Beth no dice palabra cuando ingreso por la puerta principal; me imagino que se siente tan acostumbrada a estas situaciones que se ha cansado de tanto pelear. Yo también, las cosas se encuentran tan mal que un confrontamiento con mi madre sería la gota que colmó el vaso, aquello que me declararía como alguien estresada.
Paso derecho a mi habitación, ignorando el tentador aroma a lasaña que se escapa de la cocina. Mi falta de apetito no es cuestión de estar gorda o no, sino del imbatible nudo que me cierra la garganta y no me permite comer. Todo a causa de los problemas que estoy atravesando.
Todo a causa de él.
Jamás pensé que alguien podría causarme tantos problemas en mi vida; tampoco imaginé que él podría despertar tan inmensos sentimientos afectivos en mi interior, innegables, reacios a ser ocultos. Harry Styles es el obstáculo de mi vida; la piedra con la que tropiezo todo el tiempo y no puedo dejar atrás.
Me siento frente a mi viejo ordenador y decido encenderlo, solo para distraerme un poco. La lentitud con la que se inicia me da el tiempo suficiente para seguir llenando mi cabeza de basura, por lo que comienzo a frustrarme más.
Vamos, computadora del demonio. ¡Enciéndete!
Después de dos minutos de inhala...exhala, la pantalla se enciende y puedo comenzar a navegar. Veo vídeos graciosos, visito blogs de moda y hasta ingreso a una página de juegos para niños, pero nada consigue entretenerme lo suficiente. Es como si mi cabeza me obligara a pensar en él, en sus palabras y en todo lo sucedido.
«Mantente alejado de ella» le dijo a Kyle después de molerlo a golpes y dejarlo en el hospital con una conmoción cerebral.
Lo cierto es que además de mis afectos por él, siento el enojo que me profiere; después de rechazarme en la cara se digna a amenazar a otros chicos para que no se me acerquen, como si fuese tan dañina para que alguien pueda estar conmigo. Sus razones son tan desconocidas como insensatas y me llevan a un punto de frustración máxima que solo puedo pensar en serenarme imaginando la paliza le daré cuando lo vea al día siguiente.
Apago el ordenador ignorando el blofero que deje cargando.
Por primera vez en muchas semanas, decido acostarme civilizadamente sobre la cama: utilizando las sabanas para taparme y recordando que el dormir boca abajo es la peor forma del mundo para descansar y que debo ignorarla.
***
-¿Piensas decirme a donde estuviste anoche?
Robbie tiene el periódico en una mano y el café en la otra. Siempre utiliza la misma técnica: parece estar tranquilamente leyendo las noticias, pero apenas me acerco saltan las preguntas.
Pasó derecho a la alacena para servirme otra taza de café, con la esperanza de que sea tan bueno como el del día anterior.
-Fui a visitar a un amigo al hospital-respondo de espaldas. De nada sirve andar con rodeos, por lo que decido ir directamente al grano-. Tuvo un pequeño accidente en el colegio.
"Accidente". ¿Así se le llama cuando los puños de Harry Styles caen sobre todo tu cuerpo?
-Amigo...-repone, suspicaz.
-Si papa, amigo-este es el típico rollo del padre sobreprotector, en el que Robbie recela sobre todos los chicos de los que le hablo, sin creer que sea posible tener un amigo sin que sea necesariamente con derecho a roce.
-Es broma. ¿Qué le paso?-doy un sorbo al café hirviendo; está demasiado caliente y amargo. Trago a mi pesar antes de volverme hacia el con los ojos llorosos.
-El...-permito que mi lengua escocida se recomponga antes de continuar-, se lastimó en la clase de gimnasia.
Robbie baja el diario y me dirige una mirada recelosa.
-Qué raro. ¿Él está bien ahora, no?-le da un sorbo a su café, pero no compone ninguna mueca similar a la mía. De hecho, después da un segundo y tercer sorbo que demuestran su gusto en café: Fuerte y amargo, además de caliente que pela.
-Sí, solo encontraron una conmoción cerebral pero supongo que se está recuperando.
Busco en la alacena algún alimento, pues debo admitir que durante la mañana me siento muy hambrienta. Corro las latas de arvejas que me obstruyen la visión y reviso algunos paquetes de cereales ya vencidos en 2006... ¿2006? ¿Que nadie revisa esta alacena?
Al final me conformo con una barrita energética de arándanos que encuentro como última provisión en una caja. El sabor es agrio y el cereal esta duro, pero cuando se tiene hambre da lo mismo.
-Robbie, creo que tendremos que pasar por algún súper estos días o alguno de nosotros morirá intoxicado por comer cosas vencidas.-le doy otro mordisco a la barrita. Es recién entonces cuando reparo en que somos solo dos personas en la cocina; observo por la ventana pero hoy no llueve, así que no es caso para que Beth haya tenido que salir antes al trabajo. Me vuelvo hacia Robbie, obligándome a tragar otro pedazo de esa horrible barra de cereal rancio-Oye, ¿Y Beth?
Robbie baja el diario con total naturalidad y me observa a través de sus lentes de lectura.
-Ella ha salido al trabajo-dice.
-Hoy no está lloviendo-le recuerdo, señalando el techo.
-Prefirió salir temprano.
La conversación no se prolonga ni un segundo más, si dice que se fue antes por preferencia, no voy a discutirle.
Busco las llaves de mi desvencijado auto y salgo para el instituto, con el buen humor de saber que aún faltan diez minutos para que suene el timbre, lo que me dará tiempo de sacar mis libros del casillero y pasar por el baño para lavarme la cara.
Pongo el CD de Coldplay que tanto me gusta y disfruto de la música.
El estacionamiento del instituto está lleno de charcos de agua marrón, a pesar de que la lluvia haya finalizado ayer por la noche. Estaciono en un lugar cercano a la puerta principal; tengo un sentido de la memoria tan mediocre que todas las veces que estacione a más de cincuenta metros de la entrada, tuve que pasarme la tarde buscando el bendito coche por el estacionamiento.
Evito pisar cualquier charco que pueda empaparme las zapatillas tal como ayer. Cuando ingreso al interior del edificio, sigo mis pasos de pasar por el casillero, buscar los libros de Geografía y luego buscar el baño para lavarme la cara.
Cuando estoy secando mi cara con una servilleta de papel, el timbre suena; tiro todos los papeles usados al basurero y me dirijo hacia mi clase de Geografía con el profesor Prit.
Estoy en la última hora del día cuando comienzo a impacientarme por no encontrar a Harry por ninguna parte; hoy desperté deseosa de un par de explicaciones, pero si el no viene para dármelas lo único que puedo hacer es buscarlo yo.
Recorro el gimnasio, los vestidores y el patio externo, dando la excusa a Lena de estar buscando a la secretaria para unos asuntos de la cuota mensual; de otra manera, tendría que contarle con lujo de detalles todo lo sucedido y eso me tardaría bastante.
Después de buscar por el último recoveco del instituto, comienzo a pensar que tal vez Harry haya sido suspendido temporalmente por sus acciones. La mera idea me causa ira hacia el director Frankleton, ya que esto estropea todos mis planes. Regreso al corredor con las manos vacías y una cara larga que asustaría a cualquiera.
Menos a Zeeke Warnhold, al parecer.
-¿Encontraste a Styles?-pregunta.
Abro los ojos como platos.
-¿Y tú como sabes que lo buscaba a él?-casi le ladro. Me acompaña hasta mi casillero, donde busco mi bolso y las llaves del auto.
-Es como si las venas marcadas de tu frente formaran la palabra Harry-le doy un golpe inofensivo en el pecho. El ríe y después niega con la cabeza-. Es broma. En realidad fue como un acertijo a descubrir, veras: Joshua estaba en la cafetería cuando Louis y tú entraron para tomar algo y también vio cuando ese loco comenzó a inculparte del incidente de Kyle Stanford. Me contó que habías salido para el hospital para hablar con Kyle. Hoy cuando te quise buscar para enseñarte a Freddy Krueger, Lena me ha dicho que no te molestase porque estabas buscando a la secretaria Lenox por no sé qué mierda, peeeeero, yo sé que buscas a Harry porque todo el mundo dice que sales con él.
Siento cada partícula de mi cuerpo congelarse.
-¿Salir? ¡Y porque no empezaste diciendo eso!-me tapo la boca con las manos. Si hay algo peor a que todos crean que el incidente de Kyle fue por mi culpa es que todos crean que salgo con Harry Styles-Dime quien comenzó el rumor.
-No lo sé.-se encoge de hombros- Solo he escuchado a muchas personas diciendo que eran la nueva pareja de locos del instituto.
Cierro el casillero de un portazo y comienzo a caminar en dirección contraria a Zeeke. Siento sus pasos por detrás de mí y después el agarre de su mano sobre mi hombro para girarme hacia él.
-Hey, tranquila-dice con voz compasiva, como si sufriera de una enfermedad terminal-, los rumores son tantos en Sparks que apenas surja algo nuevo, lo de tu romance con el loco quedara olvidado.
-¡No es tan simple!
Me suelto de su agarre y comienzo a caminar a paso rápido hasta el baño de chicas.
-Skylar Evelyn Jones, no te atrevas a meterte donde tú sabes que no puedo ingresar-su voz suena cómica. Claro, porque es Zeeke.
Hago caso omiso a sus palabras y me meto en un parpadear en el baño.
Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos desenfrenadamente.
No puedo evitar preguntarme cuantas veces llore en estas últimas dos semanas a causa de él.
El corazón actúa de una forma tan misteriosa y egoísta... Escoge sentir amor hacia las personas que menos nos corresponden y más daño nos hace, incitándonos a amarles a pesar de ser rechazados todo el tiempo. Condenándonos a ser lastimados una y otra vez.
Así es tal y como me siento con Harry; lo odio.
Odio amarle con todas mis fuerzas.
Se dan tres golpes en la puerta de entrada.
-Sky, vamos... No me obligues a hacer esto por el amor de Dios.
-Vete, Zeeke-digo, barriéndome las lágrimas de la cara. Cualquier chica podría entrar y verme de esta manera tan inoportuna.
-Sabes que no puedo irme, es regla de la amistad: 'Estar en las buenas y en las malas'.
No digo nada.
-¿Vas a salir?-pregunta dos segundos después.
-No-respondo.
Resopla por detrás de la puerta.
El pomo de la puerta roja se gira y Zeeke aparece en el baño. Escudriña la habitación lo más que puede mientras se acerca hacia mí.
-Wow, el baño de mujeres es mucho más decente que el nuestro.-pasa por mi lado y estudia los retretes-Creo que después de esto pasaré por la oficina del director Frankleton para quejarme; el baño de los chicos esta todo meado y algún degenerado está defecando sobre los urinarios, ¿Lo entiendes verdad? El lugar huele como a mierda la mayoría del tiempo.
Es inevitable no soltar una risita. Zeeke siempre sabe cómo hacer reír a las personas.
-¿Lo ves? Estas riendo.-esboza una sonrisa de suficiencia-Es que yo siempre puedo hacerte reír.
-Lo sé y eres un idiota por eso; arruinas mis situaciones dramáticas haciéndome reír cuando debería llorar.
Es verdad; cuando observo mi aspecto por el espejo, descubro que no hay rastro de que estuve llorando recientemente, cosa que se suele manifestar en mí teniendo los ojos rojos y los labios hinchados.
Zeeke se para junto a mí y me observa por el espejo.
-No durara mucho tiempo, lo sabes-dice. Todo rastro de chiste se borró de su cara. Se claramente que se refiere a lo de los rumores que deben estar circulando.
-Solo lo creeré porque tú lo dices, pero si continúa más de lo esperado, entonces te echaré la culpa-lo abrazo de costado.
Viendo a mi amigo frente al espejo en un baño de chicas me hace recordar lo estúpida que es la situación, puesto que hay un chico en los sanitarios equivocados. Si tan solo una chica ingresase por aquella puerta se pegaría un buen grito.
-Sky-Zeeke me saca de mis pensamientos. Lo observo expectante-, dime todo lo que paso con Styles. Soy tu amigo.
Asiento enérgicamente, intentando convencerlo de que no hay ningún inconveniente con que él lo sepa. Después de todo, lo que menos quiero en estos momentos es que Zeeke crea que no confió en él.
-¿Cuál de todas las cosas quieres que te cuente?-no puedo evitar sonreír al preguntarle; hay tantas cosas que él no sabe...
-Todo, después de su encuentro en el pub.
-¿Lo del beso también?-abre la boca y forma una 'O' perfecta. Su gesto ya es toda una respuesta- Bueno, lo del beso fue lo peor, empezando porque fui yo la que se lanzó a sus brazos y después todo termino con un «No eres tú, pero prefiero estar solo» que literalmente me saco de mis casillas.-doy un largo respiro, puesto que todo eso fue dicho de la manera más rápida posible- Después solo queda agregar que en la clase de gimnasia ha molido a golpes a Kyle Stanford y antes de mandarlo al hospital le dijo «Aléjate de ella».
-¿Y supones que hablaba de ti?
-Pues, sí. Yo era la compañera de gimnasia de Kyle y él me ha halagado un poco durante los ejercicios... lo que aun no entiendo es... a Harry. No entiendo a Harry; me ha rechazado en la cara y después ha hecho todo eso que me deja en la duda.
Zeeke se sienta sobre los lavabos, de espaldas al gran espejo por el que hace minutos atrás me observaba. Permanece meditabundo por unos minutos, sin rastro de saber nada aun.
-No sé qué decirte, porque si Peter Green me hiciera eso estaría obligándole a explicar su falta de coherencia-se vuelve hacia mí y con gran revuelo, agrega:-¡No puedes alejarme y después alejarme de los demás! O me tomas o me dejas, Peter.
-Zeeke, Zeeke-apoyo cariñosamente mi mano sobre su muslo para calmarlo-, no sobre actúes la situación... es solo una duda tonta.
Me estudia con la mirada y al final suspira.
-Ya lo sé, pero es que yo tampoco le entiendo y...me enfurece que te confunda de esa manera.
Sonrío.
-Ya hiciste suficiente por mí.
Esboza una media sonrisa.
Entonces, como una puntada imprevista, la respuesta más lógica llega a mi cabeza. Es-después de todo-, la mejor y única opción que puede darme respuestas por parte de Harry. Intentaré hacerlo lo más rápido posible y después me iré.
Tengo que ir a la barbacoa de mañana.
-Zeeke-digo resuelta, al final-creo poder encontrar una respuesta sensata por mí misma, pero ahora vámonos antes de que entre alguna chica y pierdas toda tu dignidad.
Asiente enérgicamente.
-Buena idea.
Comenzamos a caminar hacia la salida; Zeeke satisfecho por mi respuesta y yo, finalmente decidida.
Iré a esa barbacoa, lo confrontare, encontraré respuestas y antes de irme, buscaré mi puto celular.
-Hey Zeeke-le digo cuando ya estamos en el pasillo-¿Quién es el tal Freddy Krueger que querías presentarme?
-Ah-sonríe-, es mi nueva lagartija; es tan horrenda y arrugada que no se me ocurrió mejor nombre que Freddy Krueger.
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(N/A):
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Pregunta: (No tiene nada que ver con la novela) ¿Leen libros fuera de Wattpad? ¿Tienen algun escritor favorito?
Yo siempre leo fuera de wattpad y mis escritores favoritos son Lauren Oliver y JK Rowling akdjdksksjsja
Bueno nada.
Saluditos,
Maggie