Uno.
Sólo un deseo se alzó silenciosamente aquella noche, sin saber bien lo que quería pero con el sentimiento aleteándole en el pecho como colibrí desenfrenado. Se sentía extrañamente eufórico con la nevada y a pesar de la soledad clavándose en él como una molesta espina, sintió sus manos picarle en deseo de algo que jamás tuvo, con el alma inquieta y su lobo más despierto que nunca.
Demasiado tarde para la curiosa estrella resplandeciente que de pequeño había leído que cumplía deseos.
Y muy tonto de su parte cerrar los ojos en una noche nevada como aquella en la que apenas se podía percibir lo que tenía enfrente.
Porque la estrella fue la única testigo de la sucia jugada del destino y un pequeño milagro navideño que estaba lejos de serlo, porque lo único que recordó Taehyung de los últimos momentos fue ver una figura moverse bajo la tormenta y las llantas de su auto giraron y derraparon sobre la nieve cuando pisó el freno hasta el fondo, sin ser lo suficientemente rápido ya que aunque fue un golpe suave, la silueta se estremeció y salió de su mirada.
Con el corazón latiendo miles de veces más rápido que hacía unos segundos, Taehyung salió del auto sin perder un momento.
Debía de ser una mala broma; que sonaran villancicos de su auto mientras la nieve se arremolinaba sobre él y el frío parecía calarle hasta los huesos, pero sintiéndose tan caliente y tembloroso como jamás en su vida, con su lobo pareciendo aullar de reconocimiento de algo que nunca tuvo, pero que reclamaba como suyo.
Con el alma en la garganta, se arrodilló frente a la nieve y notó que la silueta era un realidad un omega de labios violáceos y quebrados, piel pálida y quemada por el frío y de cuerpo delgado que se estremecía violentamente.
Lo sintió en todo su ser: Su dolor, la gelidez de su cuerpo, la respiración entrecortada a causa del mal funcionamiento de sus pulmones y sobre todo, el olor a muerte.
Supo de inmediato que el omega estaba muriendo en sus manos, y no era por el golpe.
Pero a Taehyung jamás se le había muerto un paciente, y él no sería la excepción.
Así que con la música navideña burlándose de su deseo, tomó al chico entre sus brazos como pudo y fue como si el pinchazo de la muerte a nada de llegar también lo envolviera, sintiéndose tremendamente aterrado.
También sintió las lágrimas escurrir por sus mejillas sin razón, pero tan calientes que le quemó en lo más profundo de su interior y fue como si el alma misma saliera de su anatomía cuando vio el cuerpo del chico reaccionar a su tacto y calor, apenas consciente.
Porque no era él quien se mantenía entre el limbo de la vida y la muerte, sino su más puro instinto animal al responder el llamado silencioso fue quien le hizo los párpados revolotear.
Bendito se sintió Taehyung cuando unos entrecerrados ojos se clavaron en él y lobo.
Ansiosas y omniscientes las almas predestinadas.
Jamás pensó que el morado sería el color de su amor.
Y Jeon Jungkook, revivió en aquella primera nevada, como la flor violácea a su costado.
❆Omegaverse
❆Mención de otros shipps, pero vkook pareja principal
❆Hay temas delicados, así que ojo con la sensibilidad ajajs:(
❆Y creo que es todo, disfruta mucho la lectura ^^