...Aun en la enfermería...
Se encontraba una Mackenzie casi inconsciente en una camilla, conectada a una mascarilla especial que la hacía respirar. Estaba lo suficientemente drogada como para no sobre pensar y recordar las cosas que tanto le costaban. Solo al ver a Trevor tuvo una ligera reacción, cosa que puede ser muy peligroso.
—Hay que dormirla —dijo Penny— Ya verificamos que está estable, pero la reacción que tuvo al ver a tu sobrino es preocupante. Cuando se le pase los efectos de los medicamentos puede que vuelva en estado de alerta.
—Tienes razón —dijo mirando fijo a la niña— pero veo que no tiene ciertas reacciones con gente que no es de su pasado,
—El suero trabaja de una manera muy extraña, y más si está mal administrado como dijo tu sobrino. Por lo que puedo deducir por ahora es que solo entra en alerta con los recuerdos que borro. Cuando se intentan recuperar puede causar daños, es inteligente —suspiro—. Ya que no somos gente que estuvo en su pasado, no tiene por qué forzar mucho al recordar.
—Trevor no puede estar mucho, o simplemente no debe estar enfrente de ella —se rasco la cabeza— No creo que eso sea posible así que será mejor que la duermas cuanto antes.
—Igual este él o no, ella se nota que es terca, intentara recordar sin los medicamentos.
—En eso tienes razón —poniendo sus brazos cruzados sobre su pecho— Voy a ir a llenar los papeles de extracción.
—Y yo voy a ir a prepararla para la entubación y a decirle al doctor para que la duerman.
...Narrativa de Trevor Trey...
Estaba de nuevo afuera, pero esta vez con el guardia de juguete, tiene cara de pocos amigos, pero no creo que tanto como la que debo de tener yo. A mí no me engaña, el dejo de cuidar a Mac para andar no se dando mierda.
—¿Se puede saber porque estamos aquí? —Pregunto arrogante— Si es por lo de hace un rato.
—Créeme que no es por eso, aunque si me gustaría una explicación de la situación —trate de sonar neutral pero no podía no hacer notar mi molestia.
—No pensé que la nenita tuviera un novio tan celoso —formo una sonrisa burlona al decir eso.
Yo hice lo mismo, pero porque no podía creer su actitud, levante una ceja, me remoje los labios y mi vista la sentía tensa.
—Eso no es de tu incumbencia —espete, se tensó mi mandíbula—. Y no vuelvas a llamarla así —advertí.
—Ni es la tuya lo que pasaba ahí adentro —volteo mirando a otro lado con la misma burla y se volvió a dirigir a mí— y como yo llame a esa niña, eso es problema de ella y mío.
Tuve que contar hasta tres en mi cabeza para poder contenerme, no puedo armar un alboroto a estas alturas. Respire profundo.
—Mira, solo quiero que me expliques bien él porque Mac fue encontrada hoy en la mañana y no al momento —vi como él también se tensaba con la pregunta, y su cara de burla desapareció—. Se supone que te pusieron específicamente a ti para cuidarla y vigilarla sin descanso.
—Ocurrieron algunos percances, tuve que dejar mi puesto un momento —se veía molesto igual que yo, pero la diferencia es que él tenía el semblante de culpable y yo de asesino.
Este ya era el colmo para mí, de verdad quiero matarlo. Respire profundo, mire hacia un lado con la mano en la boca, tengo que controlarme, volví mi mirada al guardia de juguete arrastrando mi mano de donde estaba.
—¿Que pudo ser más importante que hacer tu trabajo? —me le acerque con malicia— Duc García, primera división de las fuerzas especiales. Líder de su equipo y ejemplo de la nación y su ciudad, especializado en maniobras tácticas y experto en armas blancas —sonreí de lado con mis ojos aun punzándolo, el parecía sorprendido— conozco todo de ti.
—Esa información es clasificada, como...
—también se por qué toda tu información esta archivada y resguardada —su expresión era de miedo al decir eso, tal vez de trauma, estoy abriendo posiblemente una vieja herida para el— todo eso que cometiste te hizo ser el guardia de juguete que ahora eres.
De un momento a otro su brazo estaba en mi cuello, acorralado contra la pared blanca.
—¡Tú no sabes nada! —rugió.
Mi sonrisa seguía intacta.
—El sentimiento de pérdida te jode, es algo que te consume por dentro —me apretó con más fuerza, agarre su brazo y lo empuje, apenas quitándomelo aleje mi sonrisa de la escena— Estoy por perder a Mac de nuevo.
—¡Toda esta mierda no es mi culpa!
—No —Tome una ligera pausa—. Pero decidiste dejarla desprotegida, y abandonaste tu puesto, haciendo que por poco nos quedáramos sin tiempo para salvarla.
—Sé muy bien lo que hice y por eso me disculpe con ella —puso una mirada de dolor— Si tenías tanta curiosidad de lo que paso adentro de la habitación, eso fue, solo me estaba disculpando con ella, por dejarla.
Tome una pausa para respira hondo de nuevo, tal vez no debería descargar tanto mi frustración con él, se puede decir que solo cometió un error por no saber la situación que rodea a Mackie. Pero la cosa es que no puedo permitir y ni dejar pasar ningún error, esta vez no. En eso me llego otra de las imágenes, otro de los recuerdos dolorosos de Mac sufriendo.
—No tienes ni la menor idea —sentía los ojos un poco húmedos, el me miro un poco alucinado, lleve mi rostro a mirar el techo abriendo la boca buscando un poco de aire y calma.
—Me disculpo —escuche decir— de verdad, no imagine que nada de esto...
—Ya déjalo así —lo mire de nuevo, pero más calmado— Solo no vuelvas a dejar tu puesto sin el consentimiento de nadie.
—De eso puedes estar seguro que no volverá a pasar —dijo.
El ambiente que nos rodea aun no es el mejor, pero no es momento de ponernos como perros y gatos.
—Se supone que eres el mejor para mantenerla a salvo con tu experiencia —lo agarre del hombro dándole una mirada de ligera confianza.
Él no es alguien común, por eso creo que lo pusieron a cargo de mi princesa, mi tío no hace nada porque sí. Tengo que tratar de darle el voto de confianza, aunque eso de que esta de mucha confiancita con ella es algo que me hierbe y no me agrada ni un poco.
En eso veo como mi tío sale de la habitación.
—Ya veo que se llevan bien —Dijo mi tío.
Lo solté del hombro poniéndome las manos en los bolsillos.
—Algo se intenta, verdad Duc —Le di una mirada de burla.
Me miro con incredulidad, para sacar una pequeña carcajada de burla.
—Claro señor, Trevor y yo somos mejores amigos ahora —dijo sarcásticamente para luego mirarme de arriba abajo.
Mi tío nos miraba de manera divertida, como si pudiera notar a plena vista la ligera barrera de enemistad que tenemos entre los dos. Hizo un gesto de pato con la boca extraño mientras pensaba.
—Voy hacer el papeleo para trasladar a Mackenzie a la central medicinal Asclepios.
La central principal de los batas blancas, ubicada en el área Rafael, cuya área se especializa en la salud de toda la ciudad.
—¿Van a dormirla verdad? —pregunte sabiendo la respuesta.
Me miro sorprendido sin saber que decir.
—Pues, la verdad es que si, su salud estará mejor si la mantenemos inconsciente, lo másinconsciente posible.
—Hacen lo correcto —dije un poco desanimado.
—Pensé que estarías desacuerdo con esa decisión.
—La verdad no me anima, pero es lo mejor para Mac.