Capítulo 10: Deudas de juego son deudas de honor.

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"¿Se van a una misión?" hablo Bilbo haciendo más la pregunta para mí y me encogí de hombros.

"Bilbo, mi querido amigo ¿Serias tan amable de traer una vela?" Bilbo salió buscando una vela dándome una clara mirada de luego me cuentas él tampoco sabía que era hija de un mago "En el lejano oeste, atravesando montañas y ríos, mas allá de bosques y desiertos se encuentra un pico aislado"

"La montaña solitaria" leyó Bilbo en el mapa, escuchar ese nombre me devolvió al día que llegue aquí.

"Si, Oin ha interpretado las señales y las señales indican que ha llegado el momento" hablo Gloin mientras papá encendía su pipa con su dedo y apagarlo después para no quemarse.

"Han visto cuervos regresando a la montaña, como la profecía nos dice: cuando las aves ancestrales regresen a Erebor, el reinado de la bestia terminara"

"¿Bestia? ¿Qué bestia?" dijo Bilbo desde su despensa.

"Solo es una referencia de Smoug el terrible, la mayor y principal calamidad de nuestra era" comenzó Bofur "Vuela y escupe fuego, dientes como navajas, garras como garfios...aficionado a metales preciosos"

"Si se lo que es un dragón" hablo Bilbo como si fuera obvio.

"No tengo miedo" salto ori desde el otro lado de la mesa "Le hare probar el duro acero de los enanos directo por su narizota" el valiente comentario de ori me hizo reír y tuve que usar mi abanico para cubrir mi sonrisa mientras sus hermanos lo hacían sentarse de nuevo.

"Sería una misión muy difícil aun con un ejército" intervino Balin hablando por el sentido racional "Pero solo somos trece y no los trece mejores, ni los más listo" las palabras de Balin definitivamente habían herido el orgullo de más de uno y comenzaron a protestar; a mí me causo gracia como para casi dejar salir una carcajada hasta que se escuchó un golpe por parte de Fili.

"Tal vez no seamos una multitud" hablo y no pude evitar pensar en lo mucho que él y Thorin se parecían "Pero somos guerreros, hasta el último enano"

"Y ya olvidaron que tenemos a un...no cuatro magos en nuestra compañía" su comentario llamo mi atención y la de mis hermanas "Además Gandalf ha matado a cientos de dragones en su vida"

Mis hermanas tampoco se controlaron y dejaron salir una risa discreta que desconcertó a cierto enano gruñón, les di mi abanico sabiendo que pronto Bilbo se desmayaría y no me perdonaría dejarlo caer; pero antes tenía algo mejor en mente.

"Bueno yo no diría..."

"A cuantos" interrumpió Dori.

"¿Qué?"

"¿A cuántos dragones ha matado?" papá me volteo a ver con una mirada de ayuda.

"Vamos papi, cuéntales de los dragones que mataste" dije con una risa y el me vio con una mirada de enojo en su rostro por haberlo hundido mas.

"Si las historias de como mataste a cientos de dragones son las mejores" continuo Valkiria dándole el golpe de gracia, las tres reímos y papá comienza a sacar aros de humo realmente nervioso, antes de que la mesa estallara en protestas para saber el número exacto de dragones que había matado.

"¡Shazara!" grito Thorin poniendo en orden a todos los enanos, haciendo que tomaran asiento de golpe "Si interpretamos esas señales ¿No creen que otros también pudieron hacerlo? Los rumores se están propagando, el dragón Smaug no ha aparecido en sesenta años, hay quienes miran a la montaña del este juzgando, pensando, midiendo el peligro, tal vez el gran tesoro de nuestro pueblo esta desprotegido ¿No haremos nada mientras otros se apoderan de lo que nos pertenece o aprovecharemos la ocasión para recuperar Erebor? ¡Du Bekar! ¡Du Bekar!" muchos gritos de aprobación se escucharon en todo el comedor.

El retorno de la reina perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora