Miel de una mujer ✓

By coffeeandlove_07

59.5K 4.7K 1.1K

El invierno de 1850 fue uno de los más crudos para la joven Claudette. Su madre, víctima de una grave enferme... More

Querido lector
1. La muerte
2. Cinco hermanos
3. Martha
4. Cabello de fuego
5. Un paseo cambia mil pensamientos
6. Un incidente de vino
7. El baile
8. Henry Bridge
9. Visita inesperada
10. Un pícnic en el parque
11. Noche en la granja
12. La discusión
13. Dos chicas debajo de la lluvia
14. Una confesión a medias
16. La despedida definitiva
17. Palabras
18. Una mujer con malas decisiones
19. En el bosque
20. Giro inesperado
21. Los celos son horribles
22. Una realización
23. Una confesión entera
24. Un secreto demasiado terrible
25. El nacimiento de una nueva rosa
26. La segunda decepción
27. Dolor
28. Una carta y sartas de mentiras
29. Persiguiendo el amor
30. El final
Agradecimientos y fanarts

15. El descubrimiento

1.5K 131 17
By coffeeandlove_07

Sentía mi espalda mojada y las gotas de sudor que bajaban por mi frente. No podía dejar de pensar en el apetecible baño que me esperaba una vez hubiera terminado todas mis tareas ya que sentía cierta repulsión hacia mí en aquellos momentos.

Me dolía la espalda y las manos y sobre todo, estaba terriblemente cansada.

Lo único que quería hacer era descansar y aún así, mi mente estaba llena de pensamientos agotadores.

No podía dejar de repetir en mi cabeza lo ocurrido anteriormente. Ni siquiera sabía exactamente lo que quería decirle a Claudette.

O quizás sí y no quería admitirlo.

Lo único que sabía era que el amor era demasiado complicado. En qué momento exactamente me había parecido que Claudette tenía unos ojos muy vivos?

Unos labios rosados,un cabello sedoso, una piel suave y una voz demasiado dulce... incluso cuando se enfadaba.

Soñaba despierta con ella y cuando tomaba conciencia de que sus labios era lo único que se dibujaba en mi mente, sacudía mi cabeza con desesperación sabiendo que aquello no podía continuar.

Lo que más me frustraba era no saber en qué momento todo había empezado a ocurrir.

Puede que fuera cuando la vi mojada, con su rostro pálido y su mirada perdida. O quizás cuando me preguntó si le gustaba y mi corazón latió a un ritmo demasiado rápido.

O justo aquella mañana, cuando pidió que me quedara con ella.

Aún así, sabía que cuando por primera vez la vi no me llamó la atención.

Para mi, tan solo era una joven más que gozaba de los privilegios de ser rica.

Pero conforme la estuve conociendo, empezó a gustarme la forma en la que carraspeaba la garganta, como fruncía el ceño de una forma adorable, como apretaba sus puños y como deseaba con todo su ser tirarme al barro.

Mientras lo recordaba, me di cuenta de que estaba sonriendo.

Volví a sacudir la cabeza y decidí concentrarme en las tareas que yo misma me había asignado.

No eran muchas y ya casi estaban completas, pero el cansancio había llegado más fuerte que nunca.

Me di media vuelta y vi a Claudette bastante enfadada a decir verdad, dando largas zancadas hacia la granja.

Enseguida salí hacia el exterior, notando como mi preocupación crecía por momentos.

-¿Claudette? ¿Qué ha ocurrido?

Al principio, ni siquiera notó que estaba allí.

Después de unos segundos, sus ojos azules me miraron con una frialdad que noté por todo mi cuerpo.

Quise apartar la mirada pero me convencí a mi misma de que podía hacerlo. Tan solo era un rostro, como cualquier otro.

-Nada. - respondió rápidamente avanzando unos pasos más antes de que me pusiera frente a ella.

-No me mientas. Si no quieres decírmelo no pasa nada, pero me gustaría que fueras honesta.

Su labio inferior empezó a temblar y se lo mordió haciendo fuerza. Sus ojos se cristalizaron y tuve ganas de tenerla más cerca de mi y susurrarle palabras tranquilizadoras.

-Mañana... -empezó a decir-. Mañana se celebra... Se celebra el funeral de mi madre. Y nadie me ha dicho nada.

Incluso a metros de distancia era fácil comprender lo mucho que Claudette quería a su madre.

Supuse que estarían muy cercas y no pude ni siquiera soportar pensar en perder a Mike.

-Vaya. No se que decir...

-Lo peor de todo es que no quiero ir. Si veo la lápida de mi madre, su nombre grabado... No he querido pensar en este momento desde su muerte. ¡No quiero que esté en un lugar tan frío! ¡No quiero que sea olvidada con el tiempo!

Se echó a llorar llena de desolación y no supe qué hacer.

Mi cuerpo se tensó al escuchar los sollozos y observé cómo se cubría el rostro con las manos.

Sentí que su dolor desgarraba de alguna forma mi pecho y víctima de un vergonzoso impulso... la abracé.

La atraje hacia mi y rodeé mis brazos sobre su cuerpo. Aspire su delicioso perfume y dejé que llorara contra mi pecho.

Esa misma tarde me arrepentí de haber hecho aquello, pero en esos momentos me sentí feliz y satisfecha.

Transcurrieron unos segundos donde estuvimos en esa posición pero rápidamente se alejó de mí.

-Gracias. Mejor será que hable con mi tía.

Asentí ruborizada.

Vi como se marchaba y no pude evitar sentirme aún más preocupada. ¿Y si quizás salía aún más herida después de visitar a su tía? ¿Y si la señora E le hacía daño?

Sabía que meterme en asuntos que no me incumbían estaba mal hecho, pero no pude resistirme al tentador pensamiento de reconfortar de nuevo a Claudette.

Así pues, me acerqué a la casa y enseguida pude escuchar la voz de Claudette llena de furia y resentimiento.

-¿Cómo pudiste? ¡Deberías habérmelo contado!

-¿Acaso crees que no lo intenté? Estás tan sumida en el dolor que nadie podrá sacarte del pozo. Si te lo hubiera dicho, las cosas habrían empeorado.

-¿Tenías pensado decírmelo?

-¡Claro que sí! Era mi intención decírtelo hoy.

-Eso tan solo son una sarta de mentiras. Eres cruel... y sé que no tenías una buena relación con mi madre. Quizás ni siquiera ibas a asistir tú misma.

-¿Cómo puedes decir eso? ¡Era mi hermana!

-Puede, pero tu dolor nunca será mayor que el mío.

Después de estas palabras, la habitación quedó sumida en un profundo silencio.

Lo último que escuché fue la dura voz de la señora E.

-Fuera.

Supe que se lo decía a Claudette así que subí rápidamente las escaleras. Sin embargo, quizás fui demasiado lenta, porque cuando la puerta se abrió y ella me miró, supe que se había dado cuenta de que había estado escuchando la conversación.

Me miró durante unos segundos con una expresión impasible y se marchó. Dejé escapar el aire contenido y decidí que sería una estupidez ir tras ella.

Con pasos cortos y el ánimo decaído, subí las escaleras pensando en la maravillosa ducha que me esperaría.

Martha estaba en la habitación de Claudette ordenando las cosas y no quise ser maleducada, así que la saludé.

-Buenos días, Martha.

Me miró con una sonrisa que se borró de inmediato cuando percibió el desagradable olor en el aire.

-No es mi intención ofenderla... pero usted apesta demasiado.

-Lo se. Es lo que tiene encargarse de los excrementos de caballo.

Hizo una mueca de disgusto que me hizo soltar una pequeña carcajada.

-La compadezco, señorita Amery. En días como estos me siento verdaderamente complacida de ser una sirvienta y no una granjera.

-Supongo... - respondí sin saber muy bien qué decir.

-¿Piensa darse un baño?

-Sí. ¿Está disponible el baño? - pregunté con esperanzas de que me permitieran ducharme allí como la primera vez que vine a la casa.

¿Dónde iba a ducharme sino?

-Por supuesto. ¿Quiere que se lo prepare?

-No será necesario. Puede continuar con sus tareas.

Me dedicó una amable sonrisa de nuevo y se marchó dejándome sola en la habitación de Claudette.

Iba a dirigirme hacia el baño, pero la curiosidad me venció.

Me adentré lo suficiente como para divisar una carta entre todos los demás objetos que habían en la pequeña mesa.

«No debería hacer esto... Claudette nunca haría nada parecido. Pero yo soy Claudette...»

Cogí la carta con rapidez y la leí.

Mi corazón dejó de latir durante unos segundos y sentí como se formaba un agujero en mi pecho.

Mi mundo se vino abajo y comprendí que todo este tiempo había sido una idiota.

Me había centrado demasiado en Rudy Smith, llena de celos e incapaz de entablar una conversación con él sin decirle algo incorrecto desde el principio.

Pero Claudette se las había arreglado para mantener algunas cosas de su vida en silencio.

Nunca debería de haberme preocupado Rudy, sino un tal Henry Bridge. Aunque no conocía a ningún hombre importante, su nombre no figuraba en ningún sitio ni lo había escuchado por más que intentara recordar.

Así pues, quizás no formara parte de la alta sociedad.

Volví a leer la carta de nuevo sabiendo que su contenido no cambiaría por arte de magia.

«¿Por qué me importa tanto? Tan solo es una carta...»

Se habían besado.

O al menos, el señor Bridge lo había intentado y Claudette parecía haberlo rechazado.

Aquello me producía cierto alivio pero no pude evitar sentir más celos hacia el señor Bridge que Rudy.

Me pregunté de nuevo la razón de aquella rabia que recorría mis venas.

Claudette y yo ni siquiera éramos algo.

«Quizás ese sea el problema. No somos nada y puede que a mi me gustaría que lo fuéramos.»

Entonces lo supe.

Me gustaba Claudette y lo había negado durante demasiado tiempo.

***

Aquella noche no pude dormir.

En mi mente se dibujaba el bonito rostro de Claudette cuando lo único que quería hacer era borrarlo. Olvidarme de ella.

Lo que fuera que estuviera ocurriendo, mis sentimientos no podían ser aceptables. Se sentía moralmente incorrecto; jamás había visto a dos mujeres enamoradas.

Hasta en aquel momento, ni siquiera sabía que tal cosa pudiera suceder. Tan solo pensaba en por qué de todas las mujeres en este mundo tenía que ser Claudette el motivo de mis sentimientos.

Si fuera cualquier otra chica, podría olvidarme de erlla. Quizás incluso fuera facil. Pero Claudette era Claudette y estaba perdidamente enamorada de ella.

Pensé que quizás evitarla sería lo mejor, pero no me vi con suficiente fuerza para cumplir mi cometido.

Así pues, a la mañana siguiente actué como si nada hubiera cambiado, aunque me rompió el corazón recordar a Henry Bridge.

¿Y si Claudette lo quería?

En mi mente se formó un escenario que me produció una trosteza devastadora. Quizás, solo quizás, continuaba trabajando en la granja. De ser así, vería a Claudette conquistar a quién fuera que le agradase y tendría que soportar  las miradas de complicidad, verlos siempre juntos y... su matrimonio.

«Vamos, no seas dramática. Olvida a Henry Bridge, olvida esa carta y empieza a hacer las tareas de la granja.»

Bajé las escaleras con determinación, dispuesta a concentrarme tan solo en lo importante en aquellos momentos: el dinero.

Mi familia lo necesitaba y debía cumplir con mi trabajo. Para eso principalemente había llegado allí, no para enamorarme cuando la situación menos lo requería.

Claudette estaba sentada observando el exterior con una expresión vacía y al contemplar su bonito cabello rojo sentía como las mariposas se avivaban en mi estómago.

-Buenos días. - murmuré sin saber de repente como empezar una conversación.

Claudette no respondió.

-¿Has dormido bien?

Siguió sin responder.

-Hace un día espléndido.

Ni siquiera me miró.

Empecé a preocuparme sin poder evitarlo. Entonces recordé, que hoy era el día del funeral de su madre.

Me acerqué a ella sabiendo que tenía que cuidar mis palabras o sería capaz de salir perjudicada de la situación.

Quedé en frente de Claudette y observé como sus labios empezaban a temblar, como su cuerpo se estremecía y las lágrimas se apilaron en sus ojos.

Se limpió las lágrimas rápidamente y supe que era un buen momento para consolarla. Aunque, por supuesto, nunca sería capaz de elegir las palabras exactas para animarla.


-No pasa nada... - le dije con voz suave-. Todo irá bien, ya verás.

-¿Alguna vez terminará el dolor? - me preguntó.

Su tono de voz denotaba lo cansada que estaba de todo aquello y los ansiosos deseos que le perseguían para que su vida volviera a la paz. Sus ojos me miraban buscando una respuesta y finalmente se la di.

-No. Tendrás que aprender a convivir con él .

Esta semana he estado super ocupada pero aún así, he logrado escribir algunos capítulos. Me anima saber que pronto (y si me aprovecho todas las ocasiones que tengo para escribir) esta historia terminará.

Si dentro de unos meses la vuelvo a leer, probabalemente encuentre algunos fallos o expresiones que pueda cambiar y por eso no descarto la idea de editar el libro en un futuro. De momento, espero que lo estés disfrutando.

Se vienen cosas grandes que espero que disfrutes y una vez más, recuerdo que como máximo, Miel de una mujer tendrá treinta capítulos. Así que, por el momento, estamos a la mitad de la novela.

¡Gracias por seguir aquí!

Continue Reading

You'll Also Like

91.9M 2.9M 134
He was so close, his breath hit my lips. His eyes darted from my eyes to my lips. I stared intently, awaiting his next move. His lips fell near my ea...
13.1M 528K 57
"Have you tried turning it off and back on again?" •• Christian Ivonov, CEO of Ivonov enterprises, had always been the best at fucking things up. Whe...
Knight By m

Teen Fiction

19.6M 675K 57
COMPLETED [boyxboy] Mason Maloney has lived his whole life in the shadow of his twin brother, Nathan, star quarterback of the football team. While N...