La vida me tomaba como un muñeco montandome en la realidad; el sueño se terminaba, el dolor había calmado, las heridas se habían sanado.
Sentía mucha gente alrededor de mi.
Personas susurrando.
-Jack, deja dormir a mamá por favor- Indicó molesto.
-Conway en algun momento se despertará, este tranquilo- Gustabo acudió al regaño.
-¿Te estoy hablando a ti gilipollas?- Preguntó aún más molesto.
-Señores, tengamos respeto por la princesa durmiente- Horacio se interponía entre la discusión apenas comenzando.
-¿Princesa? Princesa tu culo anormal- Volvía a respetar a la defensiva.
-Guarden silencio, la princesa esta despertando- Habló Jack emocionado.
-Pues que tu digas princesa no, parece la señora ogro de Shrek- Bromeó Gustabo.
-Te escuche Gustabo- Reía terminando de abrir los ojos.
Note la mirada de todos sobre mi, sonrientes como si fuera la primera ves que me miraban, las luces radiantes blancas no me dejaban ver con toda una normalidad.
-____- Se acercó Conway cuidadosamente, no contuvo la alegría que dejo caer parte de su cuerpo sobre el mio llenandome de besos por todo el rostro.
-Dios, debería de intentar de matarme todos los días para que me trates así- Respondía a varios de sus besos.
-¡Mamá!- Jack subía a la cama para abrazarme.
-Mi pequeño príncipe- Lo abrazaba fuertemente.
-¿Como estas?- Preguntaba sonriendo completamente.
-Bien, mis tios me llevaron por helado mientras tomabas tu siesta- Señalaba a Gustabo y Horacio.
-¿Ustedes que? ¿No abrazaran a mamá osa?- Preguntaba estirando los brazos.
-Ya escuchaste Gustabo, todavia recuerda su apodo- Susurraba entre llantos Horacio.
-Vengan aquí tarados- Reía.
Los chicos se acercaron; miraba a Conway señalando que se volviera a acercar.
Una gran bienvenida de nuevo a entregar lo suficiente de mi para continuar luchando contra toda la negatividad.
Un abrazo familiar era lo único que necesitaba, no podía describir exactamente el como me sentía pero sentía el verdadero que merecia que ellos me podían dar.
El amor de familia siempre será tan especial que no sera necesario que sea familia de sangre.
La lealtad era parte de miles de claves para una felicidad.
-Los amo tanto- Sonreía tiernamente evitando que salieran lágrimas.
-Nosotros a ti- Respondían al mismo tiempo.
Se escucho un ruido afuera de la habitación, habían tocado la puerta pidiendo permiso para pasar.
Nos habíamos separado del abrazo y solo Jack se había quedado conmigo.
Conway habría la puerta dejando ver a mi otra familia.
-Oh chicos- Sonreía mirando alguno de los regalos.
-He estado en un hospital tantas veces y son pocas veces que me visitan par de idiotas- Bufaba riendome.
-Yo tambien soy el jefe del equipo, se quedan a mi cargo cuando no estas- Habló Roman seguro de lo comentado antes.
-No hermano, no lo eres- Tej palmeaba su espalda.
-¿Estas mejor?- Preguntó Brian abrazandome.
-La siesta que tuve me ayudo muchisimo- Respondía aceptando el abrazo.
-¿Podrian dejarme a solas con ellos?- Pregunté a mirando a la mayoria.
-Ven Jack, mamá tiene cosas que hacer- Conway acepto amablemente llevandose a Jack en brasos.
-Iremos con Violeta a revisar tu acta para darte de alta- Notificó abriendo la puerta.
-¿Iremos?- Preguntó Gustabo saliendo primero.
-Camina gilipollas- Lo golpeaba por atrás.
Horacio salia soltando algunas carcajadas.
Finalmente se habían ido, ahorrando tiempo.
-Se que vinieron por información, no por que les importará mi salud- Hablé con sinceridad tomando una posición más comoda en la cama.
-Bueno...no es así...solo- Roman buscaba algún pretexto tonto para resolver la situación.
-Si, en realidad si, pero aun asi te amamos- Sonreía nervioso.
-Bien- Continuaba centrandome en lo que realmente importaba.
-¿Por que fuiste allá sin nosotros?- Cuestionó Lety cruzandome de brazos.
-En realidad buscaba a Conway, estaba cansada, lo único que pensaba era preguntarle todo directamente...si no recibía nada para recuperar mi confianza terminaria nuestra relación y me llevaría a Jack- Susurraba al final mirando el suelo.
-¿Que te detuvo?- Preguntó Brian.
-Nosotros, nuestra historia, nuestro amor- Inalaba paz en mi interior y no romperme a llorar.
Lety se paraba de un pequeño sillon; se sentó aún lado de mi abrazandome.
-Al final termine en el bar, buscar sus huellas... no había nada- Comenzaba a explicar.
-Lo unico que encontré fueron hombres con cero pelotas, y un chico muy diferente a los demás- Sonreía al recordarlo.
-Va a sonar tonto, pero parecía como si el universo o alguien espiritual lo haya puesto en mi camino- Reía irónicamente.
-Su nombre era John, el chico sufrió algo igual a lo que esta pasando con Conway, la gente lo descubrio "pasando información" y solo lo mataron por pedir ayuda de alguna manera- Una lagrima salía al final.
-Irónicamente el chico se fue feliz a reencontrarse con su familia que tanto anhelaba ver- Sonreía mirando a todos.
-Entonces es confirmado que la gente de ese lugar es muy pero muy mala- Habló Brian.
Parker asentía asegurando lo que había escuchado.
-¿Sabes algo más?- Preguntó Lety.
-Te puedo asegurar que nadie conoce a Conway si a el no lo conocen menos a mi- Respondía.
-Estamos a tiempo de resolver este problema- Aseguró Roman.
-¿Que más te dijo el chico?- Preguntó Tej.
-Me suplico que salvara a mi familia y es lo que haré- Mis ojos se iluminaban al recordar mi felicidad.
-¿Eso significa que continuaremos con la investigación?- Preguntó Roman.
-Es correcto, pero Conway lo dejan afuera, de el me encargaré yo... Que pase lo que tenga que pasar- Me preparaba mentalmente por todas las realidades que estaban por ocurrir.
-Deberiamos dejarte descansar- Habló Brian.
-Dormi toda la noche y casi todo el dia- Miraba en gran ventanal mirando el sol a unas horas de econderse.
-Pasare un tiempo con Conway, quiero continuar con la normalidad- Señalaba el punto más importante.
-Cualquier movimiento en falso les hare saber al instante, pero continuen con la investigación del Yellow Jack y el chico- Ordené.
-Mañana volveré para las carreras, necesito que todo este normal y Conway no se de cuenta- Miraba mi sortija aún puesta.
-¿Por que primero dices que lo mataras y luego que lo amas?- Roman miraba a todos.
-Roman, podría matar a la persona que tanto ame para salvar a los demás- Lo miré directamente.
-Solo quiero asegurarme que esta sortija continuando con su promesa, que nuestro amor continue y la confianza siga...De verdad deseo que esto no pase a mayores- Lety podía sentir perfectamente mis palabras; me abrazaba de nuevo.
-Creo que ya vienen de regreso- Brian miraba a la puerta sintiendo unos pasos acercarse.
-¡Amor! ¡Buenas noticias! He ordenado que den de alta en unos minutos- Entró Conway.
-¿Ordenaste?- Pregunté alzando las cejas sorprendida.
-¿Amor?- Preguntó Roman igual de asombrado.
-Es hora de irnos, nos encargaremos de las carreras y el taller...Te veremos mañana- Brian como el segundo papá los corría a todos.
-Te quiero, si necesitas algo me hablas- Lety me abrazaba.
Antes de irse miraron a Conway eternamente enamorado, gracias a ello podrían confiar en mi y en mi palabra, la esperanza aún seguía y podía olvidarme de las posibles consecuencias que habría al tomar algunas decisiones.
-Gustabo y Horacio se fueron, tenían trabajo que hacer- Hablaba tranquilamente.
-Es tarde, tienen que descansar- Lo miraba mal, sabía que el los habia puesto a trabajar.
-Y tu también, pero en casa- Sonreía coquetamente.
-Jack esta con Sara y Mia- Se acercaba cada vez más de una manera diferente.
-Jack Conway ¿Que tratas de hacer?- Preguntaba cautelosamente.
La puerta sono; Conway rodeaba los ojos colocandose de pie dispuesto a abrir la puerta.
-¡Listo! He acomodado todo ¿Estas lista para salir de este lugar?- Preguntó Violeta sonriente.
-Demasiado- Sonreía.
-Dentro del baño hay una mochila que te trajeron los chicos cuando estabas dormida, date el tiempo que necesites- Señalaba el baño con su bolígrafo.
-Gracias Violeta, eres la mejor- Sonreía parandome de la cama.
-Te ayudo- Se acercó Conway dandome la mano.
-He estado peor, no te preocupes- Caminaba hacía el baño.
Violeta se despedía saliendo de la habitación dejandonos solos.
-Afuera- Señale.
-Pero- Me miró exaltado.
-Pero nada, largo- Tomaba la manija de la puerta esperando que saliera.
Finalmente salía con quejas realmente muy malas.
No tarde mucho tiempo en hacer todo lo necesario para sentirme mejor conmigo misma y verme un poco más representable.
Salía del baño con mejor estado de animo.
-¿Lista?- Preguntó abriendo la puerta de la habitación.
-Vamonos de aquí antes que me vuelvan a anestesiar- Bromeaba saliendo de la habitación.
Íbamos por el pasillo bromeando risueñamente como una pareja enamorada.
Un momento desagradable se hizo presente cuando un nuevo ataque de tos se hacía presente provocando que Conway dejara de respirar por unos segundos, cayó al suelo tosando cada vez más.
Me agache aún lado de el exigiendo ayuda.
Suertudamente Violeta se encontraba cerca de nosotros.
-¡Estoy bien coño!- Gritaba aún con la tos presente.
-Vamos a revisarte- Violeta lo ayudaba a levantarlo.
-¿Puedes esperarme afuera? Esta área son muy exigentes- Pedia amablemente lo cual asentí al instante.
Me perdia entre las personas, llenandome de otros pensamientos esperando que no fuera nada grave, tome asiento dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario.
Mientras tanto Conway se encontraba en una discusión con Violeta.
-Conway no puedes ocultarle algo demasiado grave y menos si no tomas medicamentos- Violeta le tomaba las medidas necesarias de cada síntoma que tenía.
-Esto continuará hasta que este bajo tierra, no desperdiciare una vida con ella por una absurda enfermedad...al final de algo iba a morir- Miraba su sortija de casamiento.
-Ella lo descubrirá tarde o temprano, la conoces, te conoce mejor de lo que tu te conoces, puedes terminar con un amor solo por salvarlo- Entregó una tableta de medicamentos.
-Esto es necesario cuando te den ataques de tos- Habló.
-Ya se me ocurrirá algo para esto, gracias- Respondía fríamente reposando la frase en su mente.
"Puedes terminar con un amor solo por salvarlo"
Y de nuevo al ver a la chica desorientada perdida en una vista de miles de pensamientos, con el sencillo hecho de verla su enfermedad se iba, sus ojos brillaban y su corazón latía cada vez más rápido.
-¡Hey!- Conway asustó a ____ como una de las bromas que sabía perfectamente que a ella le molestaba.
Esta vez ___ actuó de mejor manera y solo lo abrazaba al saber que estaba bien; Violeta interrumpía el lio de amor explicando sobre las pastillas encubriendo a Conway de la gran mentira en una historia de amor.
Llamaron a la enfermera pidiendo ayuda extra con un paciente, la persona salió corriendo dejando a los enamorados continuar con su camino.
Salían del hospital de nuevo entre bromas risueñas, las sonrisas recíprocas conllevaron un amor más largo por el camino de besos inolvidables.
Subian al coche de ___ saliendo del lugar por completo, esperando ansiosamente el olor a hogar.
-Conway...Sobre lo de ayer- ___ se encontraba dispuesta a hablar y pedir explicaciones con disculpas respecto a su impulso de enojo.
-Lo hablamos en la casa- No la miro, habló fríamente.
-¿Estas enojado?- La chica lo miraba raro preguntando por lo menos el como se sentía.
-Estoy bien- Retiró la mano de ___ colocando las dos en el volante.
Conway miro a la chica molesta, lo había logrado, su plan estaba perfectamente organizado.
-Llegamos- Habló bajando del coche.
La chica bajo sin comentar absolutamente nada, lo seguía hasta entrar a casa.
Antes de abrir la puerta ___ lo detuvo.
-No quiero entrar a nuestra casa en esta actitud, resolvemos esto de una vez- Amaba tanto cuando se ponía de esa manera.
-Sobre lo de ayer...Yo- De nuevo su oportunidad fue detenida por Conway.
La había callado tomando de su cuello agregando sus labios sobre los de ella.
La chica sorprendida solo había aceptado.
Entre besos y caricias entraron a la casa.
-Espera- ___ lo empujó regresando a lo importante.
-Hey, no me importa absolutamente nada...todo lo importante es justo lo que tengo frente mio, algo que puedo tocar, amar y respetar- Sujeto los muslos de la chica para poder cargarla, ella solo enrolló sus piernas en su cintura.
-No necesito saber nada más, quiero que me perdones por el daño que te hice al centrarme mucho en mi misión- El hombre de traje caminaba lentamente masajeando sus piernas.
-No pienses más allá del futuro que no sabemos que nos esperará, quedate conmigo en el presente y soñemos juntos un futuro- Su amada dejo salir lagrimas al mismo instante que tocaba las mejillas de su amor.
-Te amaré el resto de mi vida, recuerda nuestras promesas, no me busques en las misiones, no te quiero perder- Hablaba entrecortado.
-Te necesito más que a nadie, no te quiero seguir buscando, no te quiero volver a pisar un hospital, dejemos de tocar fuerzas externas que no conocemos y solo toquemos nuestras almas, conectemos nuestra piel para conocer más allá del exterior- Caminaba entrando a la habitación dejando ver petalos por toda la cama, velas romatizando el lugar con un exquisito olor.
-Dios- Fue lo único que se alcanzó a escuchar antres de entrar a un mar de lagrimas.
-¿Por que lloras? Estoy siendo demasiado romantico para que llores como una respuesta- Bromeaba sujetandola más a su cuerpo.
-No necesito que seas romantico, ni que hagas esta decoración, solo necesito tenerte aún lado mio y saber que jamás te iras...Hasta que la muerte nos separe- Limpiaba sus lagrimas.
-Si tu corres yo, corro- Hablaba acercandose a un nuevo beso.
-Si tu peleas yo, peleo- Ella se acercaba.
-Si tu mueres, yo morire- Un beso se unía entre los dos.
Solido, suave, delicioso.
Sus cuerpos se disolvian como agua, se acercaban cada vez más consumiendo un amor lleno de glamour y placer recorriendo el mundo con sangre y pudor.
La ropa terminaba sobre los petalos; Conway se agachaba conforme el mismo paso que se extendía los besos a más lujuria.
La recostaba sobre las sabanas blancas, las veces que se separaban era solo para verse a los ojos.
Con una mirada la comunicación aumentó, la confianza se ató a ellos.
Dejándose llevar.
-Hemos hecho esto muchas veces, pero hacerte el amor es algo que hace mucha falta- Susurró cerca de su oído.
Conway tenía tenía un as bajo la manga, mantenía su postura ocultando su enfermadad, cada caricia, cada beso, cada abrazo, cada vez que la miraba a los ojos era una despedida, si despues no tenía la oportunidad de despedirse de la mujer que había salvado su vida, una vida que no estaba dispuesto a continuar.
Deseaba dejar a la mierda todo, deseando que esto fuera mucho más especial que las otras veces; sellando su amor en la ciudad de Los Santos.
La luna era de nuevo testigo de su amor apacional y radiante.
Al final se dieron cuenta que no importaba nada más que ellos mismos.
Teniendo los liderazgos de una relacion donde siempre debe de estar.
Amor
Confianza
Comunicación
Lealtad
Respeto
Sus almas volvian a estar más que unidas, se habían atado a un nuevo lazo rojo sellado de sangre.
Sus cuerpos se unían mutuamente, la tenue luz lumbro los ojos de las personas en esa habitación; manteniendo el brillo en esos ojos de enamorados.
Se habían complementado, haciendo la noche unica y diferente.
Probablemente aún mejor que los demás.
Se necesitaban mutuamente.
El la necesitaba.
Ella lo necesitaba.
Ella volvía a enredarse en el amor que tanto necesitaba, confiando en el, sus palabras y el respeto que le había otorgado.
El volvía a olvidar un trabajo que no le servía de nada, entregando lo ultimo que quedaba de el en la persona que mas amaba, en su familia que había formado.
La historia tomaba su curso, ellos decidian lo que vendría al final.
"No sigas mis pasos, salva a tu familia".
"No termines un amor solo por salvarlo".