerlo.

DRÁKON [+18] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora