Capítulo 13

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LIQUIDO N1


Nozomi

Con frecuencia la nieve comenzaba a caer, lo que antes se veía como calles grises ahora no era más que un manto blanco. La gente de afuera se abraza con la esperanza de entrar en calor. Algunos tuvieron la suerte de traer ropa con la que cubrirse, mientras que otros solo estaban allí porque el destino aún los quería con vida. Me abrazo de la misma manera que ellos, pero con la diferencia de que yo estoy adentro y tengo con qué cubrirme. Esto es gracias al vampiro que tengo a un lado, el mismo que me dijo que tengo la oportunidad de elegir.

Cladis me mira con una sonrisa y supongo que había escuchado la conversación tiempo atrás. Su sonrisa y mirada me decían "Te lo dije". Desde un principio no podía creer nada de lo que ella decía, pensé que era una broma, y una de las malas porque jamás diría ese tipo de cosas.

El que se llama Fredom se estira. —Qué cansado—, dice mientras se acerca y toma la cadena de Cladis.

Francisco levanta una ceja. —No hay nada de cansado en esto—.

Aun así, amo y esclava se dirigen a los pasillos mientras que el vampiro y yo nos quedamos en el mismo lugar. Unos minutos después, él se levanta.

—Ven, vamos a caminar—.

Miro a los lados. —¿Podemos hacerlo?

—Si— Responde con total control, me tranquiliza y caminamos.

En este lugar hay doctores y enfermeras de Sangre Blanca, pero los supervisores son vampiros. Esto sigue siendo tan escalofriante.

En una de las habitaciones me doy cuenta de que Fredom estaba viendo a un paciente. Atrás estaba Cladis en silencio, solo mirando cómo él hablaba con soltura con el paciente que le temía.

—Fredom es médico— comenta el vampiro mientras dejamos atrás ese pasillo.

Quién diría que él sería así. Supongo que al principio no empezamos bien, digo, me mordió y le tengo algo de pánico.

De pronto, en mi cabeza algo me dice que fue él quien me diagnosticó ayer.

—¿Él me? —pregunto.

—Sí— me responde sin que pueda terminar la frase.

Caminamos en silencio. Por dentro, empezaba a darles una oportunidad. Todavía tengo mis dudas, pero supongo que ayudarme fue su forma de disculparse, o eso quiero creer.

Nos detenemos al final del pasillo, que parece ajeno a la luz. Hay una puerta metálica que abre como si fuera la primera vez estando aquí. Miro a todos lados preocupada, pero menos mal no hay nadie.

—Aquí dijo Fredom que conseguiríamos información—

Tan solo al entrar, el olor de lo conocido me llega a las narices. Es algo tan raro porque no sabía que tenía olor hasta ahora. Tantos recuerdos de La Esclavitud me invaden, pero su mano me sujeta y juntos caminamos hacia unos estantes llenos de esos vasos de aluminio.

—No pienso llevar muchos— dice mirando el misterioso lugar —Voy a dar un vistazo. Por el momento, no tomes nada, por favor.

Asiento a lo que dice y me quedo en los estantes mientras él se va hacia la parte de atrás. Allí puedo ver un mueble de metal que contiene archivos. Al acercarse, me da una mirada y luego la baja para revisar.

En eso, miro los estantes con el miedo de que alguien nos encuentre. Por más que sea un príncipe y vampiro, esta situación siempre me pone nerviosa.

FRANCISCO

La miro por un momento, esperando ver cómo reacciona al ver esto. Parece mantener la calma al principio, pero sé que está por perder la paciencia. Le doy un vistazo a las hojas lo más rápido que puedo, sin embargo, no encuentro mucha información. Busco en el escritorio más pistas.

Enterarme de que era adicta a un medicamento que se utilizaba después de un castigo me hace sentir impotencia, soy consiente de que ninguna mujer debe sufrir tales actos, tanto vampiros y hombres son una naturaleza cruel y en medio de nuestras manos destructoras están ellas.

No hay nada más en el escritorio, así que me doy la vuelta. Justo en la pared, observo unos volantes que dicen "N1". Los arranco con mis manos y los miro más de cerca. ¿Podría ser este el líquido que buscamos? Fredom no mencionó nombres.

Me guardo el volante en el pantalón y tomo la mano de Nozomi. Creo que es todo por hoy. Le diré a Fredom que investigue por mí.

Cladis y Nozomi se quedan en los asientos traseros viendo una pelicula en blanco y negro en la pantalla de atrás, así que aprovecho para hablar con Fredom.

—Lo único que pude encontrar fue esto— le digo entregando el volante.

—Déjame ver— Cuando lo toma, su ceja se hunde —Nunca lo he visto, voy a investigar. Pero ¿estás seguro?

—¿Seguro de qué? Creo que es ese líquido, porque no hay más información.

—No, ¿estás seguro de que quieres hacerlo? Ya estamos en problemas y esto agrega otro.

—Ah, eso— Por el retrovisor la miro.

¿Estaba seguro de arriesgarnos por ella? El asunto es ¿es solo por ella? No, claro que no. Esto es mucho más grande, abarca el mundo entero.

—Lo que vamos a hacer es asunto nuestro. Dereck no sabe sobre la existencia de este líquido, y hasta donde sé, no sabe nada, porque ninguno de nosotros lo sabía hasta que Cladis dijo que era algo de La Esclavitud.

—Tienes razón. Si no fuera por Cladis...— La ve por unos segundos.

—Son nuestras infiltradas y Dereck necesita saber que las tenemos.

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS


DATO: El líquido N1 es una de mis creaciones mas grandes que he tenido en mi cabeza, espero pronto contarles más de ella y lo podrán entender en el universo de CATACLISMO Y TORMENTA.

Dama de un vampiro ✓Where stories live. Discover now