Hay algo tocándome. Gruño y me volteo para alejarme de ello. Pero se detuvo en mi hombro y comenzó en mi espalda.

–Loki, ¡para! –exclamé. Apreté mi manta a mi alrededor y por arte de magia, se detuvo.

–Este viaje no es opcional, Jisung. Levántate. –una voz se hizo escuchar. De acuerdo así que, quién me molestaba sonaba como un hombre y sabía mi nombre. Quemándome los sesos pensando quién podría ser, mi mente me trajo de vuelta a los dos últimos días haciéndome querer gritar.

–Voy a tomar el tren, como de costumbre. Vete. –dije, adormilado. Él gruñó y algo duro cayó encima de mi cabeza y sonaba sin parar.

–Bueno, a menos que el tren te lleve hasta allá en diez minutos cuando tienes que estar allí en veinte, entonces haz lo que quieras. –¿eh?

Agarré el objeto duro, que resultó ser mi alarma y miré la hora. 5:30 am. ¿No se supone que tengo que estar allí a las seis?
Ding, dong, estúpido. ¡Levántate!.
Me levanté exaltado y salté sobre el respaldo del sofá.

–¿Por qué no me despertaste antes? –le pregunté. Cerré la puerta del baño e intenté cambiarme de ropa.

–El reloj de la alarma ha estado sonando durante treinta minutos y te he estado hablando 10 de ellos. Eres como una roca. –vaya respuesta. Bueno, duh, ¡estaba durmiendo!

Me puse un par de pantalones holgados y una camiseta, me lavé los dientes y tomé mis lentes del gabinete. Rápidamente fui a la habitación para tomar un abrigo y una gorra para cubrir mi cabello, antes de salir volví a la sala de estar. Entonces busqué mis maletas.
–¿Los bolsos? –pregunté.

–Ya están en el auto.

–Pero mi...

–El bolso con tu portátil, tu teléfono celular y el iPod están debajo de la mesa.

–Pero tengo que...

–Le di de comer al perro maldito y le dejé agua y comida en la cocina. ¡Vamos! –vaya, es bueno.

Pensé que Lee tendría un ataque de pánico al tocar cosas que no eran suyas.
Cerré la puerta y bajé por las escaleras. Estaba apenas consciente, por lo que podría decir que estaba un poco más lento.
Su auto ya estaba estacionado en frente del edificio y cuando apagó la alarma y me dijo que entrara, por fin caí en la cuenta:
–¡Estás siendo amable! –espeté de la nada.

–¿Perdón?

–Estás siendo amable. Eso nunca sucede. –admití. Bien, puede que tal vez yo esté un poco tonto por el sueño, pero tenía que decirlo.
Él no me hizo caso y arrancó el auto, saliendo antes de que pudiera abrochar mi cinturón de seguridad.

Condujo como un murciélago salido del infierno durante todo el camino a nuestro destino, lo que me alegró no haber comido nada.
Se estacionó y me dijo que me diera prisa. Bostecé y de mala gana me bajé del coche. Caminé alrededor del maletero y me entregó mis maletas. Le di las gracias y nos dirigimos hacia el interior donde estaban todos. Todos hablaban, pero se detuvieron las conversaciones en cuanto entramos. Hm, realmente le tienen miedo. No hice demasiado hincapié en ello y me alejé de él.

–Hey, Sung, por aquí. –se escuchó y entonces me encontré con Hyunjin y Jeongin saludándome. Haneul sonrió y saludó con la mano que no estaba cubriendo su bostezo.

–Pensamos que no iban a llegar temprano. ¿Qué pasa contigo y el Sr.Tenso que vienen juntos? –me preguntó In, yo me encogí de hombros restándole importancia.

–Llegamos al mismo tiempo. –opté por decir. No iba a decirles que el estaba siendo un idiota y vivía conmigo en mi apartamento minúsculo y agobiante porque quemó su casa. Dejaron de preguntar cuando les comenzaron a pasar los tickets a todos. Una vez que fueron entregados, un autobús llegó y todos subimos.

devil boss | minsungWhere stories live. Discover now