- Abigail! Abigail!! - me llamaba sin parar - lo ves? Ya no tienes por que tener miedo.
Sin importar lo que me decía mi madre, aún seguía aferrada a mi hermano sin soltarlo, y sin cambiar mi opinión al respecto.
- Abby, mírame - sus penetrantes ojos me hacían sentirme totalmente protegida, como cualquier hermano mayor te hace sentir. - Confías en mi? - me pregunto sin quitar su mirada de mi.
Asentí sin dudarlo, y luego de mirar a mi papá y a mi mamá por ultima vez, tome la mano de Adam fuertemente, y saltamos.
Al llegar al otro lado, me sentí mucho mas tranquila teniendo al lado a mis padres, pero... y Adam?. Observe mi mano sin el agarre de mi hermano y rápidamente mire de vuelta a mis padres preocupada.
Adam!? - grite al cielo. Y luego de girarme volví a gritar. - Adam!? Adam! Adam! Donde estas!? Adam! Adam! - rápidamente lagrimas acudieron a mis ojos. - ADAM!? DONDE ESTAS!? ADAM!? - volví a gritar con todas mis fuerzas sin evitar llorar.
Me quede un tiempo ahí mirando el horizonte en busca de el, ya mas tranquila. Hasta que una idea acudió a mi mente en el instante: al darme cuenta que ya no sentía el tacto de mis padres en mis hombros, corrí rápidamente en dirección donde habíamos saltado, me lance en busca de mi hermano, y justo antes de dejar de caer y caer sentí que alguien tomó mi mano.
- Abby? Abby? - miré extrañada al darme cuenta que el que me había tomado mi mano no era Adam, sino Zack... - estas bien? - dijo sin soltar su agarre.
- Si, solo tuve una pesadilla - le dije sonriendo para evitar mi preocupación por el sueño, a lo que él también me respondió con una sonrisa.
- Que paso? Como terminamos aquí? Y.. a esta hora? - le pregunte muy confundida al notar que aun estábamos en el parque, solo que en otro sector... y que estaba oscuro. Por la manera en que nos encontrábamos, al parecer nos habíamos quedados dormidos, y uno al lado del otro, juntos.
Al momento que le pregunte se veía algo extraño al notar que no lo recordaba. Sin embargo me recordó lo ocurrido sin problema, aunque algo nervioso.
- Antes de ir a la laguna, decidimos descansar un momento aquí, sentados en el suelo, lo recuerdas?. Conversamos un rato mas, y luego nos quedamos dormidos. - hizo una pausa mientras me veía procesando todo - Me desperté primero que tu hace un momento, y cuando te note algo alterada y llorando supuse que tenias un mal sueño o algo así, entonces te desperté.
-Gracias - le dije de todo corazón con una gran sonrisa.
Nos quedamos un momento conversando de otras cosas, hasta que lo vi algo preocupado.
- Que ocurre? - le pregunte.
- Nada, solo que creo que se esta haciendo algo tarde. - Y si que tenía razón. Había perdido la noción del tiempo por completo. Mire el cielo y estaba oscuro.
En el camino de vuelta, Zack me hizo la pregunta que estaba tratando de evitar:
- No creas que soy entrometido, pero tengo curiosidad. Que soñaste? - con estas ultimas palabras no pude impedir que las lágrimas brotaran de mi una vez más.
~ Narra Zack ~
Estaba asustado. No por mi, no por ella, no por la situación. No por su reacción, y no por la mía. Sino, lo que en verdad me tenía aterrado, era si la había dañado. De alguna u otra manera. Tenía miedo de a verla herido. Esperaba nunca hacerlo. Y espero que no lo haga. Jamás.
La veía llorar. No sabia que hacer en ese momento; parecía tan sola e indefensa. En aquel instante comprendí que debía demostrarle que no soy igual que los demás del colegio, yo estoy ahí para ella, así que abrí mis brazos y la traje hacia mi envolviéndola en un abrazo, el cual ella correspondió.
Estaba llorando como nunca antes la había visto. Y sí que la había visto antes, en el colegio. Cuando la molestan, cuando se desmayó, cuando me pidió perdón por acusarme, y muchas otras veces. Pero nunca antes la había visto de esta manera. Se notaba que no era algo de ahora. Era una herida que nunca había sanado.