Chico lindo
Katarina
Mamá me deja al frente de casa y yo me encamino a abrir la puerta. Siento una mirada sobre mi, volteo y no veo nada, ni a nadie cerca, entro a casa con esa extraña sensación y cierro rápido la puerta haciendo que me sienta segura, activo la alarma por cualquier cosa.
Llegó hasta la cocina y busco alguno chocolate o algo para merendar, ya que el estupido chico me robo mi pedazo de tarta.
Dirás el hermoso y guapo padre de nuestros hijos.
Cállate de una buena vez y déjame tranquila.
Volviendo a lo que hacía, encuentro un paquete pequeño de gomitas y dirijo hacia las escaleras. Lo primero qué pasa antes de entrar a mi cuarto es que me entra una llamada de Melisa.
-Hola corazón, ¿ya llegaste?- Dice mi amiga a través de el teléfono.
-Si, ya llegue y todavía no le he avisado a mis padres que vienes- Dije yo por que sabía que la razón de esa llamada no era para saber si había llegado.
-Bueno pues avísales que ya me voy a arreglar-Dice ella - por cierto ese chico...
-No, no me gusta Mel- digo yo antes de que ella diga algo estupido.
Si, si nos gusta Mel.
Ya cállate
-Bueno, nos vemos en mi casa- digo yo colgando el teléfono antes de que haga otra estupida pregunta.
Tu eres la estupida.
No le respondo a su acusación por que me adelanto a llamar a papá para agradecerle por las gomitas.
Bajo dirimiéndole al living para marcarle directamente a su oficina.
Papá no decidió trabajar en el negocio de la panadería, que es el negocio familiar. Estudio de abogado, ya que eso siempre le había llamado la atención y ahora es dueño de un bufete de abogados, estoy muy orgullosa de él
Yo también.
Marco a su oficina y escuchó tres tonos antes de que el conteste.
-Buenas tardes, oficina de Louis Howard, en que puedo ayudarlo?- dice el con el tono que usa solo para sus clientes.
-Si? Buenas tardes, puede decirle a
ese señor que su hija lo ama?-digo burlonamente.
-¿Como estás cariñito?, ¿qué tal tu primer día?- pregunta papá devolviéndome el tono dulzón en que me habla a mi.
-Hola papi, fue aburrido-digo haciéndolo reír- puros horarios nuevo e introducciones de nuevas clases.
-Bueno seguro que te vas a divertir mucho con tus nuevas clases- papa bromeó, el sabía que yo odiaba estudiar.
-Si claro- dije yo rodando los ojos, aunque sabía que el no podía verme- te llamo para que sepas que Melisa va a venir hoy y tal vez se quede a dormir.
-Está bien cariñito, ya comiste?- pregunto papá.
-Si, almorcé en la escuela y voy ahorita a comerme un paquete de gomitas.
-Bueno pero no comas muchos dulces, te voy a llevar una gran rebanada de pastel de chocolate, de la panadería de los abuelos- dijo papá haciendo que me babeara de solo imaginar esa rebanada.
Papi es lo mejor.
Sin duda.
-De acuerdo papi, te veo en la noche y salúdame a los abuelos, también tráele una rebanada de pastel de fresa a Mel, porfis- digo haciéndolo reír por el tono de niña de papi que utilice.
-De acuerdo cariñito, cuídate y no olvides que te amo.
-Tú también cuídate, te amo- digo yo antes de colgar.
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-Hola perra- Me dice cuando abro la puerta de casa- Woo tu mamá redecoro- comenta mirando el living y también la cocina.
-Si, ahora creo que está obsesionada en cambiar todo, ósea literal- digo yo- desde que hace tres años es una maniaca con la decoración.
-Si, desde la muerte de Mad ha cambiado en muchos aspectos- dice ella y yo me envuelvo en pensamientos melancólicos, por que si, todos cambiamos después de eso.
-Mierda Kat, no era mi intención decir eso- dice Mel dándose cuenta de el efecto que causa la muerte de mi hermana en mi.
-Tranquila Mel, a todos nos pasa y es algo casi inevitable.
-Si pero igual es un tema delicado.
-Lo se, pero dejemos de hablar sobre eso y vamos a mi cuarto-digo yo trabajando de cortar ese tema.
-De acuerdo- Mel no me contradice- Y también vamos a hablar sobre el chico lindo- ella esboza una sonrisita haciendo que yo ruede los ojos.
Por eso es que es nuestra mejor amiga.
-Solo vamos y no, no hablemos de ese estupido ladrón.
-Bueno igual vamos a hablar de el aunque no quieras- dice ella antes de correr a las escaleras sin esperar por mi respuesta.
Ruedo los ojos y me voy directo a las escaleras. Ruedo los ojos por que obviamente no quiero hablar de ese idiota.
Si queremos.
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Con amor, Angi.