Dos meses después
Es lunes por la mañana, Yue se está recuperando de una terrible resaca y Dylan sugiere que se quede en casa, pero ella se niega. No piensa recibir órdenes de un guardaespaldas.
Dylan no tiene más remedio que llevar a Yue al trabajo. La deja frente al ascensor, como de costumbre, y aparca. Sin embargo, cuando cierra la puerta del auto, ve a un tipo extraño acercándose a Yue, gritándole y empujándola. Dylan comienza a correr hacia ellos y grita "¡Aléjate de ella!".
El hombre no escucha y empieza a sacudir a Yue por los hombros y a quejarse de algo. Yue también arranca a vociferar, enojada e indignada por la situación.
"¡Déjala ir!" Dylan exclama acercándose.
El tipo se escapa y Dylan decide no perseguirlo porque no puede dejar a Yue sola. ¿Y si ese hombre fuera solo una distracción? Dylan no puede arriesgarse a perder de vista a Yue, eso la convertiría en una presa fácil.
Cuando el agresor se ha ido, Dylan se da la vuelta y encuentra a Yue pálida y asustada, doblada por la cintura.
"¿Estás bien?" le pregunta.
Ella niega con la cabeza y comienza a hiperventilar: está teniendo un ataque de ansiedad. Le hormiguean las manos, tiene palpitaciones y dolor en el pecho; siente como si estuviera por desmayarse en cualquier momento.
Yue se apoya en Dylan, tratando de encontrar soporte y equilibrio; él la agarra cuando ella comienza a desmayarse y la lleva a un banquito junto al ascensor.
Dylan la mira preocupado y reconoce lo que está pasando.
"Shen Yue, mírame - dice levantándole el rostro con los dedos. - Tienes que escucharme y hacer lo que te digo. Necesitas inhalar durante 5 segundos... 1, 2, 3, 4, 5. Ahora aguanta el aire por 5 segundos y luego exhala durante 5 segundos. Estarás bien, confía en mí. Respira y concéntrate en contar: 1, 2, 3... "
Dylan guía la respiración de Yue durante un par de minutos hasta que se tranquiliza un poco y su rostro ya no es blanco como la nieve. ¡Qué susto!
"¿Te sientes mejor?"
"Mis ... Mis manos están entumecidas...", dice entrecerrando los ojos con la cabeza gacha.
"Eso es normal. Tu sangre corre hacia los órganos más importantes de tu cuerpo para ayudarte a luchar o huir".
"No está... ayudando... en nada..." dice furiosa consigo misma por ser tan débil, molesta porque necesitó que él la rescatara, que la ayudara a respirar... Le dijo tantas veces que no lo quería allí, y ahora...
"Shen Yue, relájate. Ese hombre te atacó, tu reacción es normal... ¿Quién era?"
"Él es... un tipo... que despedí... la semana pasada. Él estaba ... - Yue respira profundamente - Robando ".
"Mmm ..." Eso significa que no tiene nada que ver con la amenaza.
Cuando Yue vuelve a estar bien, suben a la oficina y ella simula que no ha pasado nada. Dylan está turbado pero orgulloso de que ella esté tratando de ser fuerte, de continuar con sus actividades sin dejar que el miedo controle su vida. Es una mujer increíble sin duda y Dylan comienza a sentir admiración cuando se para junto a su puerta y la ve retomar sus actividades con determinación.
En otro piso, al Sr. Shen se le informa del incidente, que además fue captado por las cámaras de seguridad, e inmediatamente llama a Dylan a su oficina.
Oficina del Sr. Shen
Dylan se sienta porque el Sr. Shen se lo pide, de lo contrario preferiría estar de pie; estar sentado le incomoda, está acostumbrado a estar parado todo el tiempo debido a su ocupación.
El padre de Yue interroga a Dylan sobre lo que sucedió y este le explica todo en detalle, incluso el ataque de ansiedad de su hija.
"Mi pobre muchacha, ha pasado por tantas cosas... - el hombre se ve descorazonado. - Escucha, Wang He Di, tengo que decirte algo que debería haber mencionado antes... "
El Sr. Shen comienza a contar algo que sucedió cuando Yue tenía 15 años, hace unos 9 años. Yue había ido a la biblioteca a estudiar un día y de camino a casa fue atacada. Tres adolescentes, probablemente alrededor de los 18 años, intentaron violarla. La salvó un chico que también estaba en la biblioteca, uno que Yue no conocía.
"Si él no hubiera aparecido, mi bebé estaría... arruinada... - murmura el hombre poniendo la cabeza entre las manos. - Era una niña encantadora... YueLiang era amable y dulce, nunca levantaba la voz, nunca desobedecía... Pero después de la agresión comenzó a comportarse mal, se volvió rebelde y de malhumorada... Estuvo en psicoterapia durante años porque no quería dormir sola por la noche. Y luego, después de la universidad, simplemente decidió irse a vivir sola. Hace un tiempo comenzaron las extrañas amenazas de secuestro y ahora esto... ¿Por qué no pueden dejarla en paz?" pregunta el hombre enérgicamente y golpea el escritorio con los puños.
Un padre seguramente odia sentirse impotente cuando sus hijos están en peligro.
Dylan está tratando de mantener la compostura y no mostrar sus verdaderas emociones, como de costumbre. Naturalmente, siente compasión tanto por Yue como por su padre, y desearía que ella no hubiera pasado por una experiencia tan traumática a temprana edad, pero debe demostrar ser una roca si desea que el Sr. Shen sienta que puede proteger a su posesión más preciada.
"Lo siento, señor, lo siento muchísimo. Si le sirve de consuelo, no dejaré que le pase nada a su hija - asegura con sinceridad. - La protegeré con mi propia vida, si es necesario. Pido disculpas por lo que pasó hoy. De ahora en adelante, no dejaré que Shen Yue salga del auto sin mí".
"Oh, ella va a odiar eso. Detesta sentirse amarrada. No, no te preocupes, lo que pasó fue culpa del guardia de seguridad que dejó entrar a un exempleado sin permiso. Tú y YueLiang no pueden ser castigados por esto".
"Gracias, Señor. No escatimaré esfuerzos para evitar otros incidentes".
"Gracias. Eres un joven decente, Wang He Di. Otros hombres en tu situación y posición quizás ya habrían intentado algo con mi hija, pero tú ni siquiera entablas conversaciones innecesarias con ella".
"Gracias, señor Shen. Hago todo lo posible para mantener la relación profesional".
"Supongo que mi bebé no te lo pondrá fácil..." el hombre sonríe con un poco de vergüenza, pensando en cómo su hija suele comportarse a veces.
Dylan se ríe espontáneamente, algo que normalmente no hace, y el Sr. Shen suelta una carcajada.
"Te da mucho trabajo, ¿no? Bueno, me alegro de que te tenga a ti en su vida, tiene suerte, - afirma y hace una pausa. - Bueno, puedes irte ahora."
Dylan saluda y sale de la oficina; se siente mal por Yue, ha pasado por muchas cosas. Ahora está más decidido que nunca a cuidar de ella.
En el piso de abajo, donde está la oficina de Yue, Dylan llega a la puerta y ve que ella está hablando con Sara, su asistente, por lo tanto, decide esperar callado afuera.
Sara es una chica bonita de veintitantos años, extrovertida y directa. Fue a la escuela con Yue y han sido amigas durante mucho tiempo. Dylan encuentra a Sara divertida, pero no cree necesariamente que sea una buena influencia para Yue. Salen de parranda juntas y se meten fácilmente en problemas, ya sea porque son demasiado ingenuas o demasiado audaces, ¿quién sabe?
"¿Qué anuncio prefieres para la tienda de Shanghai, YueYue?"
"¡Este, con el chico guapo, obviamente!" ella resopla.
"¡Pero por supuesto! Eres tan superficial, YueYue..." Sara se ríe.
"Los hombres siempre toman decisiones basadas en el aspecto físico de las mujeres, ¿por qué no podemos hacer lo mismo nosotras? ¡Es el siglo XXI! Por cierto, ¿el bomboncito ha vuelto de la oficina de mi padre?"
"No lo creo, ¿por qué?"
"Me temo que mi padre me va a recluir en un convento si algo más me pasa... O peor aún, me enviará a una isla desierta en medio del océano..." dice Yue fastidiada.
"Mmm... Yo elegiría la isla..."
"¿Por qué?"
"¡No puedes llevarte al bombón a un convento! Es solo para mujeres... "
Ambas mujeres se ríen.
"¿Tengo razón o no? ¡Lleva al buenazo contigo a la isla desierta y podrán vivir allí felices para siempre! Ya me lo estoy imaginando todo... El sol, el mar, la arena, el bombón con los pantalones rasgados que rompe cocos con sus propias manos... Uff... ", exclama Sara abanicándose con un papel.
"¡Estás loca!"
"¡Vamos! ¡No me digas que eso no sería un sueño hecho realidad! Ustedes están viviendo juntos hace meses, ¿cómo es? "
"¡Es como vivir con un iceberg!"
"¿Cómo puede un tipo que se ve así ser tan frío? Bueno, pero eso lo hace más fascinante e intrigante... Podría intentar derretirlo yo... ¿No crees?"
"No estoy segura... A veces podría jurar que tiene un palo en el..."
"Ejem ..." Dylan se aclara la garganta en voz alta antes de que la conversación precipite. Ya está incómodo así como está.
"Vaya, ha vuelto..." Sara susurra con picardía.
Yue habla ahora en un tono serio y Sara asiente: "Llama a la empresa de publicidad y hazles saber el anuncio que elegimos. Gracias."
Al salir, Sara se cruza con Dylan y lo mira de arriba abajo como si fuera un delicioso trozo de pastel posado en una vitrina después de haber estado a dieta durante un mes.
"Hola, bombón... ¿Cuándo me vas a llevar a cenar?" dice y le guiña un ojo.
Dylan no puede evitar insinuar una sonrisa. ¡Y dicen que los hombres acosan a las mujeres! Quien crea eso no ha conocido a estas dos damas.