Nuestros futuros cachorros. Pt. 2

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A pesar de sentirme como un hombre casado, con hijos y sin atención conyugal, aceptaba todo lo que mi omega me ofreciera, porque realmente lo amaba, porque adoraba ver sus sonrisas al tener a las personas que más quería juntas, porque sus brillantes ojos eran mi luz, y si su felicidad dependía de vernos como una gran familia, yo lo aceptaría.

Pero todo cambio, porque cuando creí que nuestra relación tenía un ligero problema solo por mí, ocurrió el primer celo de nuestro pequeño Jungkook, ese día desastroso donde descubrí algo, que no debi saber, o que estaba mejor sin deducir y entender.
Recuerdo el golpe de nuestros cuerpos por los pasillos del instintos, su agitada respiración, el temblar de sus largas piernas por su maratónica corrida, y lo entrecortado de su dulce voz.

—Ire a la enfermería... mis supresores se acabaron, Jungkook está en celo en el baño. Protegelo de otros alfas por favor...— Ni siquiera me permitió preguntar al respecto, ya que comenzó a correr nuevamente en dirección a la enfermería, sin explicar más.

Segui lo que me pidió, sin protestar en ningun momento, cuidando a cada paso que podía a Jungkook, de todos los alfas que interrumpían su llegada a la enfermería e intentaban aprovecharse de su cruel situación; todo sin quitar de mi mente unas inolvidables palabras, "mis supresores".
Mi omega estaba usando supresores y no lo sabia. Él habia pasado sus celos, sin mi.






—¿Por qué no me lo mencionaste, Seokjin?— mis palabras salieron más firmes y duras de lo que esperaba, pero mi molestia era clara y me sentia traicionado de algún modo.
Su mirada preocupada cayó en mi, sin dejar de acariciar el suave cabello de Jungkook, mientras dormía en la camilla de esa gran enfermería.

—¿De qué hablas, Yoonie?

—Mencionaste  que tus supresores se habían acabado... Tuviste un celo o tal vez muchos más, y no me lo dijiste— Su cuerpo tembló, su mirada cambió a un gran temor y mi culpa subió por todo mi cuerpo, al verlo asi —Lo siento, Jinnie... Fui muy brusco, discúlpame... Es solo que... me siento herido, mi omega paso un celo sin mí, y ni siquiera pude sentir un rastro de tu aroma o aunque sea, notar una señal. Perdóname— No podía describir la cruel sensación que me consumía, era como si le hubiera reclamado, y no quería eso, deseaba que fuera personal, que sea su elección estar conmigo o no.

Con mi mirada aún firme en el suelo, sentí su caminar acercarse hacia mi, la calidez de su cuerpo me envolvió en un abrazo, y pude sentir el ligero calor que emanaba por su presencia tan íntima y cercana.

—Siendo sincero, aún estoy en celo, es por ello que mis supresores se me acabaron; yo... logré tomar uno por la mañana, pero cada vez es más difícil, encontrar mi alfa y no ser complacido por él, es una tortura...— Pude sentir su cuerpo frotándose suavemente contra el mío, sus ojos brillaban de repente, y me fue inevitable no reaccionar ante tal lujuria —Los supresores... Cada vez es más complicado sobre llevar mi celo solo con ellos, paso horas y horas retorciendome en mi cama, solo pensando en ti, olfateando el abrigo que olvidaste en casa... Es vergonzoso admitirlo— su rostro se acercó calido a mi cuello, depositando pequeño besos allí, mientras yo cerraba los ojos, disfrutando de su compañía, y acercando su cintura hasta mi cuerpo, con la esperanza de sentirlo aún más.

Nunca lo habíamos hecho o al menos nunca habíamos terminado, la única vez que estuvimos a punto, nuestro adorado hijo interrumpió nuestro acalorado momento, acabado con toda situación. Desde ese día, exceptuando pequeños y acalorados toques, no volvimos a intentarlo; no quería presionarlo de ningún modo, y al no sentir su aroma, era mucho más fácil. Pero no sentir su olor, no evitaba que mi cuerpo reacionara a él, y a pesar de su adorable personalidad Seokjin era epítome de sensualidad, siempre quise perderme en su cuerpo, explorar cada centímetro de su piel, besar toda su persona, llegar hasta donde nadie más había llegado, volverlo totalmente mío. Y al encontrarme en la maravillosa situación de tenerlo tan excitado y entregado para mi, solo me deje llevar.

Dulce, dulce omega - YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora