Yo no se pelear, ni si quiera he dado alguna cachetada en mi vida. Desde pequeña mi hermano a estado para arreglar mis problemas, él se hacía cargo de los niños que me molestaban en el jardín de niños, el me cubría la espalda siempre. Ahora no está aquí y yo soy la única que puede detener o intentar golpear a la "amante" de mi ex novio. Carajo que feo sonó eso.
-¿Por qué siempre corres de todo?-Ester llega burlándose.
-Basta, no quiero problemas-Aquí viene la Cayetana tímida.
-Por tú culpa Mario no quiere verme-Se cruza de brazos muy cerca de mi.
¿Qué?
-¿Es enserió?-Su comentario me llega de sorpresa.
Esta chica no tiene dignidad.
-Si, de verdad le rompiste el corazón-Dice mientras se quita el suéter del instituto.
¿Estoy escuchando bien?
-¿Yo le rompí el corazón? Discúlpame pero la zorra sin corazón eres tú, tú sabías que yo estaba en una relación y decidiste meterte, él y tú son unos hijos de puta-Siento como mi piel y mi sangre hierven de enojo.
-Tu jamás estabas para él, yo era su confidente...-No logró terminar, ya que me abalancé sobre ella.
No estaba en mis cabales, las últimas palabras que pronunció acabaron con la poca paciencia que tenía. Todo el miedo se fue a la mierda, todo lo que venía pensando y pensando ya no volvió a estar en mi mente, solo me importaba arrancarle los cabellos del craneo.
Estaba sobre ella en cuclillas mientras le daba unos puñetazos en la cara, escuchaba como a mi alrededor las personas comenzaban a gritar "pelea" animadamente.
-¡Eres una zorra!-Gritaba como loca.
La pelea no duró mucho ya que sentí como unas manos me tomaban del estómago separándome de Ester, yo pataleaba y daba golpes en el aire tratando de acercarme más a ella.
-¡Eres una maldita! ¡Mierda de persona!-Le gritaba y le gritaba mientras las manos seguían intentado controlarme y sacarme de ahí.
-¡Basta Cayetana!-La voz de Vinnie sobresale entre todos los gritos.
-¡Suéltame, quiero matarla!-Intento zafarme de su agarre, pero es inútil, sus brazos son muy grandes.
Abre la puerta del coche mientras yo le levanto mis hermosos dedos de en medio a la zorra que se va levantando del suelo.
-¡Basta!-Me mete de un jalón al auto.
Ya dentro siento como la sangre baja de mi cuerpo, sentí una adrenalina increíble.
-¡¿Estás loca?!-Pregunta Vinnie ya dentro del coche.
-¡Eso fue increíble, me sentí tan bien dándole esos golpes y debiste de haber visto su maldita cara!-La emoción sobre sale de mi.
-No Cayetana, no está bien-Los ojos preocupados de Vinnie se centran en los míos.
-Pero ella se lo merecía-Respiró entrecortadamente.
-Lo se, pero las cosas no se arreglan a golpes-Dice preocupado.
-Lo siento. Pero debes aceptar que estuve increíble-Digo con gracia.
-Si, si lo estuviste loquita-Coloca su mano sobre mi mejilla y me regala una pequeña sonrisa.
Instintivamente presionó mi mejilla contra su mano, él lo nota y me mira los labios. Mierda me va a besar.
Me besa.
Sus labios se mueven lentamente sobre los míos, su pulgar acaricia mi mejilla, su aliento sabe a menta.
Es un beso tierno.
El sube el volumen del beso colocando su mano libre sobre mi cuello, acercándome más hacia él. Carajo que delicioso.
Pero a mi mente llegan imágenes de Mario, instintivamente me muevo hacia atrás, alejándome.
Se da cuenta y me mira preocupado.
-¿Estás bien?-Me pregunta tiernamente.
-Si, solo que no estoy lista-Revuelvo mis manos sobre mi asiento.
-Está bien preciosa-Me regala una hermosa sonrisa.
Me pierdo en lo guapo que se ve hoy, con su camiseta de tirantes blanca haciendo que sus brazos trabajados y esos tatuajes se miren tan sexys. Sus cadenas y anillos le dan un toque tan sensual...
-¡Ey!-El golpe de mi hermano en la ventana me saca del transe VinnieHacker.
Me despedí de Vinnie y me fui con mi hermano, el venía hecho una furia. Se enteró de mi escena y viene apretando los dientes de lo enojado.
-Si tienes algo que decir dilo-Pronunció al ver que está tragándose todas las palabras.
-¿En que estabas pensando? Bueno claramente no estabas pensando, te pudieron haber visto los maestros y adiós a tu último año, tienes dieciocho años Cayetana debes de pensar más a largo plazo o en tu caso madurar-Me reprende sin despegar la mirada del camino.
-Se que estuvo mal, pero ella me iba a golpear a mi. Técnicamente solo me defendí-Me excuso.
-Solo piensa antes las cosas-Se que está enojado conmigo, tiene derecho de estarlo, pero Mauricio es Mauricio y se que en cuatro horas va a estar como si nada.
Llegue a mi casa y agradecí que Mauricio no le contara a Sofía sobre mi pelea, así no tendré que aguantar lecciones de buena conducta de nadie.
Subí a mi habitación a completar mi tarea mientras escuchaba música, cuando me llegó un mensaje de Gaby.
<<¿Cómo estás niña rebelde?>>
Por supuesto que Mauricio le contó, no deberían de tener sus números.
<<Bien, me siento mucho mejor ahora>>
No puedo mentir.
<<Esa es mi chica>>
Sonrió ante su mensaje y continuó con la tarea ya que en una hora tendré que ir a entrenar.
-¡Ya vámonos Cayetana!-La voz de mi hermano me levanta de un brinco.
Mierda me quede dormida.
Me levanto los más rápido que puedo, me quito todo el uniforme y entro a mi closet buscando el de voleibol. Apresuró a mis manos y piernas, me pongo los tenis y bajo corriendo las escaleras.
-Lo siento me quede dormida-Le digo mientras bajo las escaleras a toda velocidad.
-¡Trenzas!-Me detengo a medio camino y giro a verlo.
-¿Tú botella de agua?-Apunta la cocina detrás de si.
-Claro-Pasó junto a él corriendo y entró a la cocina, al entrar veo mi botella llena sobre la barra pero me detengo al recordar el asunto de la noche anterior.
Mi mente recuerda las palabras de mi madre y mi padre, ¿A quien no quería ver mi mamá? Mi padre tal vez tenga a otra...
-¡Cayetana vas a llegar tarde!-Sacudo mi cabeza borrando esa estupida idea, por supuesto que mi padre jamás a engañado a mi madre, es tonto.
En el entrenamiento mi mirada se dirige hacia el lugar donde vi a Vinnie por segunda vez, donde mi corazón comenzó a sentirse confundido gracias a esos ojos marrones que me abrazaban con cada mirada. Ahí está, sobre su patineta dando giros y volteando ocasionalmente para sonreírme. Ese chico está llenando mi corazón.
-Chicas, acérquense-El entrenador nos habla y todas nos colocamos al rededor de él.
-Como saben, hemos estado entrenando muy duro estos meses. Hemos entrenado algunos días desde las seis de la mañana en fin de semanas hasta las siete de la noche, sus esfuerzos han sido dignos de las grandes ligas. Por esto y por mucho más les digo que el jueves nos vamos a San Francisco, el torneo nos está esperando-Comienza a aplaudir.
Comenzamos a gritar y saltar de la emoción, no puedo creer que ya el jueves sea el día en el que todas las noches, las madrugadas, el sudor, la sangre de las caídas, el esfuerzo físico, los calentamientos exhaustivos vayan a dar frutos por fin.
Nos abrazamos y alguna que otra llora.
Las personas en el parque comienzan a voltear asustadas por todos los gritos.
-¡Vamos a ir a San Francisco!-Gritamos al unísono.
Todo era felicidad, todos los problemas que aterran a mi mente se esfumaron para dejar entrar a esta escena repleta de sonrisas y emoción.
Abrase a muchas compañeras y después me di cuenta que los amigos de Vinnie están entre nosotras, brincando y festejando. Mi mirada trata de encontrar a ese chico especial entre todos los demás, pero después siento unas manos que me levantan por la espalda.
-¡Lo lograste!-Su voz se siente como un suspiro delicado y tierno.
Miro sus brazos tatuados sobre mi estómago, puedo sentir su gran sonrisa detrás de mi, me levanta en el aire durante unos segundos y después me gira para que lo vea a los ojos.
-¡Lo se! ¡No puedo cree que ya en unos días es el torneo!-Coloco mis manos sobre sus brazos y el debajo de los míos, tomando mis codos.
-¡Se que vas a brillar ahí!-Su sonrisa crece cada vez más.
-¡Estoy muy feliz!-Sus brazos cambian de posición para tomarme de la cintura y abrazarme.
Mis manos sobre su cuello y su aliento sobre el mío me eriza la piel, me hace sentir protegida y amada de nuevo.
-Te quiero mucho-Susurra en mi cuello.
Esas palabras me dejan en shock.
En otra circunstancia me hubiera encantado escucharlas, pero la cara de mi Ex aparece cada vez más frecuente en mi mente. Me maldigo por ello.
-No tienes que decirlo tú también, te dije que estoy dispuesto a esperarte-Me dice al notar que me quedo callada, se separa de mi y me toma de las mejillas dándome un beso en la frente.
Me derrite cada vez que hace eso.
Nos quedamos sentados en las gradas, viendo cómo todos platican animadamente, sus amigos están junto a nosotros y también algunas compañeras. El entrenador nos dio la tarde libre para que nos pudiéramos relajar un poco.
-¿Eres de aquí Vinnie?-Saco un tema de conversación.
-No, mi familia vive en Seattle. Yo estoy viviendo con algunos amigos aquí-Bebe de su vaso rojo.
Algunos chicos trajeron bebidas y hielo.
-¿Los extrañas?-Me llevo la Coca-Cola a los labios.
-Si, en especial a mi hermano-Noto en sus palabras un tono de tristeza.
-¿Cómo se llama?-Soy un poco chismosa.
-Reggie, es mi mejor amigo. Pero ya no hablemos de mi, ¿Puedes creer que no se cuál es tu animal favorito?-Se gira para verme de frente.
Me causa gracia su pregunta.
-La vaca-Abre los ojos como platos y se burla-¡No te rías!-Lo golpeó en el hombro.
-¡Au! Es que es chistoso ¿Cómo te puede gustar una vaca?-Pronuncia entre preciosas risas, sus hoyuelos me encantan.
-¡Son preciosas! Sus ojitos son muy lindos y sus orejas...-Me interrumpe.
-¡Deliciosas!-Se burla más fuerte.
-¡Basta! Es un animal especial-Ignoro sus carcajadas.
-Tu eres especial-Me mira sonriendo.
Este hombre realmente quiere que me enamore de él.
Siento como mis mejillas se calientan.
-Te sonrojas, que preciosa-Su mano la coloca sobre mi mejilla.
Siento como me sonrojo el doble.
Mierda.
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Nota del autor
Quiero una vez más agradecer por todo el apoyo que están dando a esta y otra historia. De verdad me hacen muy muy feliz y cada vez impulsan más mi sueño de ser escritora.
Estoy muy emocionada hoy que subiré dos capítulos, espero les gusten. ❤️