—No tienes ni la más mínima idea de lo que provocas en mi—la éxtasis que recorría al mayor lo estaba dominando, se encontraba perdido en el deseo por el omega que sentía que en cualquier momento no se controlaría y terminaría por reclamarlo como suyo. De forma desprevenida mordisqueó su oreja en forma dócil, provocándole un jadeo que combinaba a la perfección con su agitada respiración y lo suspiros que empezaba a soltar—No tienes ni idea, ¿verdad?—nuevamente mordisqueo aquella sensible zona, haciendo sentir al menor un placer absolutamente doloroso y que empezaba a desesperarlo. Las caderas del omega fueron jaladas por las del alfa, consiguiendo que el primero se quedara perdido y sin aliento, con los ojos muy abiertos por no poder gritar aún más fuerte.

Yoongi se sentía en el paraíso mientras recorría cada parte del cuerpo del pelirosa con sus labios y lengua, dejando no tan discretas marcas a su paso.

Dios.

Los párpados de Jimin se cerraron lentamente, su boca abriéndose mientras jadeaba gustoso. Nunca antes nadie lo había tocado como el azabache.

Yoongi parecía un enfermo a punto de morir y Jimin era su único remedio, pues como si de eso se tratara el azabache no paraba de devorar todo rincón del omega.

Jimin estaba deleitado y juraría que quería al mayor bajo su piel y mantenerlo dentro por siempre. La lengua del alfa presionó contra su pezón, y pelirosa gimió agudo, estaba totalmente duro ahora pero eso no detendría a Min, sus manos estaba bien puestas en los muslos y trasero del omega—Yoongi—gimió de frustración, sus dedos clavándose en la espalda del alfa.

Quería que lo tomará ahora, no podría aguantar más, necesitaba tenerlo dentro o enloquecería.

El mayor mordió su otro pezón dejando una pequeña marca y finalmente con la voz ronca y apenas reconocible, reaccionó—Dime, mi amor.

—Necesito más—la voz de Jimin había sonada ahogada y necesitada, confundida entre los miles de suspiros que soltaba.

Riendo roncamente, Yoongi arrastró sus labios hacia abajo, y se detuvo por un momento en el vientre plano del omega, preguntándose si tal vez allí estaría creciendo vida nueva fruto de su amor. Dejo múltiples besos allí, logrando estimular al omega por las corrientes que empezaban a deslizarse por su sensible piel.

—No tienes idea de cuánto me encantas—besándolo dulcemente, rodeó con su lengua alrededor del ombligo del menor y este gimió desesperado en respuesta, agarrándolo del pelo y empujando la cabeza de Yoongi más abajo hasta la altura de su ya despierto miembro.

El alfa rio de nuevo por la clara indirecta del menor.

—¿Qué tenemos aquí?—el miembro de Jimin no podría encontrarse más erecto, peor aun cuando el alfa estaba esparciendo lamidas y soplando deliciosamente sobre él, sopló y sopló, y el omega gimió y se estremeció dulcemente.

El pelirosa abrió los ojos asombrado para mirar al alfa, no es que nunca le hayan hecho un oral, pero ver a Yoongi a unos pocos centímetros de su miembro, encendió en él una extraña sensación, demasiado satisfactoria—Hazlo, por favor Yoonie.

Con sus ojos oscurecidos, Yoongi se inclinó y se tragó fogosamente el miembro. El omega no pudo evitar que sus caderas se mecieran hacia adelante y soltar el largo gemido que escapó de su garganta, jadeó, mientras el alfa lo chupó, sin burlas, sin juegos, sin mierdas. Su cabeza se balanceaba arriba y abajo, la húmeda boca apretaba alrededor de su miembro en forma deliciosa, y diablos, eso era exorbitantemente excitante.

Jimin estaba tan ensimismado en el placer que su cuerpo tembló cuando el alfa se detuvo de forma de inherente, ocasionando que este se quejara mientras aún se encontraba desorientado—Por qué pa-paras...

EL OMEGA DE LAS MELODÍAS // ⚡YooภmᎥภ⚡Where stories live. Discover now