Capítulo 5. Los 7 espíritus

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-¿Estás bien?-Iracema estando aún colgada del brazo de Katú quién también me está observando, no sé porqué, pero me fastidia que me pregunte eso.

-Sí-Respondo cortante.

Ella pone los ojos en blanco y coloca una mano en el pecho de su acompañante.

-Deberíamos alistarnos para el evento de hoy ¿No?-Consulta ella, mientras Yrupé se va junto a ellos de nuevo.

-Sí... debemos -Responde Katú a la chica, y este parece realmente encantado ¿Cómo alguien puede estar encantado de la insoportable de Iracema-. Seguro que nos vemos en el gran baile- Katú pasea su mirada entre Juanjo y yo, mientras sólo levantaba los hombros como expresión de mi duda.

-No va a faltar-Habla Iracema casi despectivamente-Nunca se pierde un evento obligatorio.

-¿De verdad es obligatorio?-Pregunté, alzando las cejas-Un baile no me parece relevante para mi formación académica.

Katú e Yrupé rien, pero se dan cuenta que lo preguntaba en serio.

-Oh!-Yrupé me mira extrañada-. Eso no es un baile, bueno, sí hay una danza... pero no es un simple baile... esta noche, van a ser ofrecidos como nuevos protectores de los 7 espíritus del bosque.

Hasta Iracema quedó colgada con la aclaración de Yrupé, Katú por otro lado parece haber captado que esa era una información que quizás, aún no debíamos saber.

-Yrupé, creo que nosotros dos, deberíamos ir a ayudar a Cenit e Itae. Mientras ellos se alistan. Por favor, sean puntuales.

Katú se lleva a Yrupé y se van hablando anomadamadamente, creo que es más que obvio que se dieron cuenta que nos acaban de dar una información que no debíamos tener.

Miro a Iracema, quien tiene un dedo en el labio, creo que ese es su gesto de "pensamiento" Ella mete aire a sus pulmones y cuando lo suelta hace un gesto de incomprensión, sin más, se retira y nos deja solo a Juanjo y a mi sin decir nada.

-¿Ves cómo es de insoportable? Mal educada, descortes y lame botas, ya andaba colgada de los nuevos.

Juanjo sólo sonríe mientras niega ybse muerde el labio inferior. Para finalmente rendirse en el sofá, cruzar sus piernas como si fuera un gran señor, y mirar hacia el techo.

Yo arrojo la lata de gaseosa al cesto de basura y este da en el blanco de una.

-¿Qué crees que sea su baile?-Pregunta Juanjo.

-No lo sé, pero sea lo que sea, me huele a que vamos a seguir descubriendo cosas mágicas... y no me gusta ¿Qué son eso de los 7 espíritus del bosque? No recuerdo nada en la mitología Tupí que hable de 7...-Juanjo se sienta de golpe en su asiento y yo quedo mirando aterrorizado a mi amigo quién tiene la ceja levantada y está esperando a que complete la oración-. No, no debe ser... o ¿sí?

-Espero de todo corazón que sea cualquier cosa menos eso...

-Es la única historia Juanjo... conoces alguna otra cosa en nuestra cultura con ese número?

-Las 7 iglesias que se visitan en semana santa.

-Por favor, Juanjo, sabes que no metemos religión... en nada...

-El salto de las 7 quedas?

Miro a Juanjo con enojo, por que realmente su respuesta fue tonta.

-Taú y Keraná-Dice negando al fin-Tirnes razón, es lo único, sus 7 hijos bestias...no puedo creer que esto sea real. En verdad... debe ser un simbolismo, nada más.

-Eso espero. -Digo en lo que me levanto, la verdad es que no quiero proteger a 7bestias, pero si es lo que me toca, supongo que no me queda de otra-Voy a pegarme una ducha, deberías hacer lo mismo-Juanjo también se levanta, lleva sus manos a sus bolsillos y afirma con la cabeza-Nos vemos en la cosa esa...

-Nos vemos...

Juanjo va en dirección a su cuarto, y yo al mío. La verdad con cero ganas de entrar, pero no me queda de otra.

Acerco mi tarjeta en el identificador y la puerta se abre.

La habitación es inmensa, tiene como un pequeño sofá al frete, los escritorios hacia las paredes, y al fondo las camas, bien separadas una de otra, mientras que los armarios está los 3 juntos hacia la pared en la entrada de los baños... y hay sólo dos, en una habitación de 3.

Ambas puertas están cerradas, así que asumo que las chicas aún se están bañando.

Me siento extraño ante esta situación, y considero que debe ser normal, al fin y al cabo, no descubres todos los días que tu colegio te había formado toda la vida para que seas miembro de una orden secreta.

Y a pesar de todo lo que vi y aprendí hoy, sobre el misticismo que nos rodea, y las reglas políticas, sociales y económicas que tenemos a fuera, realmente no es lo que termina incomldandome, o sorprendiéndome por completo.

Lo que realmente me remueveas tripas, es esta situación, tener que convivir con dos chicas en un espacio que parece inmenso, pero también pequeño cuando pienso quienes son mis compañeras.

Me arrojo sobre el pequeño sofá, y comienzo a navegar en mi celular, cuando una de las puertas se abre y veo con la cabeza colgando del sofá a Yara saliendo del baño.

¡Por Dios! Esa chica en verdad es hermosa, su perfume invade mis narices de nuevo, y siento lo mismo que sentí cuando Yrupé me tocó, pero es un poco más intenso.

-Hola, perdón por tardar, pero debía dejar el baño para que puedas utilizarlo. -me dice y sé pone colorada al hablarme.

-No te preocupes, me da el tiempo-Salto del sofá y coloco mi celular en mi bolsillo. Al igual que mis manos.

-Bien, voy a terminar de alistarme-Me dice en lo que va hasta su armario y retira algunas cosas de una especie de maleta. -Aún me falta maquillarme.

-No lo necesitas -dije yendo a su lado y tomando mis cosas para ir a la ducha-, En verdad, esta más que perfecta Yara.

Aprieto mis labios, y salgo prontamente de su lado, porque creo que acabo de coquetear, y supongo que eso también está prohibido.

Cuando estoy por ir al baño choco contra Iracema. Ambos nos damos fuerte en la nariz yo con su frente y ella con mi mentón.

-¡Carajo!-dice.

-Lo siento-respondo y ni la miro, sólo voy a baño para ducharme de una vez.

¡Mierda! Esto es demasiado incómodo, demasiado estresante.

Lo peor, es que se quedó en mi nariz el aroma a Iracema, era una mezcla de madera y jazmines, a decir verdad, olía bien.

¡Carajo Luriel! Más vale que te controles o serán los años más abrumadores de tu vida, y no queremos salir con traumas y el corazón roto de aquí.

Pero de mi cabeza no se borraba la belleza de Yara. Y de mi cuerpo el perfume de Iracema.

El internado de La colmena [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora