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GUN
—¿Hay algo que quisieras decirme?
Off estaba parado en mi puerta. Sabía que esto venía. Sabía que él querría saber la verdad tarde o temprano. Yo había seguido esperando que fuera mucho, mucho más tarde. No estaba listo para tener esta conversación con él.
—Lo siento, no me quedé mucho tiempo en la clínica hoy. Te dije que tenía reuniones que tenía que...
—Por favor, Gun... para. No me hagas ser el malo aquí. Los dos sabemos que hay algo muy diferente en ti, y si vamos a darnos otra oportunidad, realmente necesito poder confiar en ti otra vez. ¿Hay algo que me has estado ocultando?
Me quedé allí por un momento, luego me hice a un lado y dejé entrar a Off. Tenía razón. Estaba poniendo todo esto en él. Hacer que me pregunte sobre cosas que debería haber tenido las agallas para decirle hace mucho tiempo. No estaba seguro de por dónde empezar, pero pensé que el punto cuando me fui de la ciudad once años atrás era probablemente un buen lugar.
—¿Quieres algo? ¿Una bebida?
—No, estoy bien —dijo Off, sentándose en mi sofá— Solo quiero saber qué está pasando.
Tomé una respiración profunda y lo dejé salir.
—Hay muchas cosas que no te he dicho, Off. Pero no porque no quisiera que lo supieras, —dije, mirándolo, luego bajé las manos— No te dije lo que estaba ocurriendo en ese entonces porque tenía miedo.
—¿Asustado de qué?
—Bueno, sobre todo de lo que piensas de mí.
—Comienza desde el principio, Gun. ¿Por qué te fuiste?
—Está bien —dije, tomando otra respiración profunda— La razón por la que dejé la facultad de medicina... esta ciudad... tú... fue porque yo... porque me había convertido en un omega. Y estoy seguro que después de esta mañana ya te has dado cuenta de eso.
—Sí, fue un poco difícil pasar por alto.
—Yo era joven y estaba asustado, Off. Sabía que me echarían de la facultad de medicina si se enteraban, y tenía miedo de humillarte... enfadarte... humillarme a mí mismo. Yo solo... realmente creí que te haría las cosas más fáciles si me fuera.
—Bueno, no fue así. No me hizo nada más fácil. Pasé años intentando descubrir dónde estabas y por qué te fuiste. Lo que hice mal.
—Lo sé, Off. Lo sé. Lo siento mucho. No tienes idea de lo horrible que me he sentido y todavía siento. Pero después que me fui y tardé tanto en contactarte, nunca sentí que era el momento adecuado. Seguí pensando para mí... en seis meses... en un año... después de graduarme... después que termine mi residencia, lo llamaré. Pero cada vez que llegaban esos momentos, simplemente no podía hacerlo.
—Entonces, ¿a dónde fuiste? ¿Cómo obtuviste tu título de médico?
—Me mudé a la costa este y me quedé con mi primo por un tiempo. Él tenía un amigo que estaba en mi misma situación. Una beta que tenía una posición del gobierno sensible que se había convertido en un omega y estaba desesperado por mantenerlo en secreto. Mi primo sabía qué drogas tenía que tomar y qué tenía que hacer para poder pasar. Empecé a tomar estas inyecciones supresoras de hormonas dos veces al día todos los días. Con mi nivel de hormonas y las horas que estaba trabajando, eso era lo que necesitaba para mantener todo bajo control. Para aparecer como un beta. El caso es que todo se vio afectado. Mis hormonas reproductivas, pero también las hormonas que regulan la función cerebral, las emociones, todo. Nunca me sentí como yo mismo una vez que comencé a tomar supresores. Lo odiaba. Y anoche, cuando estábamos juntos, sabía que debería haber tomado mi segunda dosis, pero quería sentirte tan mal. Quería sentirte, Off. Lo he deseado por tanto tiempo. Te he echado mucho de menos —le dije, mirando a Off. Sabía que había lágrimas en mis ojos, pero no me importaba. Estaba tan cansado de los secretos.
—Durante años soñé con eso... sobre verte de nuevo. Pero cuando volví a Bangkok no era como esperaba. Sé lo ridículo que suena. Soy plenamente consciente de cuánto te lastimé y que no había forma que esperara que me perdonaras tan fácilmente. Pero en mis sueños, era como si nada hubiera sido malo entre nosotros. Como si nunca te hubiera tratado horriblemente y no me odiaras. En mi fantasía infantil, era como si siempre hubiéramos estado juntos. Siempre te amé. Y luego, cuando me besaste y no tuve nada reprimiendo mi deseo, todo se sintió mil veces más intenso que nunca en mis sueños. Sabía que no debería dejar que las cosas continuaran, pero no quería que pararas. Y ahora... tengo miedo de lo que va a pasar.
—¿Qué quieres decir? ¿Porque puedes estar embarazado?
—No hay forma de evitarlo. Podía sentirlo cuando me desperté esta mañana. Sé la sensación de estar embarazado, Off. Lo he sentido antes.
—¿Qué quieres decir? ¿Tienes hijos?
—No, yo no. Todavía no te he contado todo, Off.
Estuvo callado por un momento, pero cuando habló casi me derrumbo. No lo merecía.
—Sea lo que sea, podemos resolverlo juntos, Gun. Quiero ayudarte.
—¿Incluso después de todo lo que hice? —Mi voz se quebró y las lágrimas corrían por mi rostro. Me sentí como un cretino, pero Off no parecía estar en fase en absoluto.
—Por supuesto. Siempre quise estar contigo, Gun. Siempre nos he visto juntos en mis sueños también. Siempre.
Agarré algunos pañuelos y traté de recuperar fuerzas. La peor parte estaba por venir, la parte que temía decirle a Off. Pero tuve que hacerlo.
—Estuve con otra persona durante un par de años durante mi residencia y un par de años después. No estaba enamorado de él, pero éramos muy buenos amigos, y él me hizo sentir seguro. Trabajamos bien juntos. Al principio, todavía estaba en los supresores hormonales, así que no sabía si eran las drogas o si realmente no lo amaba. Pero una vez que decidimos formar una familia y dejé de tomar las inyecciones, lo sabía. Pero realmente no me importaba. Hubiera sido un gran padre.
—¿Hubiera?
—Sí —dije, mirando a Off— Después de mi residencia, estaba en un hospital que era mucho más progresivo. Allá al este, algunos de los hospitales han contratado médicos omega durante años. Así que pensé que el momento era perfecto. Podría dejar de tomar drogas, quedarme embarazado, tener un bebé y luego volver a trabajar a tiempo parcial. Pero eso no es exactamente lo que funcionó para mí. Me quedé embarazado dos veces. Unos meses después del primer embarazo, perdí al bebé. Luego, un año después, sucedió lo mismo.
—Oh no, Gun. Lo siento mucho.
—Nuestra relación comenzó a tensarse. Sabía que no estaba enamorado de Oab, y no estoy seguro de si alguna vez estuvo realmente enamorado de mí, así que terminamos las cosas. Eso fue hace dos años. Oab fue en realidad la persona que me contó sobre el trabajo aquí en Bangkok, el del hospital. Sabía que necesitaba alejarme de mi vida anterior, lejos de todo lo que me recordaba lo que había pasado. Lo que había perdido. Me sentía lo suficientemente cómodo con él y pensé que, en todo caso, sería una cara familiar que podría ver todos los días. Ya no estaría tan solo. Y él me dijo que podría trabajar para otra especialidad. Una que no involucró a bebés enfermos. Ha sido un infierno trabajar en el servicio de urgencias neonatales desde mis abortos espontáneos.
Levanté la vista hacia Off y sus ojos estaban tan llenos de ternura.
—Ni siquiera puedo imaginar lo difícil que ha sido todo esto para ti. Lo siento mucho, Gun.
Había una parte de mí que quería dejar de hablar. Pero la presa estaba abierta y no había forma de evitar que se derramara la avalancha de palabras y emociones.
Esperaba que todavía estuvieras aquí en Bangkok y que te volvería a ver, pero no esperaba que fuera tan pronto. Acababa de volver solo por un par de semanas cuando me llamaron para entregar al bebé de New. Y cuando vi la expresión de tu cara cuando traté de hablar contigo en la boda de New, fue como llevar un cuchillo al pecho. Sin embargo, sabía que me lo merecía.
—No, no lo hiciste. Ojalá me hubieras contado todo esto en ese entonces. Si hubiera sabido cómo te sentías y lo que habías vivido, las cosas habrían sido muy diferentes la primera vez que te vi.
—Lo sé. Sé que debería haber dicho algo, pero tampoco quise acudir a ti después de todos estos años con una historia de sollozos. Eso no habría sido justo para ti. Luego, cuando surgió el puesto de director de la clínica, aproveché la oportunidad. Traté de convencerme a mí mismo que era por otras razones, que el puesto era administrativo y que ya no estaría en la sala de emergencias neonatal, lo cual era en parte cierto. Pero la verdadera razón por la que tomé el puesto fue para estar cerca de ti. No tenía idea que el puesto te había sido prometido. Lo juro. Solo esperaba que, de alguna manera, en algún momento, habláramos y no me mirarías como si me odiaras.
—Nunca te he odiado, Gun, y nunca quise lastimarte. Solo quería saber por qué me dejaste como lo hiciste.
—Lo siento mucho, Off. Lo he estropeado todo. Tal vez si me hubiera quedado y hubiéramos fundado una familia en aquel entonces, tendríamos una ahora. Pero sé que no puedo darte un bebé, y sé que eso es lo que quieres.
—Pero dijiste que sabes que estás embarazado en este momento.
—No he tomado una prueba todavía, pero estoy bastante seguro que lo estoy.
—¿Y no has comenzado a tomar los supresores de hormonas otra vez?
—No.
Off suspiró.
—¿Es por esto que buscas adoptar a Zol?
—¿Cómo supiste sobre eso? —Pregunté, levantando la vista de mis manos.
—Bueno, sucede que fui a Godji y le hice las mismas preguntas exactas que tú.
—¿Qué? ¿Le preguntaste sobre adoptar al bebé?
—Sí. Parece que ambos teníamos la misma idea.
—Bueno, no voy a pararte en tu camino, Off. Si quieres adoptarla...
—Oye, baja la velocidad. Ella todavía estará en la clínica un par de semanas más. Y no sabes si estás embarazado. Creo que estas son cosas que podemos resolver juntos. —Off se levantó y se sentó a mi lado— Quiero estar contigo, Gun. Y no me importa lo que tu cuerpo puede o no puede hacer. Pase lo que pase, podemos resolverlo juntos.
—Simplemente no quiero decepcionarte de nuevo. Ya lo hice demasiado.
—No lo harás. No puedes decepcionarme, Gun.
—¿Incluso si pierdo a este bebé también?
—Gun —dijo Off con sus brazos a mi alrededor— Si estás embarazado de mi bebé, haré todo lo que esté a mi alcance para mantenerlos a salvo. Pero te prometo que, pase lo que pase, nunca me sentiré decepcionado contigo. Jamás.