*ZAP*

Un calambre en su brazo hizo que se girase de golpe para ver a su hermano asomado en la ventana del vecino con sus zapatos en la mano, una sonrisa triunfadora y la otra mano con el dedo estiroado que le habia producido el calambre. Miró sus deportivas llenas de barro, no tardó ni dos segundos en descalzarse tambien y saltar al interior de la casa del viejo Sr. Gruñon.

Lynn: Te vas a enterar apestoso.

Lincoln: No lo creoooooo.

El muchacho empezó a mover sus pies como si corriese pero sin moverse del sitio, en cuanto su hermana se acercó lo suficiente este le acercó su dedo al cachete.

*ZAP*

Lynn: ¡Auch! ¿Que diablos...?

En ese momento se dio cuenta de que su hermano estaba encima de una alfombra azul con lineas amarillas y unas flechas que recordaban al símbolo de reciclaje. Lincoln había vuelto a mover de aquella forma sus pies cargando nuevamente su "dedo eléctrico" con una sonrisa en su rostro.

Lynn: ¿Con que esas tenemos? A eso pueden jugar dos.

Con estas palabras Lynn se puso sobre la alfombra y realizaba los mismos movimientos que su hermano, se pasaban descargas de electricidad estática el uno al otro entre quejidos de dolor y risas.

El ruido de las llaves en la puerta de entrada los hizo salir corriendo nuevamente por la ventana, pero a penas podían aguantar sus risas al ver el pelo del otro completamente de punta y encrespado. Se ponían nuevamente los zapatos en el jardín cuando...

Lincoln (mirando su reloj): Mmm... aún es temprano así que...

El muchacho aprovechó que Lynn estaba agachada atándose los cordones para darle un empujón y tirarla al suelo, luego se alejó corriendo y ya cerca del buzón se giró mostrando a Bun Bun.

Lincoln: ¡VOY A GANAR YOOOO!

Lynn (levantándose del suelo): !Que te lo has creído¡

La persecución se reanudó nuevamente, pero en esta ocasión fue por las calles de la ciudad, poniéndose zancadillas, saltando uno sobre del otro, robándose mutuamente el pobre conejito de peluche. No tardaron en llegar al parque donde Lincoln perdió de vista a su hermana.

Aprovechó para recupera run poco el aliento, no podía negar que se estaba divirtiendo, pero no hacia tanto ejercicio desde hacia mucho. Se quedó observando la vieja fuente de los deseos, estaba destartalada y a penas salía agua de sus tubos pero siempre le gustó.

*PLAFF*

Lincoln: ¿¿Que demonios??

*Splash*

Antes de darse cuenta, algo lo empujó violentamente por la espalda haciendo que terminase de bruces en el agua de la fuente. A penas cubría, pero el caer de cara hizo que se le mojase toda la ropa y el pelo. Se giró rápidamente para vez que había pasado, su hermana se reía mostrando al conejo en su poder.

Lynn: Jajaja. No deberías haberlo puesto en el bolsillo trasero perdedor, ahora es mío.

Lincoln: Vale, vale... Me has pillado. ¿Era necesario dejarme empapado?

Lynn: Bueno, pensé que te vendria bien un baño despues de tanto correr.

Lincoln: Por lo menos ayúdame a salir de aquí. Me duelen las rodillas del golpe.

La deportista alargó su mano para ayudar a salir al peliblanco de la fuente, pero se dio cuenta demasiado tarde de la sonrisa malévola que tenia este en la cara. Lincoln tomó la mano de la chica y dejó caer todo su peso hacia atrás arrastrándola a ella también al interior de la fuente donde quedó empapada.

¿Así es como te sientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora