Werewolf in Hogwarts

Quidditch

—Claro, no queremos que empiece con sus celos.

Reímos sin parar, disfrutando cada momento como si fuera el último hasta que nuevamente un silencio incómodo reinó en la habitación.

—Pronto, conocerás a tu hermano. Edward Lupin o como lo llamamos tu padre y yo Teddy... Debes estar preparada, está ansioso por conocerte, pero debes saber que es muy protector, así que si alguien te lastima... —Soltó un leve suspiro, desvió su vista al suelo dudando si cambiar de tema o no, apretó sus labios formando una línea mientras agitaba su cabeza levemente hacia los lados. —En fin, solo venía a decirte eso y que te estaré vigilando para que no cometas locuras como golpear a Pansy Parkinson.

Lo sabía todo, apuesto a que ya estaba enterada de todo con detalles, pero eso era lo que me preocupaba menos algún día iba a enterarse; sin embargo, lo que me dejó pensativa es el hecho de conocer a Teddy, estaba ansiosa por ello y quería saber más de él.

—Mamá, yo... —Interrumpió. —Solo quiero cuidarte, amor. Trata de no insultar o golpear a los que te hagan enojar, evita meterte en problemas y todo estará bien.

Se levantó de la cama y caminó en dirección a la puerta, pero antes de salir volteó a verme.

—Hoy debes ver a tu padre antes del desayuno, está esperándote en su salón de clases, tiene algo importante que decirte, apresúrate para que no se te haga tarde. —Emitió una reconfortante sonrisa antes de desaparecer de la habitación.

Fui al baño para ducharme rápidamente, me arreglé para estar lista lo más pronto posible. Tomé mis cosas y salí de mi habitación para ir con Lupin. Tuve que correr por los largos e interminables pasillos para no hacerlo esperar y para no tardar mucho allá, por suerte no me encontré a nadie, ya que eran las 5:20 am.

Entré al salón en el cual se encontraba Lupin, lo divisé parado junto a un gran armario que ciertamente llamó mi atención desde que ingresé a ese salón.

—Buenos días, papá. Me dijo mamá que querías verme, ¿es por lo de ayer?

Me miró fijamente a los ojos, pero no podía concentrarme en él, ya que estaba observando aquel armario de espejos, este se mecía sin parar de un lado a otro.

La voz de Lupin rompió mi trance. —Ya veo que tienes interés en saber cuál es tu boggart, pero eso lo descubrirás después. Respondiendo tu pregunta, sí, te llamé por lo de ayer, así que prepárate, cariño. Hoy conocerás un poco de tus habilidades.

Sentí que mi estómago dio un vuelco al escuchar sus palabras.

Aún no estoy lista, no puedo.

Quería saber más acerca de mí para así recordar las cosas que había escrito en mi guión y sentía mucha curiosidad, por otro lado, sentía que no era buena idea y que tal vez pudiera ser peligroso. 

No estaba segura nada, no podía hacerlo.

—Ven, Abby, necesito explicarte unas cosas, ya que pronto entrarás a clase.

Me acerqué a él poco a poco, mis manos comenzaron a temblar involuntariamente, mi corazón latía a mil por hora, un escalofrío recorrió mi columna vertebral, pero a la vez unas ondas de calor se apoderaban de mi cuerpo, tenía un mal presentimiento sobre esto y algo me decía que no era una buena idea estar en ese lugar.

Apuntó al armario con su varita, lo cual provocó que me exaltara dando un pequeño brinco en mi lugar. —Papá, ¿qué haces?, tú dijiste que... —Expresé como pude, ya que mi quijada comenzó a temblar levemente, impidiendo que hablara bien debido a los nervios que sentía en ese momento, pero a ciencia cierta no sabía si eran nervios o ansiedad, no pude identificar mis sentimientos.