Para: Yellowcatprincess@gmail.com
De: blue35@gmail.com
"Querida Yellow:
Se que dijiste que estarías fuera durante las fiestas, especialmente navidad, pero quería contarte como estuvo mi fiesta, siempre he amado la navidad y esta vez no fue la excepción, tuvimos una nueva invitada o como la quiso llamar mamá una nueva "integrante", lo que me pareció bien, fue agradable y bonito. Por otro lado quisiera saber como estuvo tu navidad, ansío volver hablar contigo.
Con amor Blue".
Mire mas de 20 veces aquel correo, ¿Parecía desesperado?. Solo quería saber de ella y tambien quería que ella supiera que quería saber de ella.
Enviado.
No podía ser un cobarde ahora.
Menos con ella.
Aún que.
La verdadera pregunta era.
¿Realmente sentía amor o era una estúpida obsesión por saber quien era?.
Contemple mi habitación y mire una ultima vez a mi alrededor antes de levantarme. Hace unos dias tengo este peculiar sentimiento de que no soy lo suficiente "hermoso" o "atractivo" para alguien. Quizás por eso jamás he tenido novia como tal, ya que con Aliss jamás paso algo mas allá que besos y abrazos. O tal vez solo sea el hecho de que nunca me ha interesado una chica de esa manera. Pero ser "popular" me hace tener una fama de mujeriego y una lista de chicas que dicen haber salido conmigo cuando ni siquiera las conozco lamentablemente. Incluso dicen haberse acostado conmigo cuando vuelvo a reiterar lamentablemente a las únicas mujeres que he tocado (solo de abrazo) son a mis madres.
Me gustaría vivir alguna experiencia antes de salir de la escuela, no quisiera entrar a la Universidad sin practica.
Me bañe rápido y tome mi ropa para poder ir a casa de Oscar, donde nos juntaríamos con los chicos para ver que haríamos para año nuevo. Estaba emocionado y muy contento. Amo estas fechas definitivamente.
—Llévate el auto Ly.
Sonreí.
—Eres mi madre favorita.
—Si. Que no te oiga tu mamá, sino nos mata a ambos.
Angeline, era ya prácticamente mi segunda madre, nos ayudo mucho a mamá y a mi cuando papá nos dejo, ella era su mejor amiga y se enamoraron, y no las culpo, el amor puede nacer en cualquier lugar con cualquier persona, eso no se controla.
—Adiós Madre.
Sali de casa y me monte en el hermoso Jeep de Angeline. Dios como amaba este auto, era genial, era mucho mejor que el mio. Al llegar a casa de Oscar, me estacione fuera de su casa, y baje a toda velocidad introduciendo las llaves que poseía de su casa en la cerradura (si, los 3 tenemos llaves de las casas de los otros por alguna emergencia, y se que esto no cuenta como emergencia pero ellos hicieron esto primero en navidad).
—¡Hola familia hermosa!—dije extendiendo mis brazos a mitad del pasillo cuando entre—¿No hay nadie en este humilde hogar?.
—COCINA.
Camine hasta allá encontrándome con Blass recortando lo que parecían unos volantes y a su lado Seraphine. ¿Esta niña no tiene casa?.
—Hola— saludo Blass.
—¿Qué hacen?.
—Hola para ti tambien— dijo sarcástica Seraphine. Rodee mis ojos y ella posaba sus ojos en mi. ¿Qué miraba?—No había notado lo horrible que eres.
Blass rio— Que graciosa— comento— Vamos amigo, siéntate, Oscar bajara en unos segundos.
Me gire sobre mis talones y subí hacia la habitación de Oscar, donde antes de abrir se oyeron voces y luego golpes. Rápidamente abrí la puerta y vi a Jhonnatan sobre Oscar dándole una paliza, prontamente lo empuje y lo agarre por el cuello de su camiseta.
—Que mierda te crees.
—Ya vi que llego el perrito de Oscar— y mi puño choco con toda su mejilla. Todos sabían que entre los cuatro los mas fuertes si de puños o golpes hablamos Jhon y yo ganábamos—Vamos vuelve hacerlo.
—Lárgate de aquí idiota— dije empujándolo. Levante a Oscar quien tenia su rostro golpeado y mi sangre hervía al punto de entrar en ebullición— Tu lo pediste.
Mi puño golpeo su cara tan fuerte que me dolió a mi. Pero este no se quedo atrás, recibí un puño en mis labios y esta pelea termino con Jhon en el suelo, intentando ponerse de pie pero cayendo por las escaleras provocando que Blass y Seraphine salieran de la cocina.
Jhon solo miro a Seraphine y salió de casa, ella subió su vista hasta nosotros y subió las escaleras junto con Blass.
—Tu labio— susurro—Sangra.
—Vean a Oscar estaré bien—dije caminando al baño.
Frente al espejo note que ahora si tenia la apariencia que todos decían que poseía. Chico rudo con golpes en su cara, con el labio roto. Intente lavarme con agua el labio, pero no resultaba. Mire en el espejo y la figura de Seraphine se hacia presente. Camino hacia mi y me sentó en el inodoro.
Seraphine sostenía mi rostro con delicadeza, examinando el corte en mi labio con preocupación. La habitación estaba tensa después de la pelea con Jhon. Intenté contener el sangrado con mi mano, pero Seraphine sacó un pañuelo limpio de su bolso.
—Deja, déjame ayudarte—murmuró mientras se arrodillaba frente a mí. Con movimientos suaves, limpió la sangre con cuidado, tratando de no causarme más dolor. La miré en silencio, agradecido por su preocupación y cuidado.
Terminó de limpiar la herida y me ofreció una sonrisa reconfortante. Sentí un nudo en la garganta ante su gesto desinteresado. Me incliné hacia adelante y la abracé con suavidad, agradecido por tenerla a mi lado en ese momento difícil.
La calidez de su abrazo me reconfortó, y por un momento, el mundo exterior pareció desvanecerse.
—Gracias, Seraphine— susurré mientras nos separamos. —Eres increíble.
Ella sonrió, y vi un destello de tristeza en sus ojos. —Solo quiero que estés bien, Lysander.
La sinceridad en sus palabras me conmovió profundamente. Tomé su mano y la apreté suavemente.— Haré lo que sea necesario para mantenernos a salvo a ambos.
Nos quedamos en silencio por un momento, perdidos en nuestros pensamientos. Finalmente, Seraphine rompió el silencio.
—Debería irme de aquí— sugirió. —Este día no ha salido como esperaba.
Asentí, poniéndome de pie y ofreciéndole mi mano para ayudarla a levantarse. Juntos, dejamos la casa de Oscar, dejando atrás la pelea y las tensiones. Sabía que, jugar con los sentimientos de Seraphine me traería muy malos problemas pero por el momento esto se sentía bien y era lo mas cercano que conocía a que te gustara alguien, o tener a alguien en tu vida de esa manera, aun que sea un juego.