—¿Y por que no sabía nada?
El sonrió abriendo la puerta de su habitación cuando llegamos a esta para después adentrarnos y cerrarla nuevamente.
—Si quieres saberlo sólo tienes que bajarte y ver lo que hay detrás de ti Brooke.
Fruncí el ceño al escucharlo mientras el me ponía de nuevo de pie sobre el suelo y me giraba lentamente para mirar la habitación.
No puede ser.
La habitación estaba adornada con pequeñas luces tenues y al lado de la cama había una pequeña mesa con un mantel blanco, una botella de vino junto a dos copas, hielo y fresas cubiertas con chocolate.
Por otro lado, sobre el colchón de la cama había un pequeño baúl color negro completamente hermoso, un regalo envuelto en papel color rojo y una caja de chocolate amargo.
Mire a Blake sin poder creerlo a lo que el sonrió mientras acariciaba mi cabello.
—¿Cómo...?—Dije impresionada.
—¿Te gusta?—Preguntó con una media sonrisa.
—¿Que si me gusta?—Sonreí.—¡Me encanta!—Dije emocionada mientras lo abrazaba nuevamente.
—Me alegra escuchar eso Brooke...—Suspiró.
Sentí sus grandes manos sobre mi cintura, acariciando esa zona para después tomarme con firmeza pegándome más a su cuerpo.
Lo miré sintiendo mi rostro caliente para después sentir sus labios sobre los míos y juro que casi me desmayaba nuevamente por lo necesitaba que estaba de besarlo, de sentir sus carnosos y adictivos labios sobre los míos, besándome de aquella forma que sólo él sabía hacerlo.
Su lengua se encontró finalmente con la mía y las dos se rozaron de forma seductora mientras él beso se tornaba más apasionado causando que mi respiración se acelerará mientras sentía mis piernas temblar de lo bien que se sentía aquella sensación.
Nunca podría superar los besos de Blake, besaba tan malditamente bien que podría vivir toda mi vida besando sus dulces labios.
Me sentía feliz, con aquella chispa en mi pecho nuevamente y estaba completamente plena con Blake a mi lado.
—¿Quieres una copa de vino?—Susurró sobre mis labios cuando nos separamos.
Solté una pequeña risa mientras trataba de regular mi respiración y asentí con la cabeza en respuesta.
El sonrió encantadoramente para después dirigirse a la pequeña mesa y comenzar a servir el vino, moviendo sus manos de forma elegante, mirándose tan malditamente bien incluso haciendo eso.
Lo deseaba tanto en ese momento que no podía pensar con claridad, lo único que pasaba en mi mente por esos momentos era saltar sobre el y hacerle caso a mi deseo.
Maldita sea.
—Toma, pequeña.—Dijo extendiéndome una copa con aquella bebida rojiza, por lo que yo algo aturdida la tomé entre mis manos.
—Gracias asno.—Murmuré divertida mientras sentía su mano nuevamente en mi cintura.
Tomé un pequeño sorbo de vino mientras acariciaba mi cintura y tenía su mirada fija en mi.
—¿Qué tanto me ves?—Pregunté evitando su mirada ya que me ponía bastante nerviosa.
Escuché su ronca y armoniosa risa mientras su agarre en mi cintura se intensificaba haciendo que temblara y la copa que tenía en mi mano se moviera un poco.
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Cadete Morgan 2.
Teen FictionSegunda temporada de Cadete Morgan. A d v e r t e n c i a: Contenido explícito [+18] >Lenguaje vulgar. >Actos sexuales. >Violencia verbal. >Violencia física. Etcétera. ©Prohibida su copia o adaptaciones.
Capítulo 9
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