Capítulo 3 - Capturada.
Tenía un dolor de cabeza horrible, parecía como si hubiera bebido varias botellas de Sake en un día, mis oídos pitaban de forma muy fastidiosa y mi cuerpo no respondía a las demandas de mi cerebro, estaba frita casi literalmente; recordaba perfectamente lo que había pasado para que quedara en esta situación tan molesta, una bomba de sonido, esas cosas eran muy escasas, difíciles de conseguir, costaban mucho dinero y una me había explotado en toda la cara, una bomba de pimienta hubiera sido mucho más agradable pero tenía que ser esa. Unos minutos después mi cuerpo decidió cooperar y pude moverme un poco, abrí los ojos sintiendo como si me fuera a explotar la cabeza.
-Oh ya despertaste, te vez muy mal; comprendo el sentimiento, una vez me dieron con una, estuve todo una semana con los efectos, es muy fastidioso pero me dije que tenía que conseguir una de esas -dijo parloteando como si no fuera la gran cosa ser aturdido por una bomba de sonido- no planeaba usarla en nadie pero tus habilidades en genjutsu me hicieron comprender que no sería rival para ti -mientras más lo observaba, mas parecía estar viendo un fantasma, era igual a él con una sutiles diferencias en el color de sus ojos, los suyos eran varios tonos más oscuros, al igual que su cabello, se inclinaba mucho más al azul que al negro, además de eso parecía de mi edad y su sonrisa pícara era idéntica, parecía estar viendo a Yuki a punto de hacer una travesura.
-Jefe -alguien más se adentró a la habitación en la que nos encontrábamos- traigo malas noticias, los otros tres se nos escaparon -reporto el hombre a lo cual me sentí aliviada, los chicos escaparon, eso me dejaba mucho más tranquila.
-No importa, obtuvimos algo mucho mejor, esta mujer es mucho más valiosa que esos tres -dijo mirando al otro hombre parecía complacido de tenerme, era irritante- es una usuaria de genjutsu muy fuerte, Mako aún sigue inconsciente y he usado todos mi recursos para sacarlo de ese genjutsu y nada -esta vez hablo como si su orgullo hubiera sido herido.
-¿Tan fuerte es? -pregunto el hombre atónito por lo que su compañero había dicho.
-Si, mientras la tengamos aquí no creo que nadie más pueda interferir en nuestro trabajo. Ahora vete, tienes cosas que hacer -dijo en un tono serio a lo cual el hombre no discutió y se marchó, se sentó en el suelo frente a mí- Sinceramente no sé qué hacer contigo, no estoy acostumbrado a tener rehenes... Tu mirada amenazante me dice que me quieres descuartizar, me has dado escalofríos mujer, ahora habla, sé que quieres insultarme en toda la regla. Has pasado dos días inconsciente imagino que tu voz ya tiene que haber vuelto -su forma de hablar era muy molesta, era un hombre demasiado extraño, aunque lo que dijo sobre mi tiempo estando inconsciente me dejo preocupada.
-Porque no te callas, tu voz me fastidia -dije irritada, mi voz salió ronca y con algo de dificultad pero pude pronunciar de forma correcta, él me sujeto de los brazos e hizo que me levantara junto con él.
-Normalmente me dicen que tengo la voz de un ángel, seguro aun te pitan los oídos -su comentario me irrito y me dio gracia al mismo tiempo, que hombre tan extraño- Vamos, necesito que cooperes conmigo "Cielo" -el apelativo cariñoso que uso conmigo hizo que me tensara de inmediato resistiéndome y le di un pisotón como pude, eso hizo que me soltara a lo cual caí de culo en el suelo, empezó a insultar en un idioma que conocía bien, era usado por los nómadas y como había vivido tanto tiempo como uno sabía perfectamente que me estaba insultando expresamente.
-Te entiendo perfectamente bien, si vas a insultarme por lo menos hazlo en un idioma que no conozca -le reclame, si hubiera podido moverme ya le hubiera dado la golpiza de su vida.
-Eres nómada, nadie además de nosotros habla o entiende ese idioma -me dijo agachándose para levantarme nuevamente- ¿Cómo es que terminaste siendo ninja? -pregunto a lo cual recordé la forma en la que termine siendo uno o casi uno.
-Lo soy, o al menos lo fui hace mucho tiempo -deje que esta vez me ayudara, por lo menos se comportaba de forma razonable, y no me había matado, aunque tenía que averiguar qué era lo que quería exactamente, sus objetivos- me case con un ninja, así termine siendo uno -no era mentira lo que decía pero evite mencionar que estaba casada con el Kazekage, tenía que ganarme un poco de su confianza, en mi estado tenía que usar este tipo de estrategias y que los dos fuéramos nómadas me ponía en una buena ventaja ya que aunque fuéramos de clanes distintos los nómadas nos ayudábamos siempre.
-¿Casada? Pues por lo que veo tu esposo no estaba entre esos tres, porque si yo hubiera sido él ni un segundo esperaría para rescatarte -me dijo de forma despreocupada, cosa en la que le daba razón, si hubiera estado con Gaara definitivamente no me hubieran capturado de esa forma tan ridícula.
-Tenía una misión distinta -dije simplemente, simule estar cooperando un poco y deje que esta vez me llevara con él, al salir de la habitación me di cuenta de dos cosas, que el lugar donde estábamos era subterráneo, y que era un tipo de colonia, había gente pululando por el lugar, escuchaba bromas, risas, broncas y conversaciones normales. El hombre me guió evitando lugares concurridos y solo me soltó cuando estuvimos en una habitación a solas, me dejo sentada sobre la cama, no se me escapo que estábamos en una habitación que estaba sutilmente decorada con cosas que podría apreciar un hombre, no era nada llamativa y el color era muy neutral- ¿Estamos en tu habitación? -pregunte.
-Si, que observadora eres. Te quedaras conmigo mientras decido que hacer contigo, no puedo perderte de vista, además los efectos de esa bomba de sonido te duraran por los menos una semana y media -se sentó en una silla no muy lejos de la cama y me observo.
-¿Acaso tengo monos en la cara? -pregunte con enfado por su mirada penetrante, se rió con fuerza.
-No, para nada... Solo me preguntaba ¿Qué hace una usuaria de genjutsu tan talentosa como tu sirviendo como ninja de Suna? -me pregunto eso al dejar de reír, parecía que lo decía en serio, como si no creyera que pudiera servir a Suna por voluntad propia.
-Lo dices como si fuera malo hacerlo -le dije esperando a que soltara algo más.
-Para algunas personas lo es, a la mayoría de las personas no le agrada las aldeas escondidas, y los nómadas no son grandes fan de Suna ni del Kazekage -me dijo levantando una ceja de forma inquisitiva.
-Como dices soy una usuaria de genjutsu muy talentosa, debido a eso fui usada de muchas formas, Suna me dio la oportunidad de ser libre, me dio otra vida y por eso le sirvo, hago lo que quiero y además soy feliz -me encogí de hombros sin dar muchos detalles.
-Eres extraña, ¿No estas cansada de servir? ¿No te gustaría experimentar la verdadera libertad? Puedo enseñarte lo que es ser libre de verdad, ver otro mundo además del de servir a una entidad -lo que dijo era para tentarme estaba segura pero no funcionaba, había que querer para ser tentado.
-Soy tu rehén, no entiendo el empeño en mostrarme eso que llamas libertad -dije de forma inquisitiva queriendo saber sus motivos.
-Por mucho que lo parezca no soy realmente malo, vivo en esta comunidad estática desde hace dos años, ellos no son nómadas, son personas que han perdido su hogar por una u otra circunstancia, el desierto es muy duro para ciertas personas, no todos tienen la habilidad para sobrevivir en el, me convertí en merodeador para ayudar a ciertas personas en este lugar, y me adueñe del grupo en poco tiempo, he robado para mi beneficio y el de mis amigos, y solo he matado cuando lo ocasión lo ameritaba -dijo con bastante orgullo mirándome fijamente, como si me retara a juzgarlo y no podía, en mis tiempos sirviendo a Taneki había hecho cosas mucho peores que este hombre, había matado, robado secretos, engañado, mentido y muchas otras cosas, ni siquiera podía juzgar al hombre que estaba frente a mí, si estuviera en su lugar haría exactamente lo mismo- Veo en tus ojos ese anhelo de cambio, como si quisieras escapar, es por eso que te ofrezco una pequeña pizca de lo que llamo libertad -me dijo a la cual no supe que responder- ¿Te quedas callada? -pregunto como si hubiera esperado que le lanzara un sermón sobre lo correcto y lo incorrecto.
-No soy quien para juzgarte -dije simplemente sin ni siquiera responder a eso que me dijo.
-Realmente eres una mujer extraña -se levantó de su asiento y se acercó a mí, tomo mi mano y uso una cadena para atarme a la cama, estaba débil como para resistirme a eso- por precaución, tengo que salir -luego de que la ajusto y verifico que no cedería se alejó de mi para ir a la puerta- Por cierto mi nombre es Souta -sin esperar una respuesta de mi parte salió de la habitación dejándome completamente sola atada a su cama, en el momento en que Gaara me había dado esta misión sabía que la iba a completar no tenía dudas pero realmente no esperaba encontrarme a un hombre como él, tan parecido a Yuki que me daba escalofríos, parecía que estuviera a su lado, no me gustaba para nada mi estado actual, capturada, amarrada y con la sensación de estar con un fantasma, bueno había querido un día distinto y ya lo tenía.
****
Tenia que darles otro capítulo para compensar todo el tiempo que tarde, a ver quiero saber que piensan ustedes de Souta, no se de donde me salio pero cuando escribí eso me dije "Necesito a alguien que desestabilice a la niña"y bueno de ahí salio este personaje. Espero su opinión.
***Zharak***