Wei WuXian sentía su cuerpo entumecido. No podía moverse, los parpados le pesaban de tal forma que abrir los ojos parecía ser una misión imposible.
"Bueno por lo menos me llevé al inútil de Lan Zhan conmigo, no salí victorioso del todo, pero valió la pena. Ahora supongo que tengo que saldar deudas en el inframundo, lo merezco, sabía que este iba a ser mi destino final. No me arrepiento de nada, solo de no haberme llevado a todos los Jin conmigo".
Wei WuXian comenzó a curvar los labios hacia arriba, primero fue una pequeña mueca, similar a una sonrisa, pero poco a poco se transformó en una risa desenfrenada. Cuando al fin sintió que rio lo suficiente se calmó. No quería pensar más en el pasado.
Nuevamente intento abrir sus ojos, su esfuerzo era tan grande que sintió como las venas saltaban en sus sienes.
Dio un suspiro resignado y tomo un par de respiraciones lentas antes de volver a intentarlo. Después de todo, el tiempo no era un problema, no había necesidad de desesperarse.
Estaba acostado sobre algo muy suave. Podía sentirlo, era como estar acostado sobre plumas. Era como estar en casa...
"Que extraño, al parecer la muerte es cómoda", nuevamente intento abrir los ojos, y esta vez al fin logro su objetivo. Pero al instante los volvió a cerrar. La luz era cegadora.
-Wei Wuxian!- Su corazón se detuvo por un instante. Después comenzó a latir tan rápido que temió que se fuese a escapar de su pecho.
¡Momento! ¡¿Cómo era posible que su corazón este latiendo? Abrió los ojos a pesar del dolor.
-Jiang Cheng...- La voz de Wei WuXian sonó temblorosa.
Esto era ridículo, su hermano... el seguía vivo. ¡¿Por qué estaba aquí?! ¡¿Alguien lo mato?! ¡¿Quién lo mato?!
Un instinto asesino lo invadió rápidamente. ¡¿QUIEN SE ATREVIO A TOCAR A SU HERMANO?! ¡¡AL HERMANO DEL PATRIARCA YILING!!
La voz de Jiang Cheng lo saco de su aturdimiento.
- ¡Tan solo mírate! Te dije tantas veces que no te olvides de comer y dormir, solo te encierras en tu habitación con tus inventos y te olvidas de todo. ¡¿Cómo crees que se sintió a-Li todos estos días? ¿Cómo crees que me sentí yo? Es bueno que hayas despertado, así me das la oportunidad de matarte antes de que tus descuidos te lleven a la tumba- Jiang Cheng lo miraba furioso, aunque en su voz se podía percibir un destello de alivio.
Wei WuXian se mantuvo en silencio. Realmente no sabia que decir, ¿era esto un sueño? Al ver que Jiang Cheng comenzaba a impacientarse por su falta de respuestas decidió abrir la boca. Quería hacer preguntas, quería preguntarle si seguía molesto, si lo había perdonado. Pero no logro que ninguna de esas palabras e inquietudes abandone sus labios.
- ¿Estoy vivo? - Jiang Cheng lo miro como si hubiese descubierto una nueva especie de idiota.
Wei WuXian sabía que su pregunta era absurda, él podía sentir los latidos de su corazón martillando su pecho. Pero aun así no pudo evitar preguntarlo.
¿Cómo era esto posible? El recordaba todo... los cadáveres, los clanes clamando por su muerte...El desprecio de su hermano... El cadáver de Lan Zhan...
Sintió como un escalofrió inexplicable lo recorría todo su cuerpo, no quería pensar en eso. Tenía que sacar esa imagen de su mente, cerró los ojos con fuerza...
- ¡¿DIJISTE A-LI?!- salto de la cama sin poder creer lo que estaba pasando, seguramente esta era una clase de...castigo. No, no podía ser un castigo, era demasiado bueno para ser un castigo, es decir, aquí estaba Jiang Cheng mirándolo con preocupación y no con odio, y...
- A-Xian - Jiang Yianli entro a la habitación con una radiante sonrisa, de esas que solo ella podía ofrecerle. Hace mucho tiempo que nadie le sonreía así -Estaba tan preocupada, solo me fui unas semanas de casa y mírate - Ella lo regañaba, pero era evidente que detrás de esas palabras solo había cariño y preocupación -No puedes seguir...-
Wei Ying se abalanzo sobre ella y comenzó a llorar, primero fueron solo unos sollozos ahogados, pero terminaron transformándose en desgarradores lamentos. Los hermanos Jiang se miraban entre ellos confundidos. Jiang Yanli comenzó a acariciar su cabeza con delicadeza mientras lo consolaba.
Wei WuXian lloraba desconsoladamente, como un niño pequeño al que le acaban de romper su juguete favorito. Pero Wei WuXian había perdido mucho más que un juguete...
Sus hombros temblaban sin control, intentaba taparse la boca para ahogar un poco el llanto, pero eso solo provocaba que los sonidos que emitía se volviesen más lastimeros.
- ¿Por qué lloras? - Jiang Cheng lo miraba sorprendido, él no había visto llorar a Wei Ying de esa forma en muchos años, no desde...-No te dijo nada tan grave, solo fue un pequeño regaño, ¡Merecías muchas más malditas palabras a decir verdad!
Wei WuXian no podía escuchar, no podía pensar, solo podía abrazar a Jiang Yanli con desesperación, esperando que esto nunca acabe, sea lo que sea que fuese esto, solo quería que jamás termine, que ellos tres sigan juntos por siempre, que Jiang Cheng lo maldiga y se rían juntos, que Jiang Yanli les cocine su famosa sopa de lotos y costillas de cerdo mientras los regaña dulcemente.
-A-Xian deja de llorar, no será bueno para tus discípulos encontrarte con los ojos rojos e hinchados, ¿Qué pensarían ellos? ¿Qué clase de Shizun serias? -Jiang Yanli saco un pañuelo y comenzó a limpiarle las lágrimas suavemente sin notar como Wei WuXian de golpe se puso rígido.
-Todos sabemos que clase de shizun seria... los pocos discípulos que admite terminan huyendo despavoridos después de unos cuantos meses, ellos mismos no deben esperar mucho al venir. Es un desconsiderado. - Jiang Cheng honestamente no comprendía porque siempre había tantos discípulos intentando estudiar con Wei WuXian, es decir, era consciente de su talento, no lo negaba, pero su comportamiento dejaba mucho que desear.
- ¿Discípulos? – Los miro confundido sin poder comprender del todo lo que decían. El asumió que esto era como una especie de delirio después de la muerte, tal vez un regalo antes de la tortura que le esperaba, pero de ser así ¿por qué le daban discípulos en esta fantasía?
-Si discípulos ¿no lo recuerdas? Después de que te insistí para que vuelvas a tomar algunos me pediste que seleccione un par y de entre ellos ibas a quedarte con algunos. ¡NO ME DIGAS QUE AHORA LO OLVIDASTE!- El rostro de Jiang Cheng enrojeció de furia, no iba a soportar el desplante de decirle a todos los discípulos que fueron rechazados sin siquiera haberse presentado delante de Wei WuXian, su cara no era tan gruesa.-No te atrevas a hacer quedar mal a Yunmeng Jiang, somos una de las sectas cultivación más famosas de la región, muchos nos consideran la numero uno. Cada año recibes muchas solicitudes de nuevos aspirantes a discípulos, sin embargo, nunca te comportas acorde a lo que haría un buen maestro, ya es hora de que madures.
Wei Wuxian comenzó a sentir esta charla familiar, estos regaños, ya los había escuchado muchas veces en el pasado. Él era un inmortal muy reconocido y respetado, muchos querían tenerlo como maestro, pero él era... como decirlo... muy descuidado, se abstraía y perdía tanto en sus propios asuntos que olvidaba que tenía niños a su cargo. Lo cual terminaba en dos posibles situaciones.
Situación a: los olvidaba, y ellos como niños mimados y consentidos que eran, dignos hijos de líderes grandes sectas, se iban ofendidos a sus casas maldiciéndolo.
Situación b: los cargaba de mucho trabajo, hasta el punto de agotarlos al extremo, para que no lo molesten y lo dejen trabajar en paz. En consecuencia, ellos huían despavoridos. Wei WuXian no los culpaba, él no tenía la paciencia, él no tenía el tiempo y principalmente no tenía interés en tener niños a su cargo.
Pero Jiang Cheng se enfurecía mucho cada vez que esto ocurría, decía que hacía que la secta perdiese cara, lo cual no era del todo erróneo, pero ¿qué más daba? La cara que perdían por la falta de compromiso que tenía como shizun la recuperaba con su talento.
Aun así, ese no era el punto, el problema era que se suponía que él debía estar muerto y no recibiendo discípulos. Decidió seguir la corriente de la situación hasta averiguar que diablos ocurría. ¿Tal vez estaba en alguna especie de hechizo o maldición? Aunque parecía poco probable.
-Bien, entonces vayamos a ver a los mocosos- Wei WuXian miro a sus hermanos con la mejor sonrisa que sus labios pudieron formar. Lo cual con lo insólito de la situación era realmente admirable.
-No te atrevas a llamarlos así, además te lo advierto, tenemos a un chico que viene del clan Lan, sabes cómo son ellos...
Wei WuXian dejo de escuchar, se sonrisa se congelo. Sudor frio comenzó a recorrer por su espalda, su parpado temblaba, se mordió el labio inferior con fuerza. Una angustia inexplicable invadio su pecho. A pesar de lo extraño de la situación el en todo momento intento mantener la calma, quería llegar al fondo de esto, pero...
¿Cómo era esto posible? ¿Alguien del clan Lan? El solo tuvo un discípulo de ese clan en toda su vida... Ese maldito niño... no podía ser él. El hecho de que Lan Zhan debía estar muerto no era la única razón que hacía imposible su presencia en este lugar, la razón más poderosa por la que él no podía ser ese discípulo era que Lan Zhan se presentó como aspirante a ser su estudiante hace siete años...
-Son ellos-Jiang Cheng le señalo a una docena de niños que previamente el mismo eligió.
Wei WuXian camino alrededor de ellos como un león alrededor de su presa, no era su intención intimidarlos, pero le resultaba divertido ver las caras de miedo que tenían. Los observo atentamente uno por uno hasta que...
-Tu...- Dejo de caminar y se plantó delante de uno de ellos - ¿Cómo te llamas?
Un niño cuya piel parecía esculpida en jade levanto lentamente la mirada. Sus facciones eran delicadas y todavía algo infantiles, acorde a su edad, después de todo solo tenía trece años. Sus labios eran finos y rosas, sus cejas delgadas y perfectamente proporcionadas, su nariz tenía un ángulo tan perfecto que cualquier escultura estaría celosa. Pero nada de ello llamo la atención de Wei WuXian, el solo podía mirar sus ojos, esos ojos dorados que solía ver en sus pesadillas más dolorosas.
-Lan Zhan, Lan WangJi de Gusu- El niño le hizo una reverencia. Se notaba que era educado, fino, elegante. Cada movimiento que hizo al inclinarse fue perfectamente calculado.
-No te pregunte de donde, solo tu nombre, limítate a responder lo que pregunto.
Wei WuXian fue frio y cortante. Jiang Cheng lo miro sorprendido. El jamás lo vio tratar a nadie así, mucho menos a un niño. El resto de los discípulos parecían incomodos y temerosos, si bien ellos sabían que tener como shizun a Wei WuXian era algo complicado, porque era muy distraído y desinteresado, jamás escucharon que fuera alguien estricto o cruel.
-Lo siento, fue mi error- Lan Zhan bajo la cabeza con el rostro imperturbable, si se avergonzó o se sintió mal no lo demostró. Wei WuXian odio eso, él quería que ese niño se sintiese mal, ver el terror en sus ojos, el mismo terror que él sentía en sus pesadillas. Y ahí lo decidió, definitivamente el vería el dolor en esos ojos, el terror, él lo disfrutaría. Ese niño seria su discípulo.
-... así que no quiero quejas de Lan Qiren me escuchaste? – Claramente no lo estaba escuchando - ¡WEI WUXIAN!
-Comprendo, no enfurecer al viejo, bien...- Ese niño, si lo matara ahora, que todavía era un bebe sin poder real se ahorraría muchos problemas a futuro.
- Vamos a ver a los niños entonces- Le dedico a sus hermanos una enorme sonrisa, una sonrisa que no llego a sus ojos.
-Primero vístete apropiadamente, ¡mira tú aspecto! -Jiang Cheng fruncio el ceño y lo miro con desagrado. -Te esperare en el campo de entrenamiento, los iré formando para ti.
Acto seguido salió por la puerta con paso fuerte, Jiang Yanli le dedico una pequeña sonrisa cómplice y también se retiró dejándolo a solas con sus pensamientos.
Se sentó en su cama y observo su habitación, estaba tal como la recordaba, las cortinas purpuras, el escritorio desordenado y lleno de notas, el piso repleto de mecanismos sin terminar...
Era como si el tiempo no hubiese pasado jamás, como si él nunca hubiese abandonado su secta, masacrado a la mitad del clan Jin, casi destruido completamente a la secta Lan...
Como si nunca hubiese conocido a Lan Zhan, como si nunca hubiese visto su mirada, ¡esa mirada que tanto lo exasperaba! esos ojos que lo juzgaban con dureza, que siempre lo observaban como viendo dentro de su alma. Que parecían decir todo el tiempo "soy mejor que tú y aunque seas mi Shizun se mas que tu", la única vez que vio una mirada diferente en ese niño estúpido fue mientras moría.
Cuando se sento junto al cuerpo agonizante de Lan Zhan ambos se miraron fijamente, sin pestañear y para sorpresa de Wei WuXian sin desprecio. En un principio él quería reírse, decirle a Lan Zhan que le advirtió que si seguía persiguiéndolo este iba a ser su final, pero no conseguía curvar sus labios. No conseguía decir una sola palabra. Extendió una mano temblorosa y toco el rostro cada vez más frio de Lan Zhan.
La piel de Lan Zhan era suave, era como hundir la mano en mantequilla. No, la mantequilla era aceitosa y resultaba desagradable al contacto. En cambio, la piel de Lan Zhan a pesar de estar tan fría se sentía tan agradable, era como tocar la seda más fina. Como tener las yemas de los dedos rozando un manantial de aguas serenas y relajantes.
De pronto Wei WuXian sintió algo calido en su mano, miro a Lan Zhan sorprendido. El rastro de una lagrima manchaba su hermoso y perfecto rostro. Wei Ying quería decir algo, preguntarle si le dolía. Es decir, él no quería a Lan Zhan, pero este niño fue su discípulo y si bien le puso muchos obstáculos a cada uno de sus planes, aun así él... aun así...
-Shizun...- Wei WuXian lo miro sorprendido. Habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez que Lan Zhan lo llamo así...
- No hables...- La voz de Wei WuXian sonaba temblorosa, ¿qué le estaba pasando?
Ambos se miraron a los ojos. El tiempo parecía transcurrir más lento de lo normal.
-Shizun... p-por favor... descansa- El aire que retenía Wei Wuxian escapo de sus labios. Los ojos de Lan Zhan brillaban mucho, brillaban más que nunca. ¿Siempre brillaron de esa forma? Wei WuXian hace mucho que no se tomaba el tiempo de observarlo. Estaba tan acostumbrado a huir de él, que la sola mención de su nombre lo ponía de mal humor. Sin embargo, aquí estaba su discípulo, pidiéndole que descanse, tal como se lo había pedido cuando todavía era un niño.
Quería decir algo, quería hacer una broma, pero no lograba que ni una sola palabra salga de su boca. Solo logro acercar su pulgar a la esquina inferior de los labios de su discípulo y limpiarle un poco de la sangre que escurría por ahí. ¿Pero qué sentido tenia hacer esto? Era evidente el desenlace.
-T-tú... Lan Zhan...- dejo de hablar, su voz temblaba. ¿Por qué temblaba?
Los ojos de Lan Zhan comenzaron a cerrarse poco a poco.
-Hey! ¡¿Qué crees?! ¡¿Qué haces?!- Comenzó a sacudirlo. Él sabía muy bien que lo que hacía no tenía sentido, que Lan Zhan estaba muriendo, pero...
-S-shizun...-Lan Zhan abrió los ojos, sus ojos todavía brillaban, con menor intensidad, pero el brillo aún estaba ahí. Por alguna razón eso le dio algo de alivio a Wei WuXian. – V-volveré... e-es imposible para mi...
Wei Ying sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos de su mente, no quería recordar, tenía mejores cosas que hacer. Él estaba vivo cuando debía estar muerto, esta oportunidad no la podía desaprovechar, no más errores.
Se levantó de la cama de un salto y comenzó a seleccionar que ropa usar. Cuando al fin estuvo listo camino tranquilamente hacia los campos de entrenamiento, sin prisa, después de todo el tiempo estaba a su favor.
-Si tienen la gracia de ser aceptados por Wei Wuxian deben ser pacientes, él es un excelente maestro, solo algo excéntrico...-
-Así que hablando mal de mí- Wei WuXian apareció con una sonrisa pícara en los labios.
-No seas ridículo, solo les advierto- Lo miro con indiferencia- En fin, son todos tuyos.
Inmediatamente comenzó a caminar alrededor de ellos, mirándolos uno por uno, aunque en realidad no los observaba en detalle, buscaba a uno en específico. ¡AH! Ahí estas conejito. Wei WuXian detuvo su caminata y observo al niño con la espalda perfectamente rígida y mirada al frente. Cuyo pelo largo y perfectamente peinado caía como tinta detrás de su espalda. Aquel cuya piel brillaba intensamente a la luz del sol. Cuya actitud fría y distante volvía locas al resto de las niñas de la secta. Pero claro, en Lan Zhan todo siempre tenía que ser perfecto, porque él era perfecto, uno de los orgullos de Gusu. En un pedestal demasiado alto como para siquiera tocarlo.
Casi no podía contener su emoción, es decir, él pensó que nunca, jamás iba a volver a verlo. Que el Lan Zhan agonizante con sangre saliendo sin parar de su pecho iba a ser la última imagen con vida que iba a tener del muchacho de ojos dorados. Que nunca más iba a ver esa barbilla levantada, ese orgullo al nunca bajar la mirada ante los demás. Que esa fragancia a sándalo se iba a perder en sus recuerdos. Él pensó que nunca jamás iba a volver a escuchar nuevamente esas respuestas ridículamente cortas, esa mirada de fastidio que solo sabía poner el pequeño jade cuando algo lo molestaba, cuando alguien rompía alguna regla, en específico cuando Wei WuXian rompía una regla. Esto era... realmente fantástico.
- ¿Cómo te llamas? - Se acercó a él con una sonrisa más grande de lo que el mismo hubiese deseado de haberse dado cuenta.
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Bueno este es mi primer fic, necesitaba una historia de WangXian version maestro/discípulo.
Despues de leer SAVE busqué en todas partes un fic asi cuya pareja principal sea WangXian pero no encontré ninguno, asi que decidí crear mi propio fic con juegos de hazar y jovencitos(?
Espero que les guste. ❤❤❤❤❤❤