Entonces José parpadeo. ¿Actor? De algún modo si, su manera de habla podía confundirse con un parlamento de doblaje, su modo de expresarse en todos los aspectos, tan sensual, trabajado, y te hacía sentir que querías escuchar más de él. No era cualquier actor, José cambio de opinión en ese instante, analizó sus virtudes, y proporcionó peso en su reloj de oro puro que le colgaba al quedarle algo grande. Debía tener entonces una trayectoria larga. Sacó su tarjeta dorada y pago las bebidas sin chistar ¿era para impresionar? La verdad José trataba de analizar la situación, porque parecía todo hacerlo de un mono que parecía extrañamente natural. Pero José iba más allá, ¿o era solo su imaginación? De algún u otro modo, ¿en que afectaba a José si el hombre fingía ser lo que no era? Mientras sus "consejos" parecían tener coherencia, José podía aprovechar toda la información que le proporcionaba. El hombre se cruza de piernas y pierde la vista e interés en la conversación y más que todo en José.
-Puedo proporcionarles un prestamos de indumentos, material ¿Piensan tener sexo de algún modo más llamativo?- Dreik entonces planea expresarse mejor- es decir, tener una temática, cumplir una fantasía.
Brandom observa a José sin saber que decir, o como pidiendo permiso para hablar de sus intimidades con (para José) un conocido apenas y desconocido lunático y divo. José se quita las gafas y las deja sobre la mesa, asiente y alienta a Brandom a expresarse. Esta vez mister chico porno se digna en observar a Brandom, y José siente como le desviste con la mirada.
¡De ningún modo va a ser tuyo señor de plástico!
-He pensado en el BSDM- José y Brandom se escudriñen con la mirada. José no tenía idea de lo que hablaba Bran- es un juego de roles José: Amo sumiso.
Entonces José capto perfectamente: Como en cincuenta sombras.
-Cincuenta sombras de José- Bromea Dreick- o de Bran- los presentes sonríen y es el quiebre de tención entre José y el actor.
-No me he presentado, me llamo Joe...
-¡Ouh! Él es mi hermano, lo siento, no lo presente- se disculpa Dreick.
José niega con la cabeza.
-Yo tampoco lo hice- dice Bran apenado- él se ofreció en ayudar. Ya sabes ha estado en esto por bastante tiempo- explica Brandom.
José asiente lentamente captando todo el contexto. Tratando de ser lo más mente abierta posible expresa:
-Descuiden, un placer Joe, soy José... compañero de Bran. La verdad queremos incursionar en esto por necesidades más grandes que nosotros mismos.
-Cariño no importa el porqué, lo hacen, punto. Disfrútalo, ¿realmente estás preparado para una sesión real de BSDM?
José parpadea incapaz de saber que responder. El hombre parece dudar de las capacidades de José, y era obvio, José era lento al hablar y estaba con la vergüenza pegada a la cara.
-para esto tienes que soltarte bastante, disfrutar, y estar siempre dispuesto- expresa Joe mientras juega su boca con el pitillo de su bebida. Su lengua se mueve en torno a la sensualidad, José puede sentirlo, Bran traga grueso, parpadea.
José en ese instante se da cuenta. Vamos Brandom...no caigas tan rápido.
-¿Acaban de observar lo que hice con mi cervatillo?
Los dos quedan escandalizados por la pregunta.
-¡Vamos digan algo!- expresa el rubio piel canela.
-No lo sé, fue muy extraño...
-¡Eso!- señala divertido con el dedo- estás empalmado- susurra con gracia a Brandom.
José entonces quería saltarle encima a semejante abuso de confianza.
¡Respétame la cara imbécil!
Brandom estaba hecho un costal de nervios, pero termino por reírse de sí mismo y ocultarse la cara con sus dedos.
-lo admito vale, eres guapo- le señala- cualquiera...
-Fue mi sensualidad la que lo hizo- chasquera el dedo tres veces- necesito, que, tengan eso.
Puntualiza la frase. José asiente sintiendo un aire menos personal en Joe, este chico verdaderamente podía cambiar de ambiente en segundos. De chico seductor, a ¿coach del prono? El término a José le daba vueltas en la cabeza y lo hacia reír un poco discretamente.
-Tienen la llama- los señala a ambos- son... hermosos- esta vez posa su mirada en Brandom y lo escudriña- pueden hacerlo, solo estén sueltos a complacer a sus clientes en todo momento y ¡vamos un brindis por que consigan bastantes!
Las copas chocaron, las risas se hicieron presentes, y una nueva espina crecía en José.