tu decides

capitulo 68

(Flashback narra fah)

—¿Lo has entendido todo?— Preguntó Mew

—Claro. No soy estúpida — dije harta de Mew— Será muy simple. Como unos deberes para mi clase de fotografía.

Miré la cámara de marca Canon que tenía en mis manos. No había nada mejor que utilizar uno de mis hobbies favoritos para hundir la vida de la perra de orn. Estaba segura, que después de esto, no me arrepentiría de nada.

—Bien. Más te vale que lo hagas bien si en un futuro quieres ser una buena paparazzi.

—He fotografiado animales escurridizos que a la mínima huyen y casi no se les puede hacer fotos. ¿Por qué no podría hacerlo bien esta vez?

—Yo que sé... Es mejor asegurarse.

—Tranquilízate Mew. Hoy nadie se libra de mis garras.

—Así me gusta — Mew sonrió satisfecho — Ahora... ¿Me ayudas con un detalle insignificante?

—Claro ¿Qué es?

—Acompáñame.

Mew comenzó a andar alrededor de la gente. Atravesamos la piscina. Al pasar por allí pude ver a mis victimas de esta noche. Por un lado a saint bebiendo algo cerca de las tumbonas de la piscina. Por el otro. Zee bañándose en la piscina. Había que darse prisa si Mew no quería que zee saliera de allí antes de tiempo.

Mew se dirigió justo a la otra punta del jardín rodeando toda la casa. No sé a dónde me quería llevar aun, pero lo entendí todo en cuanto llegué.

El grupo de amigos de Mew tenían acorralado a otro chico contra la pared de la casa. Observé con curiosidad a aquel chico. Se tapaba con las manos la cara e intentaba ignorar a los chicos de alrededor. Por lo que pude ver, tenía el pelo castaño, algo largo y recogido en una coleta alta.

—¿Habéis conseguido algo? —preguntó Mew

—Que va... Se resiste el hijo de puta — contestó uno de ellos.

—¿Quién es? —pregunté.

—El que nos consigue la mercancía.

—¿Mercancía?

—María, coca, anfetaminas... ¿Necesitas más nombres? — dijo Mew

—No lo entiendo ¿Para qué necesitáis droga ahora?

—No queremos droga. Queremos su colaboración — explicó Mew — No queremos ahogar a zee así como así. Estaría claro que era un plan nuestro. Necesitemos algo que no levante sospechas. Y podemos chantajear a este pringado todo lo necesario para que lleve el la culpa y no habra la boca para culparnos a nosotros.

Miré al chico. Parecía asustado. Mejor dicho. Estaba asustado.

—¿Como pensais chantajearlo? — pregunté.

—Fácil. Su padre es un traficante de drogas. Uno de los más buscados en toda la ciudad. La cosa es que este amable chico nos vendía todo lo que queríamos porque su padre le obliga a que le ayude con su ilegal negocio. El problema está en que la policía estuvo apunto de pillar a su padre, así que huyo dejándolo solo. El niño ahora mismo está viviendo en la casa de su novia. Y como ya no tiene más drogas para darnos ya no nos sirve para nada más que para utilizarlo.

Mew se acercó a donde el chico para agarrarlo de la barbilla, levantar su cara y mirarlo de cerca.

—¿Verdad Guy? Que pena daría que te entregáramos a la policía y que te utilizaran para contribuir en la búsqueda de tu padre. Seguro que tu querido padre te odiaría de por vida, quizás te mataría. Y como ni tu novia ni nadie salvo nosotros sabe que vendías drogas no nos podrían acusar a nosotros por consumirlas.

—pineare ... ¿Dónde estas? Pineare... Ha sido mala idea venir. Pineare... — susurró el chico

—¿Está borracho? — pregunté.

—Como una maldita cuba. Tiene una depresión por lo de su padre que no se la puede quitar ni el alcohol.

Guy se sentó en el suelo y se agarró las rodillas encogiéndose. Parecía un loco traumatizado. No pude evitar sentir pena por él. ¿Cómo podía Mew utilizar así a la gente?

—¿Cómo podéis hacerle esto? ¿No veis lo mal que lo está pasando? — le defendí.

—¿Y a ti que más te da la vida de este? — dijo un amigo de Mew

Mew me ignoró y se agachó junto a Guy.

—Vamos Guy. No es tan difícil. Solo tienes que ahogar a quien nosotros te digamos.

—No quiero matar a nadie — sollozo Guy —Soy buena persona. No puedo hacerlo, no puedo...

—Claro que puedes.

—No... — lloró — Quiero irme con pineare.
—Aquí nadie se va con nadie hasta que no hagas lo que yo te diga.

—No... ¡PINEARE! — gritó desesperado Guy.

—Cállate gilipollas — Mew le pegó un puñetazo a Guy haciendo que este callera al suelo — Vas a hacer lo que yo te diga si no quieres ver a tu padre entre rejas y tu en un puto centro de menores.

—¡Mew! Déjalo — dije alterada.

Mew me miró y después se rió.

—¿Te has enamorado de él o qué?

—No se merece esto. Déjalo en paz.

—Se lo merece por no tener nuestra mercancía prometida.

Guy se encogió de nuevo en el suelo y lloró. Lloró de desesperación.

—Putos locos de mierda — dije apartando a Mew y a sus amigos de en medio para acercarme a Guy —Eh... ¿Estás bien?.

—¿Dónde estás pineare...?— repitió el chico.

—Eh. Mírame —Guy me miró asustado — Tranquilo. Nadie va a morir. No va a pasar nada. Tranquilo.

Guy asintió. Me levanté.

—Deberías aprender a pedir las cosas con más amabilidad — dije — No hace falta asustar a nadie.

—Claro. Lo que tu digas — Mew me apartó empujandome.

—Ni se os ocurra hacerle nada malo. Os conozco... Sé que sois capaces — agarré la cámara que colgaba de mi cuello para mirarla — ¿Me acompañas? Quiero ver a ver si puedo hablar con saint — le pedí a uno de los amigos de Mew que estaba aburrido en una esquina y no parecía estar ayudando a nadie.

—Claro... — dijo.

Anduve de vuelta a la piscina junto con el amigo de mew. Pensé en Guy. Entendía que necesitaran que alguien no conocido por nosotros lo hiciera, pero no veía necesaria tanta violencia y chantaje.

Miré entre la gente para asegurarme de que saint estaba solo. Y tuve suerte.

—Sujétame la cámara y espera aquí. No quiero que me vea como fotógrafa.

El cogió la cámara sin rechistar y hizo exactamente lo que le había pedido. Me acerqué a donde saint miraba hacía la piscina algo aburrido. Me di cuenta de que miraba a su amigo fijamente. Parecía un bobo enamorado de su mejor amigo. Me acerqué lo suficiente hasta que vi que se giraba al notarme detrás suyo. Le sonreí.

-eres saint, el novio de orn ¿Verdad? — pregunté.

Saint me miró aturdido. Se notaba que no esperaba que me acercara a él. Que yo supiera, él no me conocía a mí.

—Sí...— contestó inseguro.

—Yo soy fah. Aunque creo que eso ya lo sabes.

— ¿Qué quieres? —dijo. Parecía que no tenía ganas de hablar conmigo. Pero aun así quería decirle unas cuantas cosas.

—Nada... Solo quería hablar.

Saint no dijo nada. Se quedó callado a la espera de que siguiera hablando.Y así hice.

—¿Sabes? Me has llamado la atención, saint. No pareces un chico al que le guste mucho venir de fiesta.

—Bueno... es que eso es cierto— contestó.

Sonreí.

—Y también me pareces un chico majo, por eso me he acercado a ti. La cosa es que me parece curiosa la gente con la que andas. No te pega para nada. Sobre todo tu novia. Tú te mereces algo mejor, saint.

— ¿Mejor? No hay nada mejor que ella— la defendió.

—Eso es lo que tu te crees. Saint  orn no te conviene. Aunque te parezca mentira, yo la conozco. Se incluso cosas que no sabes sobre ella. Va acabar haciéndote daño. Créeme, será mejor te alejes de ella...

Según dije eso vi a una Morena enfurecida mirarme con odio desde la lejanía. No dudaba en que se acercaría. Prefería no liar ninguna todavía. Así que tenía que finalizar aquella charla cuanto antes.

— ¡¿Qué!? — preguntó saint sobresaltado — ¿Y tu quién eres para decirme con quién estar?

—Algún día verás que tengo razón — dije dándome la vuelta.

Me imaginé que saint se debía de haber quedado bastante sorprendido. Dentro de unos días vería que todo lo que yo decía era cierto. Cuando supiera toda la verdad de orn.

—Me ha dicho Mew que vayas encendiendo la cámara — dijo en cuanto llegué a su lado ofreciéndome la cámara.

Cogí la cámara y miré a todos los lados en busca de Mew, pero no lo ví. Tampoco vi al pobre chico que iban a utilizar. Pensaba ir a disculparme en cuanto todo esto terminara. Y como no, a echarle un chorreo a Mew por ser tan mala persona. No quería involucrar a nadie más. Con hacerle sufrir a saint ya me bastaba, y eso que no quería, pero no tenía otro remedio.

Miré a el amigo de Mew que miraba inexpresivo a la piscina con los brazos cruzados.

—¿Te pasa algo? —pregunté.

El me miró. Después suspiró.

—No... Es que estoy harto de todo esto. Siempre riéndonos de gente, o jodiéndoles la vida. No me hace ni puta gracia.

—Sí. Yo igual. La verdad... No entiendo porque han metido a ese pobre chico en todo esto.

—Eh —  me dio un palmada en el hombro y me señaló la piscina.

A todo correr y escabulléndome entre la gente me abrí paso para ver a Guy "ahogando" a zee. Pero para mí sorpresa, vi como Guy realmente no se podía ni sostener. ¿Realmente se estaba ahogando?

—¡ZEE! —oí gritar a saint.

Después vi como se tiraba de cabeza a por su amigo. Observé la escena fascinada. Era tal y como Mew lo había previsto. La operación "boca a boca" había comenzado.

Vi como saint trataba de salvar a su mejor amigo con desesperación. Como lo sacaba del agua, como lo tumbaba, como le hacía las compresiones torácicas, como lloraba... Me moví en busca del mejor ángulo en cuanto saint unió su boca con la de él por primera vez. Disimuladamente hice unas cuantas fotos. Después a todo correr e ignorando a la pareja de amigos, me dirigí a la piscina en busca de Guy.

Todo el mundo parecía estar muy ocupado mirando a zee y a saint que no ayudaban a Guy quien estaba agarrado a la orilla de la piscina con la respiración entrecortada. Pero antes de poder acercarme y ayudarlo ví a una chica tirar de él. Aquella chica debía ser su novia.

Guy rompió a llorar en los brazos de la chica, quien parecía muy preocupada. Me acerqué para ayudar.

—pineare... todo da vueltas... pineare... me muero —oí decir al chico.

—¡Oh dios mío Guy! ¿Qué ha pasado? — dijo la pineare

—Me mareo... — respondió.

Me senté al lado de pineare asustada. Guy no parecía estar bien. Estaba peor que antes... Me temía lo que podría haber hecho Mew

—Déjame verlo — le pedí a pineare

—No — contestó esta agarrándolo con fuerza y con lágrimas en los ojos — ¿¡Qué le has hecho a mi novio!?

—Nada... déjame mirarlo, por favor. Te puedo ayudar.

Pineare se quedó callada y miré a Guy. Sus ojos daban vueltas, sus pupilas estaban completamente dilatadas.

—Guy... ¿Me oyes?

—Me muero... — susurró — La muerte me busca...

Mew le había drogado.

—pineare— la llamé — Llévatelo al hospital. Lo más rápido que puedas. Lo más probable es que este drogado ¿Me has oído? — pineare asintió asustada y llena de lágrimas — Busca ayuda. Yo intentaré volver lo antes posible.

Me levanté de allí en busca de Mew. Ese maldito...

Lo encontré riéndo con unos amigos suyos. Zee y saint ya habían desaparecido de allí. Solo quedaba un murmullo de gente alrededor de la piscina.

—fah... ¿Has hecho las fotos? — dijo Mew quitándome la cámara de las manos sin ni siquiera pedirme permiso ni dejándome contestar.

—Como te atreves... ¡Cómo te atreves a hacerle eso a ese chico! — dije enfadada.

Mew se rió mientras sacaba la tarjeta de memoria de la cámara.

—Lo has drogado ¿Verdad? — dije.

—¿A ti que te importa lo que haya hecho?

—¿Porque haces esto? ¡Quedamos en que joderemos las vidas de orn y zee pero la de nadie más!

—Todo tiene sus consecuencias — Mew me devolvió la cámara y se dio la vuelta ignorándome.

Y entonces me di cuenta de algo. Me había quitado la cámara, así como así. Ni me había dado las gracias, encima me trataba como a la mierda. Estaba claro. Mew era un egoísta, solo quería hacer realidad sus perversos deseos, me estaba utilizando. Estiré la mano para agarrar el brazo de Mew y darlo la vuelta.

—¡Como puedes hacer todo esto y después hacer como si nada! ¡ACABAS DE DROGAR A UN CHAVAL INOCENTE! — grité.

—¡Te quieres callar la boca, puta!

—¿¡Qué me has llamado!?— exclamé sorprendida.

—¡Puta! ¡Eso es lo que eres! ¿No te habías dado cuenta antes? Solo una puta como tú sería capaz de querer arruinar la vida de otra chica porque le ha robado una amiga. Eso es de putas ¡De baratas encima!

Me sentí ofendida. Pero mucho. Lo miré.

—Tú no eres Mew. Eres...

—Acostúmbrate. La gente cambia.

—¡No sé quién eres! — grité con las lágrimas en mis ojos — ¿¡Qué ha sido de tí Mew!? ¡¿Dónde está el Mew amable y amigable!?— agarré su brazo con fuerza y rabia.

—¡No lo sé! — Mew me empujó haciendo que me soltara de él — Vete a buscarlo. Puta.

Y tras dedicarme una sonrisa. Se dio la vuelta dejándome allí, llorando.