Había un completo silencio en aquella sala, ninguno decía nada, y ni pensaba decir algo el menor de los dos. Estaba... algo confundido con sigo mismo.
-Ehm.. Yo..-Jisung aclaró su garganta, tratando de romper ese silencio incómodo-Mi nomnre es Han Jisung, talvez tus padres no te habrán hablado de mi..-Sonrió tímidamente, jugando con sus deditos.
Hace pocos minutos nomás se han ido los señores Lee, bueno.. no sin antes explicarle a Han lo que tenía que hacer.
-No, no me han hablado de ti y.. Tampoco me interesa saber..-Contestó de mala, antes de levantarse del sofá sin despegar la mirada del castaño-¿Cuánto quieres..?
-Mmh.. ¿Perdón?
-¿Cuánto quieres para que te larges de mi casa y no le digas nada a mis padres..?-Preguntó colocando las manos en su cintura-¿300 dolares? ¿huh? ¿500?-Levantó una ceja y frunció los labios, notando como el mayor lo miraba con confusión.
-Y-yo haré lo que los señores Lee me ordenaron..-Habló, maldiciendose a sí mismo por tartamudear sólo por tener la mirada penetrante de un menor de edad.
-Te puedo dar 900 dolares, sí quieres.-Sacó su billetera del bolsillo para luego sacar la cantidad de dinero que nombró.
-No, yo.. yo.. no aceptaré ni un dolar.-Respondió nervioso, ganandose una mirada fulminante por parte del menor-Solo serán unos meses, Minho.-Su labio inferior tembló al igual que sus delgados hombros.
-Jodida mierda.-Maldijo pasando una mano por su cabellera negra-Agh.. Esta bien.-Terminó aceptando con molestía.
-No será tan malo, Minho-Sonrió con timidez-Nos llevaremos..... Bien.
-No, no nos llevaremos bien, eso ten lo por seguro, Han. ¡Solo eres mi jodido niñero!-Dijo en un gruñido antes de marcharse de ahí, dejando a un Jisung bastante confundio y miedoso ante la reacción del pelinegro.
-Mm.. joven Han.. ¿Quiere que le ayude con las maletas?-Dió un brinquito del susto al escuchar una voz melodiosa atrás de él-Perdoneme sí lo asusté-Se giró para ver a la dueña de esa voz.
-No se preocupe.. ummm..
-Sana..-Se presentó con una sonrisa en sus labios para luego sujetar una maleta del castaño-Un placer..
Jisung imitó su acción, sin dejar de ver a la mujer, sorprendiendose por lo linda que era. Su cabello era rubio y sedoso, sus ojos eran algo pequeños junto con su nariz que era algo puntiaguda, y su sonrisa era una de las que harían suspirar a cualquiera. Jisung le calculaba unos 28 años de edad.
-Igualmente, Sana.-Rió suavemente-¿Cuál es mi habitación..?
-Acompañeme, lo gíare.-Dicho eso, caminó hasta las escaleras siendo seguida por el castaño.
-Umm.. ¿Eres la única empleada aquí?
-No, los señores Lee dieron el día libre al resto del personal dejando solo a una compañera más y a mi.-Respondió amablemente la rubia.
-Ahh.. Y ¿M-Minho es-.
-Despreocupese. El joven Lee es algo..... Mh.. Imcompresivo y algo rebelde..-Dijo con una risita. Jisung sonrío con timidez.
Cuando llegaron a la habitación, Sana decidió ayudara Han a desempacar, este negó al principio pero después de tantas insistencia terminó aceptando.
-Gracias.... S...Sana.
La nombrado hizó un ademán que no se preocupara.
-Es un placer ayudarlo..
-Yo iré al baño por mientras..-Vió a la contraria asentir antes de irse al baño propio de la habitación. Cerró la puerta con seguro y abrió la llave del lavabo para luego remojar su rostro con el líquido transparente.
¿Que se supone que haré ahora con ese "niño"? Se preguntó Jisung, mientras se veía al espejo.
Él jamás pensó que el adolescente que tenía que cuidar fuera tan rebelde y frío. No parecía uno de 16 años.
Sus personalidades eran diferentes.... Completamente difererentes.
-Necesitaré mucha suerte para cuidar de Lee Minho...-Mordió sus labios y cerró sus ojitos antes de caminar hasta la puerta y abrirla.
"Deseame suerte, Channiie hyung.." Pidió internamente.