Su trabajo en aquella empresa ya había concluido, entregó todo lo que le solicitaron, recogió sólo algunas pocas cosas que dejó en una oficina temporal para después despedirse de sus compañeros.
Caminó a las oficinas de arquitectura mientras tomaba un suspiro largo para tomar fuerzas de verlo.
Entró con una suave sonrisa para que la rubia de Astrid tomara su atención.
-Escuché que ya te vas -Dijo esta.
-Así es, gracias por todo -La abrazó -Disfruté trabajar contigo ¿Cómo va tu mano?
-Mejor, no fue tan profunda.
Justo entró Hans cargando una caja con diferentes tipos de materiales. Miró a Elsa y le sonrió con lástima.
-Te vas.
Elsa asintió con un movimiento de su cabeza, el ojiverde dejó la caja en un escritorio para acercarse a abrazarla.
-Te deseo mucho éxito siempre -Hans ahora le murmuró -Cualquier cosa......puedes contar conmigo.
No dijo nada la platinada, sólo le sonrió a modo de agradecimientos mientras se retiraba, pero cuando salió de la oficina fue justo cuando observó al peliblanco acercarse.
Se miraron sin saber cómo empezar hasta que fue él quien habló.
-Gracias, Elsa -Dijo con ronca voz -Por todo.
Negó con un suave movimiento. No podía en serio decir nada, todo lo que veía en él, su presencia, su cercanía y sus sentimientos la insinuaban a gritarle que estaba esperando un hijo.........otro más y de alguien más.
Sin verlo venir, el peliblanco se acercó a abrazarla con cariño, ella le devolvió el abrazo sin mucha emoción y sólo aprovechó para volver a apoyar su mejilla contra su pecho mientras una lagrima se formaba en su ojo.
No tenía idea si realmente era ella u otro síntoma más del embarazo.
Antes de apartarse, Jack besó su mejilla para terminar por decir:
-Lo siento mucho, de verdad -Murmuró – Créeme o no, pero yo te.....
-No....-Elsa se apartó tragando nudo – Es que....yo....
Ella intentó de verdad decirle, lo miró a los ojos, esos mismos ojos que la atraparon, que la amaron y que también la abandonaron.
¿Y si estaba regresando con Tooth para ser familia? ¿Qué haría si se enterara de otro hijo?
Terminó suspirando para terminar sonriendo para ocultar sus nervios.
-Gracias también, Jack. Espero volverte a ver en algún momento o en otro trabajo.
Jack sentía las palabras que ella no dijo y sólo terminó cubriendo, quería insistirle que podía confiar en él, pero ella se fue alejando.
Tal despedida fue vista por el pelinaranja desde la oficina esperando que Elsa le dijera lo que estaba pasando, pero sabía que no fue así cuando no hubo más expresiones en ambos.
Cuando Jack entró a la oficina suspiró apoyando sus manos contra el escritorio, Hans admitía que extrañaba a su amigo, así que decidió acercarse.
-¿Todo....en orden? -Murmuró a su lado.
Jack le miró inexpresivo, no molesto o con rencor, simplemente sin ánimos.
-¿Te parece que estuvo en orden? -Dijo con sarcasmo, no grosero, sólo desanimado.
-¿No se hablan desde esa vez? Creí que ya se habían..... -Hans preguntó apoyándose contra la pared.
-No Hans, cada día después de esa noche sólo han empeorado todo -Jack tragó un nudo – Incluyendo que te dejara de hablar.
-Es estúpido ¿No crees? -Hans le sonrió de lado -El dejarnos de hablar por pleitos así.
-Sí lo fue -Jack le devolvió la sonrisa.
-Era cuestión de que nos calmemos -Le tendió el puño.
Jack le chocó con levedad el puño para dejar su enojo de lado.
Su amigo sonrió de dejarlo atrás, pero también tenía en la boca del embarazo de Elsa, pero no debía, no podía porque no era su relación y no era su decisión en cuanto a la platinada. Astrid justo cruzó la salida para retirase.
-Debes hablar con Elsa.
-¿No acabas de ver que.....
-Búscala, me gustaría de verdad que estuvieran bien ambos.
-No va a querer ¿Por qué crees que me daría una tercera oportunidad?
-¿Tienes algo con Tooth?
-Maldita sea, Hans....-Jack se había molestado por aquella pregunta.
-¿Si o no?
-Por supuesto que no, ya no -Jack negó con un movimiento -Le dejé un alto porque.......Porque en serio que no cambia nada ella conmigo y no quiero......no la quiero cerca de Jayla, no quiero que la vea como una madre que bofetea a su pa........
Hans ahora relajó su expresión angustiado de saber que mencionaba aquello, pues se enteraba también de cuando solían salir de las veces que ella se enojaba con Jack.
-¿Y.....te gustaría una vida con Elsa?
-No quiero hablar de esto ahora ¿Si? Claro que me encantaría que estuviera en mi vida o hasta formar una familia, pero estoy muy lejos de llegar a eso.
Su amigo lo vio marcharse mientras que en su cabeza se decía que no estaba para nada lejos.
Esa tarde, Hans salió temprano del trabajo. Se despidió de su amigo y de Astrid para manejar en dirección a la casa de la platinada.
Donde justo ahora estaba ella frente a su inodoro vomitando su almuerzo. Cuando terminó tiró de este para levantarse y lavarse la boca.
Peinó hacia atrás sus cabellos para lavarse después las manos y suspirar tras mirar su vientre.
Se negó con un movimiento de cabeza para acariciarlo a través de su camisón holgada que se colocó junto a un short tras llegar a casa. Estaba descalza caminando de un lado a otro con una libreta de bocetaje para otros proyectos que tenía en mente de participar en interiorismo.
Pero el sueño, el cansancio la hacían tener una terrible necesidad por irse a dormir, así que sólo se recostó en el sofá de su primer piso mientras intentaba hacer algo, pero nada salía.
Antes de caer en el sueño, llamaron a su puerta. Miró extrañada a la ventana pensando que podría ver quién estaba del otro lado, pero sólo le quedó ponerse en pie para abrirla y encontrarse con Hans.
-¿Olvidé algo o......-murmuró.
-Quiero que hablemos de tu embara.....
-Gracias en serio por preocuparte -Le interrumpió -Pero yo me encargaré de esto, pued.....
-¿Ya tuviste una consulta?
-N-No, pensaba ir mañana sola para.....
-Deja que te lleve ahora -Hans estaba apresurado y con ciertos nervios en su expresión -Por favor y después te dejaré en paz, es hijo de mi mejor amigo también y sólo quiero saber que todo estará en orden.
Elsa suspiró cansada, pero se vio a cambiarse y tomar su bolso para subir con él a su auto y empezar a avanzar entre las calles.
-Gracias por esto -Elsa empezó a hablar, cosa que Hans no se concentraba por la culpabilidad de mentirle y sólo reaccionó confesando su visita.
-Iremos con Jack.
-¿Qué? -Elsa le miró indignada - ¿Por qué..... ¡Hans! Confié en ti ¿Es mucho pedir espacio?
-Jack te quiere y mucho, créeme que se alegrará de esta noticia-Hans la miraba constantemente.
-¿Ah si? ¿Será porque esta vez me tendrá aferrada a su vida por tener un hijo conmigo? -Elsa se molestó - ¿Por qué debería de confiar en él después de ver a su ex novia que abandonó a su hija y no lo ha impedido?
-Ambos sabemos que es alguien sensible y muy permisivo, pero no la volverá a ver nunca más, fueron días difíciles por la anemia que Jayla heredó de su madre, pero eso era todo, por favor debes hablar con.....
-Entiende que no quiero -Elsa tragó un nudo en su garganta -Jack podía ser un amor que tanto quise en cada segundo a su lado, pero a su vez fue la ruptura más dolorosa la segunda vez tras volverlo a ver en el mismo espacio con la mujer con la que me engañó.......No quiero una tercera.
-Hablen -De nuevo la miró mientras manejaba – Sólo hablen hoy y podrán saber qué pasará el día de mañana entre ustedes.
-Créeme que nunca sabremos eso -Elsa le miró también- Creí que mi día de mañana con él sería vivir juntos y míranos dónde estamos.
Y cuando terminó estas palabras, Hans no se estaba dando cuenta que una calle a su costado estaba avanzando un auto con la velocidad alta.....y tras no verlo a tiempo, fue imposible frenar o en este caso esquivarlo.
Hans y Elsa habían sufrido un choque que le pareció ser segundos de recibir un auto al costado de Hans y que fueran ellos quienes chocaron a otro del costado de Elsa.
Y cuando en aquellos movimientos, ruidos de los autos, los vidrios rompiéndose, llegó el silencio adentro del auto.
El pelinaranja tenía sus ojos cerrados con fuerza y sus manos al volante estaban aferrados a este mientras le temblaban sus brazos. Levantó con lentitud su cabeza y no sentía ningún dolor por ahora, se giró con lentitud para ver a la platinada inconsciente.
Su cabeza colgaba entre sus hombros mientras tenías miles de pedazos pequeños de vidrios sobre su cabello, piernas y brazos. Miró un espeso camino de sangre al costado de su frente resbalando.
-Els...-Hans intentó acercarse, pero fue entonces que el dolor le punzó terriblemente en el brazo donde recibió el golpe del auto y ver que también tenía los miles de vidrios pequeños regados sobre él.
Intentó mover su brazo, pero sólo pegó un respingo de dolor para acercarlo a su cuerpo sin poder moverlo.
Miró una vez más a Elsa sin reaccionar aún y apenas percibió a las personas que se acercaron para auxiliarlo.
-Está.....Está embar....-Intentó hablar y alertar del estado de Elsa, pero sus fuerzas se esfumaron cuando a su alrededor todo le dio vueltas y su color de piel se aclaraba cada vez más.
Hans se desmayó en su asiento con algunos raspones en su rostro también.