¿Lo llamo o no? Desde luego si lo hago, James no puede estar presente, y creo que tampoco saberlo, porque le daría un arranque de celos y a saber cuántas cosas me empezaría a recriminar.
James salió hace media hora aproximadamente para dejar algunas cosas listas del trabajo antes de irse. Por lo visto es cierto que voy a estar un mes por ahí desaparecida y sin saber todavía dónde.
Me levanto del sofá decidida a llamar a Erick de una maldita vez, alguien tiene que cantarle las cuarentas, y quién mejor que yo... la chica que le gusta.
—Ay por dios —me llevo la mano a la frente y con los dedos me doy un masaje.
Cojo el móvil y marco el número de Erick. Me da un par de pitadas y lo coge.
—¿Alexa? —pregunta curioso y preocupado.
—Hola Erick.
Qué incómodo.
—¿Ocurre algo?
—La verdad es que sí... —escuchoa Erick coger aire.
—¿Qué mierda te ha hecho James ahora? —su voz suena prepotente. Indignante.
—Mejor dicho, ¿qué te pasa a ti? —Ahora me he puesto a la defensiva por su maldita culpa.
—¿Qué?
—Erick, han pasado meses desde que dejaste a Lizy de la peor manera.
—¿Para eso me llamas? —Bien, y ahora está molesto. Será estúpido.
—Mira Erick, asúmelo ya. Me he casado con la persona que amo, y a ti te quiero muchísimo pero como mi gran amigo, pero si sigues así al final lo de amigos... no va a ser tan grande —le digo intentando contenerme y sonar suave.
—Mira Alexa, sé muy bien lo que tengo que hacer y lo que no, ¿vale? Gracias por tu consejo, pero estoy conociendo a una chica y no quiero hablar con Lizy, ni contigo si es para darme sermones.
—¿Perdona? ¿Se puede ser más capullo? —¡Esto es el colmo!
—Alexa, te tengo mucho aprecio, me hubiera gustado tener una vida contigo, pero ya pasó, también pasó de lo Lizy y ya está, no le demos tantas vueltas, ¿de acuerdo? —Su voz de desigualdad y arrogancia me está dando mucho asco que no puedo contenerme.
—¡Pero vamos a ver saco de neuronas caducadas! ¿¡Qué mierda te has creído!? ¡NO QUIERO QUE VUELVAS CON LIZY! Lo único que te quiero decir, imbécil de mierda, es que tengáis una conversación de ¡personas adultas y maduras! ¿Es que a ti la amistad de tantos años te la suda? Es que me parece muy fuerte, ehh. Yo alucino contigo, chaval —cuelgo el móvil y lo tiro al sofá.
Yo es que flipo, pero muy fuertemente, ¿qué mierda se ha creído? Encima con esos tonos de estúpido.
Tengo que llamar a las chicas y contarles lo estúpido que está Erick.
[...]
—Hey, nena —Siento unas manos suaves acariciar mis mejillas con cuidado. Abro los ojos adormilada.
—Hola —mi voz suena ronca y puedo apreciar cómo afecta eso a James.
—¿Por qué estás aquí dormida? —me pregunta en tono tranquilo.
—Hice llamada con las chicas y me entró mucho sueño —le doy una media sonrisa mientras empiezo a estirarme.
—No podéis estar sin hablaros dos días —dice juguetón.
—Son mi vida —me siento.
—¿Y yo no? —Coloca sus manos en mis rodillas y me mira directo a los ojos. Me siento un poco intimidada.
—Desde hace unas horas parece que sí —me río bajito—. Pero ya veremos cuánto duramos.
Me levanto de un salto y me cuelgo a él, me recibe con sus amplios brazos sujetando mi cintura.
—Tendremos que ver cuál va a ser nuestra casa, ¿no? —me pregunta de pronto.
—¿Cómo? ¿Aquí no está bien? —pregunto mirando alrededor como si hubiera algo imperfecto para James y que tenía que descubrir.
—Esta casa está muy bien, pero muy bien para alguien soltero y sin una bella dama a su lado —me agarra de la mano haciendo que de una vuelta sobre mí misma.
—Es bastante amplia, James, ¿por qué no es la ideal? —le pregunto coqueta.
—Quiero estrenar un lugar nuevo junto a ti, ¿tan malo es? —me atrapa entre sus brazos y acerca su rostro al mío, pegando finalmente su frente.
—No es nada malo, eso, sí es malo que no tenga dinero —Soy una pobre que parece que se está aprovechando de la fortuna de James, y pues no me da la gana que la gente piense eso de mí.
—Podemos llegar a un acuerdo... pero ya hablaremos de esto seriamente cuando vengamos de la luna de miel, ¿te parece bien? —Asiento medio contenta, porque sé que cuando hablemos de ellos, en realidad va a ser una conversación en la que él, prácticamente, va a imponer lo que quiere con respecto al pago de la casa... lo que no me mola nada.
Mi móvil suena rompiendo la conversación, aunque se podría decir que estaba finalizada. Veo que James se fija en el nombre que sale en la pantalla.
—¿No le vas a coger?
—Pues no... no tengo ganas de hablar con Erick —Va a notar que oculto algo.
—¿Ocultas algo? —Mierda.
—Bueno... la cosa es que antes hablé con él —James levanta la ceja derecha—, básicamente discutimos. Quería que hablara con Lizy para calmar la tensión.
—Genial, ahora haces de intermediaria.
—A ver, James. Hace muchísimos años que somos todos amigos, y realmente le tenemos aprecio a Erick, por eso nos parece muy mal que no hable con Lizy, no para que vuelvan sino para que al menos se hayan hablado las cosas y ya después el tiempo hará que vuelvan a ser amigos como antes, o no, pero al menos habrán acabado bien.
—Sigo pensando que tú no tienes por qué intervenir. Erick es un gilipollas y Lizy debería pasar ya de él.
—Lizy no quiere nada con él, siente algo todavía sí, pero no quiere volver. Tienen que hablar no para volver a tener una amistad como antes, sino para al menos acabar bien, ¿tanto te cuesta entenderlo?
—No, yo lo entiendo perfectamente, lo que sigo sin entender es que tú tengas qué intervenir —se cruza de brazos.
—Mira déjalo, eres cabezota —Le ruedo los ojos y me voy hacia la cocina, pero no me da tiempo cuando siento sus manos agarrarme de la cintura y tirarnos a ambos al sofá.
—No te molestes anda, entiende que no me cae bien, ya hemos tenido esta conversación muchas veces —me acaricia el cuello con la punta de la nariz.
—Y de tantas veces que hemos tenido esta conversación, deberías saber que no hay ningún problema con Erick, no lo quiero y además, si te sirve, me ha dicho que está conociendo a otra chica.
—Sí, creo que a Carol.
—¿Cómo?
—Que creo que la chica a la que se refiere Erick, es Carol —se tumba a mi lado para no aplastarme.
—¿Cómo sabes tú eso? —le pregunto sorprendida.
—En la boda estuvieron bastante juntos, como si ya hubieran tenido algunas salidas, además desde el casi secuestro de Aaron, parece que se han unido un poco. Además me ha llegado a los oídos que se han visto unas cuantas veces.
—Pero vamos a ver James, ¿de dónde sacas tú esas informaciones? ¿Y por qué no me las cuentas? —hago pucheros.
—Porque no hablo de cosas que no estoy al cien por cien seguro, pero habiéndome dicho tú que Erick está conociendo a una chica...
—Eres una maruja mala —Empezamos a reírnos los dos, hasta que se levanta y me ofrece la mano.
—Vamos a hacer las maletas, nena.
—¿Me dirás a dónde vamos?
—No, sorpresa —me regala una hermosa sonrisa blanca que me ilusiona muchísimo.
Empiezo a ir a su habitación dando saltos cogida de la mano de James. Quiero hacerle sus maletas y ver su cara de desaprobación. Sabiendo lo perfecto que le gusta que esté todo, va a odiar que le elija la ropa y le coloque cosas en donde él no colocaría. Van a ser unas horas divertidas.
18/02/2020
¡Hoy no es viernes, lo sé! Pero creo que estaréis de acuerdo conmigo conque suba un capítulo hoy... y otro mañana.🤭
¡Estamos creciendo y eso me alegra muchísimo! Eso me anima a subir capítulos más seguido.🥰
Os quiero muchísimo, y gracias.💞