- Um ¿Y tú quién eres? – Pregunto nervioso por estar enfrente de otra chica linda. Incluso si estaba defendiendo a un malvado espíritu.
- Mi nombre es Yashiro Nene y estoy en primero de preparatoria – Se presentó la albina de tobillos anchos con los brazos extendidos para evitar que volvieran a dañar a su amiga con aquel bastón. - ¡También soy la asistente de Hanako-chan! Así que, si le haces daño, me enojare de verdad-
- No puedes estar hablando en serio – Exclamo sorprendido. Un espectro jugando a la amistad con un estudiante no podía ser bueno. – De todos modos, ella es un misterio escolar ¡Y como un exorcista del clan Minamoto es mi deber exorcizarla! –
Tan pronto termino de hablar, Kou corrió a dirección del fantasma. Esquivando a su senpai en el trayecto.
Pero a unos centímetros de golpearla con su raiteijou, inesperadamente una daga dorada intercepto su ataque. Los ataques combinados solo lograron que ambas personas fuesen impulsadas a lados opuestos.
- ... no puede ser – Exclamo Kou. Solo pudo divisarla por unos momentos, pero no había duda. - ¡¿Cómo es posible que un misterio pueda empuñar una daga espiritual?! –
Desde lo lejos, la séptima maravilla se encontraba apoyada de la barandilla de la azotea. Aun se encontraba afectada por el poder del raiteijou.
"Entonces esta es una daga espiritual" Pensó la peli índigo. La verdad es que tenía esta daga desde que se despertó por primera vez hace diez años, nunca supo de donde lo había encontrado. – Ven aquí hakujoudai –
Tras la orden de su maestra, ambos hitodamas empezaron a rodearle antes de posarse en los lazos de su cabello para poder transformarse. Su blanco uniforme se tiño de color negro y una capa negra de línea recta teñida de color púrpura oscuro larga y fluida.
Kou de inmediato se preparó para contraatacar en el momento en que Hanako llamo a sus hitodamas.
- Lo siento mucho pero no puedo dejar que me exorcices – Hablo calmadamente Hanako como si hablara con un niño. – Aun tengo algunos pendientes que tengo que hacer –
- ¡Eso ni siguiera tiene sentido! – Exclamo duramente a la chica.
En lugar de sentirse enojada, la peli índigo solo sonrió al Minamoto. En un instante ambos se lanzaron para atacar.
Si tan solo hubiese notado la tristeza que reflejaba en esa sonrisa.
- Minamoto-kun ¿Puedo preguntar lo que está pasando? – Pregunto curiosa Hanako.
Atrapado entre cinta adhesiva, estaba un chico de aspecto afeminado de cabello rosado y bufanda. El chico intentaba escapar de sus ataduras como si fuese un pez fuera del agua.
Yashiro elogiaba mentalmente a Hanako-chan por mantener su expresión estoica.
- Entonces, ¿Lo exorcizaras? – Volvió a preguntar Hanako.
Desde ese día en la azotea, este pequeño exorcista no ha vuelto a buscar pelea, más bien parecía que intentaba buscar llevarse bien con ella y Nene-chan.
O quería seccionarse que su hermano mayor no vuelva a lastimarla nuevamente.
-Sobre eso... estaba pensando... Tiene que haber otra forma, ¿verdad? ¿Además de exorcizarlos por la fuerza? - Respondió nervioso Kou mientras tosía torpemente y se frotó una mano en la nuca.
- Mmmm – Se detuvo a pensar la peli índigo si estaba bien dejárselo al chico. Se tomó unos momentos para tomar su decisión. – La mayoría de los fantasmas como este chico de aquí a menudo se quedan en la costa cercana porque tienen algún deseo incumplido, solo tienes que ayudarlo a cumplirlo y ¡Listo! -
El rostro de Kou se iluminó.
- ¡Entendido! – Grito entusiasmado, tal vez con la idea de ayudar a un fantasma en lugar de exorcizarlo. - ¡Vamos fantasma! ¡Yo personalmente me ocupare de tus arrepentimientos! –
Y acto seguido, Kou y el fantasma aun atrapado, se fueron del baño de niñas.
- ¡¡ES UNA FOTO!! ¡MI ARREPENTIMIENTO ES UNA FOTO! – Grito lo más que pudo el fantasma de nombre Mitsuba.
Para alivio para el fantasma, Kou detuvo los rayos de su bastón.
- ¿Una foto? – Pregunto confundido. No entendía que tenía que ver esto con su deseo.
- ¡¿Qué quieres que diga?! De repente quieres que te diga mis deseos incumplidos de la nada y para ser honesto, no sé por dónde empezar – Le reprendió por sus actos. Pero al volver a hablar su tono se volvió melancólico. – Sabes, antes de morir le había hecho una promesa a alguien que estaba sufriendo una mala pasada. Por eso quería regalarle un álbum de fotos con todo lo que le gustaba para animarlo –
- ¡Por qué no te apuras Sousuke! – Le grito desde el suelo su primo.
Aún era temprano en la mañana, a tan solo unas horas de que comenzara las clases. No había razón para que él y su primo estuvieran tan temprano.
- ¡Cállate! Si tanto te quieres ir, solo vete – Alzo la voz desde una de las ramas del árbol donde se encontraba.
Pero el necesitaba estar aquí.
Necesitaba la fotografía del parque favorito de su amigo para el álbum, por eso había venido temprano en la mañana para limpiarlo y subirse a un viejo árbol para fotografiarlo cuando no había nadie.
Solo fue una coincidencia el encontrarse con su primo en el camino, también fue una coincidencia que el bastardo haya decidido acompañarlo a pesar de las quejas sobre el frio de la madrugada.
Apretó más fuerte su bufanda cuando otra ráfaga de viento lo golpeo desde lo alto.
- Si me voy ahora, la tía Chise querrá mi cabeza por dejar a su precioso hijo solo – Respondió el hijo de puta.
Bueno, tenía un punto a su favor.
El tiempo paso hasta que al fin el sol se posiciono de la manera que querría, estaba tan concentrado en su cámara que no le presto al sonido de la rama donde estaba.
Al momento de presionar el botón de su cámara, todo paso rápido.
La rama no aguanto su peso y se quebró, y cuando intento agarrarse de cualquier rama para salvarse, su bufanda se atorro en una.
Su primo relataría que solo alzo la mirada al escuchar la rama quebrarse, encontrándose con el cuerpo inerte de su primo menor.
Esa mañana del sábado, Mitsuba Sousuke falleció al romperse el cuello desde lo alto de un árbol.
- ...Pero ni siquiera tuve la oportunidad de comenzarlo – Volvió a hablar luego de perderse en sus recuerdos.
No era la fotografía lo que quería.
Lo que realmente deseaba era ver esa sonrisa que fue su luz cuando solo veía oscuridad.
Si bien, Mitsuba no le gustaba tomar fotografías de cualquier cosa que sea más linda que él, esa tarde fue la excepción.
Se tomaron varias fotos de animales, plantas y otros lugares dentro del colegio para armar el álbum. Incluso pudieron tomar una fotografía del presidente y vicepresidente del consejo estudiantil.
- Me sorprende que seas hermano de ese tipo – Confeso Mitsuba al rubio. Aunque debió imaginarlo por sus características similares.
- ¿Eh? ¿En serio? Pero si ambos tenemos el apellido Minamoto – Aclaro Kou. Realmente no sabía porque la gente se sorprendía al saber que eran hermanos.
Incluso su senpai estaba sorprendida cuando se enteró.
- Lo dice la persona que no recordaba que curse dos años con él – Dijo Mitsuba al ver que se encontraba perdiendo la discusión.
Al notar como el contrario no volvía a hablar, se reprochó por su insensibilidad.
Quien diría que le afectaría tanto.
- Lo siento, no debí decir eso – Se disculpó el peli rosa. - ... Solo nos falta ir al club de cocina y revelar las fotos –
Kou solo asintió. Era lamentable que sea Mitsuba el que se disculpe cuando debía ser él que se disculpara por olvidarse de él.
Con la tensión en el aire, los dos ingresaron al club de cocina. Lo primero que notaron al entrar fue el olor a caramelo y por último fue el único miembro presente del club en la habitación.
- ¡Oh! ¿Cómo estas Amane-san? – Pregunto el rubio. Ahora que se acordaba, ¿Amane-san no estaba en el club de cocina al igual que Satou?
- Me encuentro bastante bien, la verdad – Respondió Amane con una sonrisa amistosa. Pero cuando iba devolverle la pregunta, noto lo que traía en sus manos se borró su sonrisa. - ¿Por qué tienes la cámara de Mit-chan? –
¿Mit-chan?
Se necesitó un momento en conectar los puntos, pero cuando lo logro se sintió mal.
La persona la cual estaba pasando un mal momento, la persona la cual Mitsuba quería regalarle un álbum con todo lo que le gustaba.
Era Amane.
Sin saber que responderle, intento formar una excusa. Mientras tanto Mitsuba levito más cerca del pelinegro, había cambiado un poco en un año.
Seguía siendo un enano.
- Entonces estas interesado en la fotografía – Resumió Amane todas las palabras del otro. A la vez que recordaba que todas las cámaras de fotografía de su amigo habían sido donados a la escuela.
No sería extraño que le prestaran al Minamoto entre todas las cámaras, la cámara de su amigo.
- ¡Exactamente! – Grito entusiasmado. Se sentía abrumado al no saber que más decirle.
Absoluto silencio.
Ninguno de los dos humanos sabia como seguir con la conversación. Si alguien no hacía algo al respecto, todo se volvería incómodo.
Mitsuba decidió ayudar un poco al pendiente de seguridad vial.
- Oye, pregúntale si puedes tomar fotos a los postres ya terminados – Sugirió el fantasma sin separarse de su amigo del porno.
El exorcista asintió a la idea y le pregunto a Amane si podría tomarles fotos a los trabajos del club.
- Claro, no me molesta en lo absoluto – Respondió Amane sin problema alguno.
- ¡Muchas gracias, Amane-san! – Agradeció Kou al pelinegro.
Con cuidado de no estropearlos, tomo captura a cada uno de ellos con las instrucciones de Mitsuba. Sería extraño que la cámara frotase si no estaban pendientes.
- Por cierto ¿Por qué hay tantos postres? Habrá algún evento – Pregunto luego de tomar foto a unos pasteles. Había todo tipo de pasteles en el mostrador.
Amane detuvo lo que hacía para responderle con otra sonrisa. – Oh, todo esto es para una fiesta de té –
Mitsuba solo se estremeció al notar la característica sonrisa burlona de los gemelos Yugi.
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Curiosidad que recuerdo#5
El cuchillo que usa Ao-chan, es el mismo cuchillo que vemos en el debut de Sumire.