Bram:
Estoy de pie junto a ella, en la oficina privada del dueño. La jefa de Emma también se encuentra aquí con ganas de condenar a Emma, pero ya tengo las palabras exactas para decirle.
—Conde.. ¿Algo que desee agregar antes de que empiece a hablar.—Me indica el dueño.
—Con todo respeto, pero no le debo ninguna explicación, sr. McDougal.—Responde y el alza las cejas, con sorpresa.—Los asuntos de mi vida...
—Asuntos que fueron realizados en mi hotel, conde. Creo que si merezco una explicación si mi hotel es perjudicado.
Intento hablar, pero la jefa de personal se adelanta.
—El conde tiene razón, señor. No nos debe explicaciones, el es un conde después de todo, no podemos pasar de su autoridad.
Nunca estuve tan feliz de usar este titulo.
—Pero de quien si merezco una explicación es de Emma.
El dueño pone los ojos en ella.
—Emma... ¿Quieres decirle a tu jefa del personal y al dueño del hotel que relación tienes con el conde?
Esa pregunta es totalmente injusta, aunque debí suponerlo.
—Contestare su pregunta, Jefa Summers.—Respondo atrayendo la atención de esos dos.—Recuerdo haberle solicitado a la señorita Emma Dempsey como mi mucama privada.
Ella abre los ojos.
—¿Lo recuerda?
—Lo recuerdo, Conde. Pero no creí que el ser su mucama personal incluiría cambiar sus sabanas todas las mañanas.
—¿No es lo que todas las mucamas hacen y honradamente? Emma trabaja para mi.
—Emma es empleada del hotel, conde.
Ignoro a la mujer y le contesto al dueño.—Nos hicimos amigos.
—¿Es eso cierto, señorita, Dempsey?
Emma asiente con la cabeza y pone los ojos sobre mi.—Si el conde me invito al desfile y a la fiesta, es porque somos grandes amigos. La prensa lo malinterpreto todo.
El dueño nos señala.—Conde.... entonces usted no esta saliendo con la señorita Dempsey.
Intenta hablar, pero ella se me adelanta.
—Claro que no, el conde y yo somos amigos. Eso es todo, no hay ningún sentimiento romántico o de deseo de ninguno de los dos.
Mi mirada se encuentra con la suya, ella niega.
—¿Entonces todo este revuelto se lo debo a los periodistas?
—Así es, señor.—Sigue Emma.—No tiene porque preocuparse por nosotros.
—De acuerdo.—McDougal suspira.—Señorita Emma, gracias por ser honesta.
—No es nada, señor.
El respira aliviado.—Por un momento pensé que había ilusionado a mi hija por nada. Todo su cortejo no ha funcionado.
Cortejar y ser amable, hay mucha diferencia.
—Señor McDougal.
—Ya que todo se aclaro, creo que podrá aceptar mi invitación para el almuerzo de esta noche.—Me dice.—Siento que usted y mi hija, se llevaran mejor ahora que aclaramos este problema generado por la prensa... Conde, espero que asista esta noche.
—Ahí estaré.—Me limito a responder.
(***)
—Debiste dejar que aclarara todo.—Suelto una vez que dejamos la oficina, para caminar por los pasillos.
—Y entonces yo estaría fuera del hotel ahora mismo.
—Hay más hoteles ya te lo dije.
—Ninguno paga como Royal Hotel.—Me recuerda y se detiene.—Necesito el dinero.
—Entonces solo pídelo.
Ella se queda en blanco.
—Necesitas dinero. Déjame ayudar.
Niega con la cabeza.—No lo necesito, quiero ganármelo yo misma.
—Como mucama.
Emma arquea una ceja.
—Hay mejores trabajos que este.
—Y ninguno paga como este. Dudo que en otro lugar me paguen como aquí y menos si no tengo un carnet que diga que termine la universidad.
—Emma.
—Estoy es lo que hay, conde.
—¡Oh, Conde!
Emma pone los ojos detrás de mi y los regresa a mi rostro.
—La señorita Jennifer esta esperándote.
Me giro y la veo ahí, agitando la mano con emoción, llamándome.
Me vuelvo hacia Emma.—Solo acepte porque no me dejaste explicarme.
—Lo se, no estoy reclamando nada. Salvaste mi trabajo, debería estar agradecida.
—Y no lo estas.
La observo pasar la saliva.—Te veré más tarde.—Con esas cuatro ultima palabras, ella se marcha hasta desaparecer de mi campo visual.
Emma:
—Emma... Tierra llamando a Emma.—Parpadeo al escuchar la voz de Lottie. Me giro en su dirección.
Lottie me quita las toallas que puse debajo del carrito.—Te dije, a los de esa habitación no les gusta estas toallas.—Las cambia por unas nuevas, de color gris.—Prefieren las de seda.
Asiento con la cabeza y suelto un suspiro.—De acuerdo.
—¿Sucede algo?
—No..
—Y estas distraída por..—Continua.
Ruedo los ojos y tiro de ella, acercándola a un rincón. Le doy una platica rápida a Lottie de lo ocurrido, de mis tempranos y confusos sentimientos frente al conde y a su vez aclaro sus dudas sobre el articulo publicado en el periódico sobre nosotros.
—¿Y el esta ahora mismo en una cita?
—Debería estar arreglándose para ir, pero si.—Pongo los ojos en el reloj y los regreso a ella.—Lo hizo para salvarme.
—Entonces es un buen hombre.
—¿Eso piensas?
—¡Claro!.. ¿Quién acepta una cita con Jennifer McDougal?
—¿Cualquier hombre promedio?.—Arqueo una ceja.
—Que bueno que el conde esta encima del promedio.
—¡Lottie!
—Mis ojos no mienten.
Ambas reímos.
(***)
Limpiar una habitación es lo que necesito para olvidar mis problemas y sobre todo que el conde esta teniendo una cita con Jennifer McDougal, ingreso a la habitación de los exigentes gustos por las toallas y una voz confusa me dice que entre.
La puerta esta abierta, jalo el carrito hacia el interior y la puerta del baño se abre, con tofo y vapor.
Giro la cabeza hacia un lado.—Lo lamento, no sabia que estaba usando el baño, vendre despues.
—Emma.
Mis ojos se abren mucho y me giro en dirección a la voz, hacia Richard. Mi ex novio, quien tiene dos toallas alrededor de su cuerpo, una cubriendo de su cintura para abajo y la otra alrededor de su cuello.
Sin pudor se acerca a mi.
—Richard..—Pronuncio confundida.—¿Esta es tu habitación?
El pone la mirada en las paredes y sonríe.
—Si, solicite un cambio por una más grande.
Arqueo una ceja.—¿Qué la suite no era lo suficientemente grande para los dos?
—No si quería algo especial.
Auch.
—Y me alegra que estés aquí para decírtelo.
—¿Exactamente que tendrías que decirme, Richard? Nosotros no tenemos asuntos que tratar desde que terminamos.
—Es verdad.
Doble auch.
—Pero es mejor si te enteras por mi y no quiero que se ponga incomodo para mi prometida.
¿Prome.. qué?
—Voy a casarme, Emma.—Me suelta con una mirada tranquila.—Y me casare aquí, en el hotel.
El hombre que me gusta esta en una cita con otra chica,.
Y ahora mi ex novio va a casarse con su quinceañera aquí en el hotel.