Los jadeos y gemidos de exitación inundaban toda la habitación, sus cuerpos calientes moviéndose al mismo ritmo, conectados y deseosos por llegar al climax anelado.
Ella bajo su cuerpo se movía anciosa, desesperada por sentir su mundo arder, sus sentidos nublarse y explotar en la llama del placer, sus labios se besaban con vehemencia mientras sus manos se acariciaban impacientes... deseando llegar.
Dejó salir un bufido frustrado al tiempo que detenía sus movimientos, maldijo en vos baja.
- ¿Sucede algo? - preguntó Jieun incorporándose sobre sus codos, su ceño fruncido daba a entender lo confundida que estaba.
- Yo lo siento, es el trabajo que me tiene agotado - mintió, besó la frente de la mujer bajo su cuerpo y continuó sus movimientos haciendo que esta al instante se arquee de placer.
Jamás en su vida había hecho tanto esfuerzo por llegar a un jodido orgasmo, Jungkook gruñó al tiempo que las paredes del sexo de su mujer se contraía apretándolo y a consecuencia, llevándolo a un orgasmo que se obligó a disfrutar.
Ocultando su frustración salió de ella, le besó la frente y caminó desnudo hacia el cuarto de baño.
Al llegar se encerró asegurando la perilla de la puerta, masageó su sien con la intención de disipar el dolor de cabeza que empezaba a invadirlo, estaba cansado, estresado y sobre todo molesto, molesto consigo mismo porque se estaba comportando como un maldito puberto indeciso, hace una semana había decidido tomarle la palabra a Jimin, dejarlo en paz y terminar con lo que sea que tuvieron, hace una semana que no se cruzaba con él en sus pocas visitas a la mansión, desde que Jieun regresó al país ella había propuesto convivir un poco mas juntos antes de que tuviese que regresar a trabajar en la próxima colección de invirno de la marca mas importante del país, por lo que ahora estaban en su departamento, uno que había adquirido con la ganancia de su primer contrato firmado.
Por milésima vez en toda la semana, dejó salir otro bufido de frustración, Jimin, Jimin y Jimin, todo por su causa, la intriga de saber como se encontraba no le dejaba en paz, no le había dejado para nada bien, esa noche pasó algo que a todos les dejó impresionados, incluyéndolo, jamás se hubiese imaginado a Shinhye golpeando a su propio hijo por algo tan estúpido; como mantener los papeles de hipócritas, por supuesto que sabía de la intención de los padres de su novia, él mejor que nadie los conocía, sin embargo no dijo nada porque muy en el fondo pensaba lo mismo que ellos, lo había pensado desde que Shinhye pisó por primera vez su casa, ella tan joven y hermosa, de la mano de un pequeño Jimin rubio, desde un principio la idea no le había agradado, pero solo era un mocoso de quince años siguiendo las órdenes de su padre, por lo que tuvo que aceptarla.
Pero Jimin, Jimin era un pobre ingenuo que seguía creyendo en la vieja imagen de su madre, esa misma que la propia Shinhye se encargó de pisotear y convertirse en lo que ahora es. Él solo había querido defenderla... pobre.
Jamás había visto esa faceta testaruda en el hijo de su madrastra, en cierta forma le hizo analizar un poco llegando a la conclusión de que no lo conocía, el interés que se instaló en su interior a causa de ese pequeño rubio, al que siempre había visto como un ingenuo, berrinchudo e infantil, lo habia tenido cuestionándose muchas cosas en todos estos días.
Eso sin mencionar la frustración sexual que también le había causado, intentó disiparlas entre las piernas de su novia pero no había funcionado, seguía teniendo la imagen de él en su cabeza y ya era bastante obvio como para andar negándolo, era un adulto y debía de aceptar las cosas como eran, le gustaba el sexo con él, era otra experiencia que se había atrevido a probar sin preveerlo, ahora solo esperaba a que las concecuencias le reventara a la cara.
Con el semblante tenso y absorto en sus pensamiento terminó de enjaugar la espuma del jabón sobre su cuerpo.
Al terminar y cubrirse con el albornoz, salió del cuarto de baño. Jieun seguía desnuda en la cama, muy concentrada en su celular, ignorándola caminó hasta el armario de donde sacó algo cómodo que vestir, cuando por fin terminó y estaba por tumbarse en la cama junto a su novia, el sonido de su celular se hizo escuchar desde el buró al costado de la cama, caminó hasta el y al ver el nombre en la pantalla, se alejó yendo hacia el balcón para tener mas privacidad.
- Padre - saludó a su progenitor y frunció en ceño ante el sonido de fondo.
- ¿Hijo, me pasas con Jimin por favor?
Aquello lo dejó desconcertado.
- ¿Jimin?
- Si, nos dijo que le habías invitado a un club para entablar mejor su hermandad, estoy felíz por eso hijo pero ahora necesito hablar con él un momento, llamé a su celular y me manda al buzón.
Jungkook no podía creerlo, realmente no lo podía creer, Jimin lo había utilizado para salirse de la casa e irse quien sabe a donde y con quien.
Ignoró el sabor amargo que le provocó su último pensamiento.
- Ah, es que se quedó sin pila - mintió - ahora se fue al baño, en cuanto regrese te marco, ¿va?
Su padre hizo un sonido de aceptación.
- ¿Donde estas? - preguntó Jungkook sin poder mas con la intriga.
- ¿Jimin no te lo comentó?
- No.
- Shinhye y yo pasaremos el fin de semana en la isla Jeju por nuestro aniversario.
Ah claro. El aniversario, Jungkook lo había olvidado completamente.
- Vale, diviértanse - soltó para luego cortar la llamada.
Suspiró está vez tratando de desaparecer todo el enojo que se había instalado en su ser, ese niño.
Regresó a la habitación y de inmediato fue hacia sus calsados llamando inebitablemente la atención de Jieun.
- ¿Saldrás? - preguntó ella.
- Si, mi padre me pidió un favor urgente, me temo que me tardaré un par de horas - dejó un casto beso sobre la frente de Jieun y salió tras coger un abrigo y llevárselo consigo. No esperó la respuesta de su novia, la dejó allí sobre su cama y salió lo mas rápido de pudo, llegó a su ascensor privado y presionó el botón que lo llevaría hasta el estacionamiento del edificio.
Una vez allí, buscó su coche y no tardó en encontrarlo, se montó en el y aceleró saliendo a la vía libre.
Condujo sin saber a donde dirigirse realmente, no sabía a que lugares solía frecuentar Jimin y al único amigo que le conocía era a Taehyung, después de todo tal parece que era al único que tenía.
Sin pensarlo mucho lo llamó.
Después de un par de timbrazos por fin le cogían la llamada.
- ¡¿Si dime?!
Esbozó una mueca de disgusto cuando casi se queda sordo por lo fuerte que le había respondido el amigo de Jimin.
- Taehyung, soy Jungkook ¿Jimin está contigo?
Hubo un corto tiempo de puro silencio, lo suficiente para escuchar el sonido fuerte de fondo, al parecer estaban en una fiesta o en alguna antro de mala muerte.
- Ehh, si él está aquí conmigo - la voz de Taehyung sonaba inseguro por lo que no dudó en ponerse alerta.
- Dime donde están - demandó.
Todo le causaba gracia, sus movimientos torpes, el chico que le sujetaba de las caderas pegándolo mas hacia su cuerpo, la canción, su situación actual, no podía evitar sentirse indescriptiblemente felíz, a pesar de tener todo su mundo girando, pero hasta eso le causaba gracia y él solo quería un momento en el que todo, absolutamente todo desapareciera.
Miró hacia la barra donde había dejado a Taehyung, le saludó agitando sus manos con una sonrisa plasmada en su rostro, él le devolvió el saludo y continuó vigilándolo.
Se sentía un poco mal por arrastrar a su amigo en toda su mierda, pero no había querido estar solo, aunque se negó a contarle la razón de su estado actual, Taehyung como buen amigo había aceptado estar a su lado a pesar de no saber nada.
"Con saber que no estás bien me vasta para estar contigo Jiminie"
Le había dicho y él realmente se lo agradeció. Lo amaba, era su único amigo, el mejor.
Continuó con sus movimientos torpes intentando seguirle el ritmo al hombre que bailaba junto a él, podía sentir cada tanto cuando este lo tocaba apropósito mas de la cuenta, pero no le importaba, en fin el alcohol en su sistema era lo suficientemente fuerte como para que no pensara con claridad y mañana no recordase nada de lo ocurrido. Había querido perderse y lo había conseguido.
El tipo llevó sus manos hasta la altura de su pezón donde presionó haciéndole soltar un gemido de placer, pegó mas su espalda sobre el pecho de aquel hombre quien con sus brazos fuerte le sujetó de la cintura, no perdiendo el tiempo en recorrer y mañosear su cuerpo a su antojo, pudo sentir el bulto frutarse contra su trasero y derrepente el calor intencificarse mas y mas, hasta que un tirón lo despertó del trance en el que estaba, abrió sus ojos y miró confundido a un Jungkook hirviendo en rabia pura, sin decir nada aun intentó liberarse pero el agarre era demaciado fuerte llegando a lastimarlo un poco.
- Ey, hermano, él es-estaba conmigo antees.
Reclamó el tipo arrastrando las palabras producto de su borrachera.
El tipo intentó sujetarlo para quitarlo del agarre de Jungkook, pero este lo embujó haciendo que el probre alcolizado hombre cayera de trasero sobre el piso y la multitud les prestara toda la atención dejando el sonido de la música olvidada.
- Maldito bastardo - siseó el tipo antes de abalanzarse sobre Jungkook, empezando así una pelea a puño suelto.
Jimin presenció todo asustado y no dudó en empezar a gritar pidiendo que paren, todo sintomas de borrachera se le había pasado en un dos por tres...
Espero les guste.
Nos leemos prontito.